discriminación en cárceles
Informe cárceles: "lujo" en Punta Peuco incluye celulares y ordenadores.
En la ex Penitenciaría las cosas son distintas. El documento describe que "se advierte el estado mugriento, pestilente, insalubre e inhabitable (...) copado de basura y ocupado por ratones que deambulan en gran cantidad".
Como "lujosas" calificaron los jueces las instalaciones que tienen los reclusos en el penal Punta Peuco. Según el informe semestral sobre la situación de las cárceles en Santiago, los militares detenidos poseen hasta computadores y celulares en sus celdas mientras cumplen sus penas, en la mayoría, por casos de violaciones a los derechos humanos.
"Presenta condiciones de lujo, como una sala de living, ubicada en el módulo reservado para ex uniformados del Ejército, sin perjuicio de calefacción eléctrica al interior de las habitaciones, las cuales lucen el adorno de una residencia particular acomodada. Asimismo, una sala de comedor con muebles de estilo y un patio sembrado de césped con toldos y juegos", indica el documento.
La comisión estaba integrada por el presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago, Cornelio Villarroel; el ministro Omar Astudillo; la secretaria en lo criminal, Silvia Cancino; el juez oral, Roberto Orchard, y la jueza de garantía, Isabel Pastrán.
"Cada interno posee llave de su habitación. En allanamientos se han requisado teléfonos móviles, hecho que vulnera las medidas de seguridad, especialmente cuando los internos cuentan con equipos computacionales que pueden ser conectados por esa vía a Internet", manifiestan los jueces.
Este documento fue analizado por el Pleno del tribunal de alzada y generó algunas molestias por la discriminación hacia la restante población penal de la capital. Tal es el caso de la ex Penitenciaria, puesto que los magistrados llegaron a la conclusión de que los presos que habitan el óvalo del recinto viven en condiciones insanas que vulneran su derechos constitucionales.
"Se advierte el estado mugriento, pestilente, insalubre e inhabitable de gran parte del mismo, cuya imagen general bien corresponde con el concepto de abandono. Los servicios higiénicos se encuentran parcialmente derruidos y carentes de toda limpieza. Las calles desocupadas por el traslado efectuado a la cárcel Santiago Uno presentan un campo abierto, copado de basura y ocupado por ratones que deambulan en gran cantidad", señalan.
Los magistrados alertan que los reclusos viven en un estado de total desprotección, debido a que el personal de Gendarmería no separa las constantes riñas con estoques que son fabricados con los fierros de los muros. Además, el hacinamiento es muy grande porque viven hasta 15 personas en una celda.
La comisión plantea que resulta imprescindible una mayor inyección de recursos públicos, a fin de respetar la dignidad de los internos, para reducir estos problemas con la tecnología preventiva ya probada en los penales licitados.
Otro de los recintos que demostró deficiencias fue Colina 2 a raíz de que no existen talleres que para que los reos logren rehabilitarse y lograr la reinserción en la sociedad. "Las permanencia de algunos reclusos en las celdas de castigo por motivos de seguridad resulta inaceptable, debiendo Gendarmería proveer las condiciones mínimas y necesarias de seguridad que se requieren para su estadía", estipula.
Como "lujosas" calificaron los jueces las instalaciones que tienen los reclusos en el penal Punta Peuco. Según el informe semestral sobre la situación de las cárceles en Santiago, los militares detenidos poseen hasta computadores y celulares en sus celdas mientras cumplen sus penas, en la mayoría, por casos de violaciones a los derechos humanos.
"Presenta condiciones de lujo, como una sala de living, ubicada en el módulo reservado para ex uniformados del Ejército, sin perjuicio de calefacción eléctrica al interior de las habitaciones, las cuales lucen el adorno de una residencia particular acomodada. Asimismo, una sala de comedor con muebles de estilo y un patio sembrado de césped con toldos y juegos", indica el documento.
La comisión estaba integrada por el presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago, Cornelio Villarroel; el ministro Omar Astudillo; la secretaria en lo criminal, Silvia Cancino; el juez oral, Roberto Orchard, y la jueza de garantía, Isabel Pastrán.
"Cada interno posee llave de su habitación. En allanamientos se han requisado teléfonos móviles, hecho que vulnera las medidas de seguridad, especialmente cuando los internos cuentan con equipos computacionales que pueden ser conectados por esa vía a Internet", manifiestan los jueces.
Este documento fue analizado por el Pleno del tribunal de alzada y generó algunas molestias por la discriminación hacia la restante población penal de la capital. Tal es el caso de la ex Penitenciaria, puesto que los magistrados llegaron a la conclusión de que los presos que habitan el óvalo del recinto viven en condiciones insanas que vulneran su derechos constitucionales.
"Se advierte el estado mugriento, pestilente, insalubre e inhabitable de gran parte del mismo, cuya imagen general bien corresponde con el concepto de abandono. Los servicios higiénicos se encuentran parcialmente derruidos y carentes de toda limpieza. Las calles desocupadas por el traslado efectuado a la cárcel Santiago Uno presentan un campo abierto, copado de basura y ocupado por ratones que deambulan en gran cantidad", señalan.
Los magistrados alertan que los reclusos viven en un estado de total desprotección, debido a que el personal de Gendarmería no separa las constantes riñas con estoques que son fabricados con los fierros de los muros. Además, el hacinamiento es muy grande porque viven hasta 15 personas en una celda.
La comisión plantea que resulta imprescindible una mayor inyección de recursos públicos, a fin de respetar la dignidad de los internos, para reducir estos problemas con la tecnología preventiva ya probada en los penales licitados.
Otro de los recintos que demostró deficiencias fue Colina 2 a raíz de que no existen talleres que para que los reos logren rehabilitarse y lograr la reinserción en la sociedad. "Las permanencia de algunos reclusos en las celdas de castigo por motivos de seguridad resulta inaceptable, debiendo Gendarmería proveer las condiciones mínimas y necesarias de seguridad que se requieren para su estadía", estipula.
26 de julio de 2007
©la nación
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