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al qaeda se extiende por pakistán


[Josh Meyer] Funcionarios y expertos antiterroristas dicen que un informe norteamericano se concentra incorrectamente en la influencia del grupo en zonas fronterizas.
Washington, Estados Unidos. Al Qaeda tiene bastiones en todo Pakistán, y no solamente en las zonas fronterizas de Afganistán, como se enfatizó en un informe sobre terrorismo esta semana, de acuerdo a funcionarios de la inteligencia norteamericana y expertos en contraterrorismo que dicen que la red de Osama bin Laden está mucho más enraizada de lo que se cree.
El Estimado Nacional de Inteligencia sobre la Amenaza Terrorista contra Territorio Estadounidense, que refleja el consenso de las dieciséis organizaciones de inteligencia de Estados Unidos, describe a al Qaeda diciendo que tiene "elementos regeneradores claves" que operan sus bases libremente en el noroeste de Pakistán. Pero varios oficiales y expertos externos entrevistados desde la liberación del documento esta semana, dicen que la situación es más complicada.
Estos analistas dicen que el gobierno de Bush está responsabilizando del resurgimiento de al Qaeda al acuerdo cerrado en septiembre por el gobierno de Pakistán con líderes tribales militantes en los territorios del noroeste del país.
En los últimos años, funcionarios de la inteligencia y contraterrorismo norteamericano que se concentran en el sur asiático dicen que han observado con creciente preocupación que al Qaeda ha movilizado hombres, dinero y operaciones de reclutamiento y adiestramiento en ciudades paquistaníes como Quetta y Karachi así como en regiones menos pobladas.
Los militantes islámicos son todavía una minoría en Pakistán, y cuentan con la lealtad de algo menos del diez por ciento de la población, a juzgar por los resultados de las elecciones. Pero al Qaeda ha sido capaz de ampliar su influencia en todo el país, reforzando sus alianzas con grupos religiosos fundamentalistas, organizaciones de caridad, bandas criminales, elementos de las fuerzas de seguridad del gobierno e incluso algunos funcionarios políticos, dijeron estos oficiales.
La red de bin Laden también ha reforzado sus lazos con grupos que luchan por el control de Cachemira, gran parte de cuyo territorio es controlado por India, una causa ampliamente popular en todo Pakistán que cuenta con el respaldo del gobierno y de las fuerzas armadas.
"Es un problema mucho mayor que un montón de islamitas tribales en áreas marginales", dijo Bruce Riedel, un experto en el sur asiático que trabajó en la CIA, en el Consejo de Seguridad Nacional y en el Pentágono y que se jubiló el año pasado después de treinta años de experiencia en contraterrorismo y desarrollo de estrategias.
Riedel rechazó en particular los intentos del gobierno de responsabilizar del resurgimiento de al Qaeda al acuerdo de paz de septiembre. Según los términos de esa tregua, Pakistán retiró sus tropas de Waziristán del Norte en las Áreas Tribales de Administración Federal a cambio de promesas de los líderes tribales de que los militantes asociados con al Qaeda y los talibanes no emprenderían acciones violentas en Pakistán o al otro lado de la frontera en Afganistán.
El acuerdo de paz ha sido redondamente criticado por haber fracasado, a la vista de los ataques y atentados suicidas talibanes en Afganistán, y con el notorio crecimiento de las actividades de al Qaeda en áreas tribales, de acuerdo a altos oficiales norteamericanos y funcionarios de inteligencia. Hace poco los militares renunciaron al pacto y los funcionarios están tratando de revivirlo.
El gobierno paquistaní ejerce una limitada autoridad en las áreas tribales en gran parte autónomas, y ha tenido poco éxito en sus ataques contra al Qaeda, pero también se ha negado a autorizar la intervención de tropas norteamericanas.
Riedel y otros que comparten su opinión dijeron que el estimado de inteligencia pone demasiado énfasis en el acuerdo de septiembre.
"Culpando a las zonas tribales estamos tratando de minimizarlo, diciendo que es un problema creado por el acuerdo de tregua, que fue una mala idea, cuando de hecho al Qaeda se ha extendido por todo Pakistán", dijo Riedel, investigador del Centro Saban para Oriente Medio de la Brookings Institution.
Uno funcionario del contraterrorismo norteamericano confirmó la opinión de Riedel de que la influencia de al Qaeda se ha extendido mucho más allá de las áreas tribales, pero dijo que esa áreas habían crecido en importancia para el grupo en los últimos años porque estaba sometido a fuertes presiones de los centros urbanos.
"A medida que aumenta la presión en las zonas urbanas, buscas un ambiente más permisivo, y las áreas tribales proporcionan eso. Tiendes a marcharte a lugares donde no están tus enemigos", dijo el funcionario de contraterrorismo, agregando que no estaba autorizado a comentar operaciones antiterroristas oficialmente, especialmente con respecto a la sensible y frágil alianza norteamericana con Pakistán.
Pero, dijo el funcionario, la presencia de al Qaeda en el resto de Pakistán sigue siendo un problema. "Nadie está excluyendo nada", dijo el funcionario. "Este no es un problema unidimensional".
Los signos de la difusión de al Qaeda en todo Pakistán han estado visibles durante años. Los secuestradores del 11 de septiembre fueron adiestrados en un escondite de al Qaeda al sur de la ciudad portuaria de Karachi, de acuerdo al informe del la Comisión del 11 de Septiembre.
Husain Haqqani, ex asesor de varios primeros ministros paquistaníes, dijo que antes de los atentados del 11 de septiembre, al Qaeda tenía escondites y bases logísticas en todo Pakistán, desde donde enviaba y sacaba guerrilleros de Afganistán.
"Una vez que sus bases en Afganistán fueron destruidas, volvieron a Pakistán a convertir sus bases logísticas en operacionales", dijo Haqqani, director del Centro de Relaciones Internacionales, de la Universidad de Boston y autor de ‘Pakistán: Between Mosque and Military'.
"Examine las detenciones al Qaeda en los últimos años", dijo. "Han ocurrido en todo el país. Tenían gente que los orientaban y ayudaban".
Uno de los cabecillas del Qaeda, Abu Zubeida, fue capturado en Faisalabad en 2002 y el reputado cerebro del 11 de Septiembre, Khalid Shaikh Mohammed, que también tenía estrechos lazos con Karachi, fue capturado en 2003 en la ciudad de Rawalpindi, sede de las fuerzas armadas paquistaníes. El reemplazante de Mohammed, Abu Faraj Libbi, fue detenido en 2005 en Mardan, a unos 121 kilómetros al noroeste de la capital, Islamabad.
Funcionarios de la inteligencia norteamericana creen que la presencia de al Qaeda en todo Pakistán le ha permitido reclutar y adiestrar operativos, reunir considerables sumas de dinero, y filmar y repartir videos de propaganda de alta calidad propagandística a través de su brazo en los multimedia, Al Sahab.
El número 2 de al Qaeda y jefe de propaganda, Ayman Zawahiri, ha lanzado en los últimos meses numerosas cintas, cada de ellas distribuida con creciente rapidez después de eventos significativos. Después de que las tropas paquistaníes irrumpieran en la Mezquita Roja en Islamabad, matando y capturando a militantes islamitas, un profesional video de Zawahiri empezó a circular en el ciberespacio en cuestión de días.
"Cuando analizas la calidad de esas cintas de propaganda, sabes que no han sido producidas en alguna zona primitiva, sino donde puedes tener a acceso a los medios de comunicación regularmente", dijo Riedel.
El ministerio de Relaciones Exteriores paquistaní emitió una declaración el miércoles en respuesta a un documento de la inteligencia norteamericana, protestando enérgicamente contra la conclusión de que el gobierno había permitido que al Qaeda buscara refugio en las áreas tribales.
"No ayuda hacer afirmaciones sobre la presencia o regeneración de al Qaeda en las zonas fronterizas con Pakistán", dice la declaración. "Lo que se necesita es información concreta y operacional y compartir datos de inteligencia".
La declaración del ministerio de Relaciones Exteriores dice que Pakistán está determinado a no permitir que al Qaeda o cualquier otra organización terrorista establezca una base en su territorio, pero en una aparente referencia a Estados Unidos, dice que no se permitirá que ninguna fuerza de seguridad extranjera persiga a los militantes en Pakistán.
La semana pasada durante un testimonio en el Congreso, sobre las amenazas globales, Thomas Fingar, el subdirector de la inteligencia nacional, pedía cautela en cuanto a una campaña excesivamente violenta para aplastar a al Qaeda en las áreas locales.
"Parte del dilema... aquí es el riesgo de tomar medidas que en las áreas de menor presencia del gobierno, en las áreas tribales de administración federal... puedan conducir a procesos en todo Pakistán, que agravarían el problema", dijo Fingar al Comité de Servicios Armados de la Cámara.
"Hay un montón de reclutas potenciales que están siendo atraídos a la lucha en Cachemira, que en el resto de Pakistán son mantenidos a raya por las fuerzas de seguridad. Así que no es tan exagerado decir que existe algún riesgo de convertir un problema del noroeste de Pakistán en un problema de todo el país".

josh.meyer@latimes.com

28 de julio de 2007
20 de julio de 2007
©los angeles times
©traducción mQh
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