matones y ladrones en la poli
"Me pegaron hasta dejarme inconsciente".
"A mí me tomaron detenido en las afueras de la discoteque Fausto, porque supuestamente había efectuado disturbios al interior del local. Pero eso era falso, porque yo nunca entré a la discoteque. Fui agredido física y verbalmente por Carabineros de la 19ª Comisaría de Providencia, la noche del 22 de diciembre (2006), a tal punto de que quedé inconsciente. Me llevaron a constatar lesiones al Hospital El Salvador y me hicieron pasar por ebrio. Tras tomarme detenido, el cabo Silva me despertó a patadas. Eran las 8:30 y me dejaron el libertad, pero no me entregaron mis pertenencias, que eran un celular de 200 mil pesos, 13.500 pesos en efectivo, una cadena de plata y las llaves del lugar donde vivo. Por intentar que me devolvieran mis cosas fui nuevamente golpeado, por el cabo de guardia y otros dos de sus compañeros. En vista de eso pregunté en un retén móvil qué podía hacer y me dijeron que fuera a hablar con el oficial de guardia. Nuevamente fui agredido. Creo que esto no puede seguir pasando en la institución, porque se supone que un carabinero es un amigo en tu camino, no un enemigo". El relato corresponde a Manuel Mascallano, uno de los casos de agresión que se menciona en el V Informe del Movilh.
Respecto a este caso, Carabineros dijo a La Nación que los antecedentes se encuentran en la fiscalía respectiva y que ya se inició una investigación administrativa.
Mascallano estuvo presente ayer en la conferencia de prensa donde se dio a conocer el documento, junto a otras víctimas de actos homofóbicos, como Ana Sánchez, madre de Andrea Sánchez, un transgénero asesinado en el 2004 en Calama. "A mi hija la golpearon con puños y patadas. Le azotaron la cabeza en el suelo y se la partieron en dos. Ella fue a morir a Antofagasta, porque en Calama no tenían las tecnologías para atenderla. Recién ahora pude traer el cuerpo de mi hija. Espero justicia en el juicio que se va a iniciar ahora, el 22 de marzo", dijo la mujer que portaba el retrato de su hija.
"A mí me tomaron detenido en las afueras de la discoteque Fausto, porque supuestamente había efectuado disturbios al interior del local. Pero eso era falso, porque yo nunca entré a la discoteque. Fui agredido física y verbalmente por Carabineros de la 19ª Comisaría de Providencia, la noche del 22 de diciembre (2006), a tal punto de que quedé inconsciente. Me llevaron a constatar lesiones al Hospital El Salvador y me hicieron pasar por ebrio. Tras tomarme detenido, el cabo Silva me despertó a patadas. Eran las 8:30 y me dejaron el libertad, pero no me entregaron mis pertenencias, que eran un celular de 200 mil pesos, 13.500 pesos en efectivo, una cadena de plata y las llaves del lugar donde vivo. Por intentar que me devolvieran mis cosas fui nuevamente golpeado, por el cabo de guardia y otros dos de sus compañeros. En vista de eso pregunté en un retén móvil qué podía hacer y me dijeron que fuera a hablar con el oficial de guardia. Nuevamente fui agredido. Creo que esto no puede seguir pasando en la institución, porque se supone que un carabinero es un amigo en tu camino, no un enemigo". El relato corresponde a Manuel Mascallano, uno de los casos de agresión que se menciona en el V Informe del Movilh.Respecto a este caso, Carabineros dijo a La Nación que los antecedentes se encuentran en la fiscalía respectiva y que ya se inició una investigación administrativa.
Mascallano estuvo presente ayer en la conferencia de prensa donde se dio a conocer el documento, junto a otras víctimas de actos homofóbicos, como Ana Sánchez, madre de Andrea Sánchez, un transgénero asesinado en el 2004 en Calama. "A mi hija la golpearon con puños y patadas. Le azotaron la cabeza en el suelo y se la partieron en dos. Ella fue a morir a Antofagasta, porque en Calama no tenían las tecnologías para atenderla. Recién ahora pude traer el cuerpo de mi hija. Espero justicia en el juicio que se va a iniciar ahora, el 22 de marzo", dijo la mujer que portaba el retrato de su hija.
21 de febrero de 2007
©la nación 
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