choques entre milicias chiíes
[Saad Fakhrildeen y Carol J. Williams] Choques entre milicias se cobran cincuenta vidas. La lucha entre el Ejército Mahdi y la Organización Báder lleva a las autoridades a ordenar que cerca de un millón de peregrinos abandonen Karbala.
Nayaf, Iraq. Milicias chiíes se atacaron unas a otras en Karbala el martes, causando la muerte de más de cincuenta personas en tiroteos, incendiando tres hoteles y obligando a las autoridades a cancelar un festival religioso ordenando a millones de celebrantes que dejen la ciudad sagrada donde se habían reunido.
Más de doscientas personas resultaron heridos en el pánico que se desató cuando miembros del Ejército Mahdi, leales al clérigo anti-norteamericano Muqtada Sáder, atacaron a miembros de la Organización Báder, el brazo armado del rival Consejo Supremo Islámico Iraquí.
Se espera que aumente el número de bajas. Testigos informan sobre decenas de cuerpos todavía en las calles adyacentes al santuario de Imán Hussein y en medio de los escombros todavía ardientes de los tres edificios cercanos que fueron incendiados durante la batalla.
Las dos milicias chiíes han estado librando una guerra cada vez más cruenta por el control de las ciudades más importantes del sur de Iraq y sus abundantes recursos petrolíferos. La sureña ciudad de Basra, la ciudad de Iraq más rica en petróleo, será pronto entregada a fuerzas iraquíes por las tropas británicas, y la inminente decisión ha acelerado los choques entre el Ejército Mahdi y las milicias de Báder que luchan por el poder en una región en la ausencia de cualquier gobierno central funcional.
El último conflicto se produjo en medio del peregrinaje musulmán chií anual a Karbala que debía haber culminado con oraciones y festividades hoy en conmemoración del nacimiento de Mohammed Mahdi, uno de los doce imanes venerados del islam chií. El toque de queda y la evacuación estropearon el momento culmine del ritual en honor del profeta del siglo nueve, que desapareció y, de acuerdo a las creencias chiíes, volverá algún día para anunciar una era de paz.
Desde el derrocamiento de Saddam Hussein después de la invasión norteamericana de 2003, la mayoría de la población chií que era oprimida por su gobierno dominado por sunníes, ha tenido la nueva libertad de participar en peregrinajes y otras actividades rituales. Pero parte de las actividades masivas han sido estropeadas por los ataques de la comunidad sunní rival. En este caso, la lucha opone a grupos chiíes rivales que han estado peleando por la supremacía política mientras el gobierno del primer ministro Nouri Maliki falla en medio de acusaciones de incompetencia y sectarismo.
El movimiento político de Sáder ha estado boicoteando al gobierno, y Adel Abdul Mehdi, el vicepresidente del Consejo Supremo Islámico Iraquí, ha sido visto como un potencial sucesor de Maliki en caso de que este renuncie o sea desbancado por el parlamento.
Algunos testigos informaron que los enfrentamientos empezaron esta semana cuando milicianos del Ejército Mahdi armados de piedras, ladrillos y cuchillos atacaron una comisaría de policía, incidente que pronto escaló a un intercambio de granadas y fuego de rifles AK-47.
Las autoridades implantaron un toque de queda para la asediada ciudad a ochenta kilómetros al sur de Bagdad, así como en Nayaf y Hillah, otros bastiones de Báder en la región, y enviaron buses para la evacuación de los peregrinos.
"Estoy estancado en Karbala cerca del edificio de gobierno y estoy oyendo un fuerte intercambio de fuego", dijo por celular desde donde había buscado refugio a unos doscientos metros del santuario del Imán Hussein, un peregrino de Nayaf, que no quiso identificarse. Dijo que unos hombres armados habían incendiado los hoteles cercanos después de que milicianos escondidos dentro empezaran a disparar contra la policía local y tropas del ejército iraquí. Los peregrinos también se habían refugiado en los edificios, para huir de las balas perdidas.
Mientras escalaba la violencia pese al despliegue de quince mil tropas de seguridad del gobierno iraquí, el presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad proclamó que la misión de Estados Unidos de llevar la paz a Iraq era un fracaso que había producido un vacío de poder. Observó que Irán y otros países en la región estaban "preparados para llenar ese vacío". No quedó claro inmediatamente si estaba hablando en reacción a la situación en Karbala o expresando una condena general de la presencia de Estados Unidos en Iraq.
"El poder político de los invasores ha sido destruido", dijo Ahmadinejad a los periodistas en una rueda de prensa en Teherán. "Muy pronto presenciaremos un gran vacío en la región, y nosotros y nuestros amigos, junto con los árabes saudíes y la nación de Iraq, estamos preparados para llenar ese vacío".
En los últimos seis meses, el Pentágono ha enviado 28.500 tropas norteamericanas adicionales a Iraq, pero las muertes de civiles por conflictos sectarios, los asesinatos y luchas de poder de las milicias continúan. La violencia ha frustrado los objetivos de Estados Unidos de pasar la responsabilidad de la seguridad al gobierno iraquí, cuya policía y filas del ejército están a menudo dominadas, o infiltradas por milicias más fuertes y mejor armadas.
La violencia que sacude Karbala se ha cobrado la vida de 51 personas , con 206 heridos al caer la tarde, dijo un funcionario del ministerio del Interior aquí que pidió que no se mencionara su nombre. No quedó claro si esa cifra incluía las once personas matadas en los dos días previos cuando los peregrinos avanzaban hacia Karbala por caminos infestados de francotiradores. El lunes noche murieron cuatro personas en un enfrentamiento a balas cerca de la mezquita.
Para el martes tarde, las luchas internas entre chiíes se habían propagado a Bagdad, cuando hombres armados que se cree eran milicianos del Ejército Mahdi atacaron a al menos cuatro locales de facciones políticas rivales. Quemaron edificios del Consejo Supremo Islámico Iraquí y del Partido Islámico Dawa en el barrio de Kadhimiya y secuestraron a cuatro guardias de la sede del consejo.
En Ciudad Sáder, la comuna de Bagdad que es el bastión del Ejército Mahdi y el hogar de dos millones de chiíes, atacaron las oficinas del Consejo Supremo Islámico Iraquí, matando a cinco personas y dejando heridas a otras veinte. En el barrio de Husseiniya al nordeste de la ciudad, hombres armados utilizaron lanzagranadas para destruir las oficinas del consejo, que es encabezado por el clérigo de Nayaf, Abdelaziz Hakim.
Tropas norteamericanas en vehículos blindados controlaron las áreas, informó la policía bagdadí.
Los estadounidenses también rodearon uno de los hoteles más elegantes de Bagdad en lo que la policía y el personal dijeron que era una operación a la búsqueda de iraníes sospechosos de contrabandear armas. La embajada iraní dijo que siete ciudadanos detenidos habían sido dejados en libertad por las fuerzas armadas norteamericanas el miércoles en la mañana, sin cargos ni explicaciones.
Un video de la Associated Press Television News muestra a tropas norteamericanas sacando del hotel a unas diez personas con la vista vendada y esposados. La embajada iraní en Bagdad se limitó a decir que en el hotel alojaba una delegación del ministerio de Electricidad de Irán.
Fuerzas norteamericanas allanaron el lunes lo que dijeron que era un refugio de insurgentes sunníes al norte de Bagdad, cerca de la ciudad chií de Khalis, y el martes mataron a 33 combatientes de al_Qaeda en Iraq. No se reportaron bajas estadounidenses, que suman 3.732 desde el inicio de la guerra en marzo de 2003, de acuerdo a la página en la red icasualties.org.
En el barrio El Cairo al nordeste de Bagdad, cinco camionadas de milicianos atacaron una mezquita sunní, donde mataron a tres personas y secuestraron al imán y dos asistentes, dijo la policía.
Un mortero cayó al este de Bagdad a las cinco de la tarde, matando a un civil, y antes en el día un coche bomba detonó fuera de los barrios de la defensa civil de la capital, matando a una persona y dejando heridas a otras dos.
Los enfrentamientos en Karbala se iniciaron el lunes noche cuando Ammar, el hijo de Hakim, el clérigo de Nayaf, llegó al santuario con una falange de guardaespaldas de la Organización Báder. Los hicieron pasar por el cordón de seguridad, reteniendo al resto de los devotos, incluyendo a milicianos del Ejército Mahdi, según dijeron testigos. En ese enfrentamiento inicial murieron tres personas y uno de los heridos sucumbió durante la noche.
Para el martes, los dos grupos parecían estar vengándose por el derramamiento de sangre de la noche anterior.
"Los guardias de la mezquita empezaron a disparar contra los peregrinos", dijo un hombre en Ciudad Sáder, en medio del tumulto, que sólo quiso identificarse como Abu Anwar. "Algunas de las bajas son por herida de bala, pero muchas otras fueron causadas por la estampida que se produjo cuando todo el mundo trató de huir".
Estallaron tiroteos en la tarde cuando la policía local, parte de la cual está asociada con la milicia Báder, trató de erradicar a grupos de hombres armados que habían tomado posiciones en los hoteles que flanquean la carretera entre las dos mezquitas -del Imán Hussein y del Imán Abbas-, que forman el corazón religioso de la ciudad. Los hoteles fueron incendiados, así como los coches aparcados en las atestadas calles y partes del santuario de Hussein. Las ventanas estaban rotas y sus marcos carbonizados por las llamas iniciadas por las granadas.
Algunos testigos dijeron que el martes noche el combate se prosiguió durante varias cuadras en los alrededores de los sitios sagrados y que se podía ver humo sobre la mezquita, que había sido adornada con guirlandas de bombillas blancas formando una festiva canopia. Según testigos, aviones militares norteamericanos sobrevolaron el lugar.
La policía y tropas del ejército iraquí utilizaron altavoces para ordenar a los fieles de fuera de Karbala que se marcharan hacia las afueras de la ciudad, desde donde serían trasladados a lugares más seguros.
Algunos peregrinos que salieron antes de que se emitiera la orden, fueron molestados por hombres armados a lo largo de la ruta. Un niño murió, resultando su padre herido cuando fueron atacados en la carretera desde un coche, cuando viajaban desde el norte de Hillah a Bagdad, y al menos seis personas en coches particulares o minibuses recibieron impactos de bala de presuntos francotiradores sunníes.
Maliki envió más fuerzas de seguridad a Karbala para proteger la ruta de evacuación hacia Bagdad y prometió llevar a justicia a los perpetradores de la violencia.
"El gobierno hará frente a esos forajidos y no aceptará que la extorsión debilite al estado", dijo el primer ministro a la TV Al Hurra al final de lo que fue día lleno del caos del que ha sido acusado de fomentar por ignorar las acciones de las milicias chiíes parias.
Un portavoz de la Organización Sáder negó en una declaración de Nayaf que el Ejército Mahdi haya intervenido en la violencia en la provincia de Karbala.
Más de doscientas personas resultaron heridos en el pánico que se desató cuando miembros del Ejército Mahdi, leales al clérigo anti-norteamericano Muqtada Sáder, atacaron a miembros de la Organización Báder, el brazo armado del rival Consejo Supremo Islámico Iraquí.
Se espera que aumente el número de bajas. Testigos informan sobre decenas de cuerpos todavía en las calles adyacentes al santuario de Imán Hussein y en medio de los escombros todavía ardientes de los tres edificios cercanos que fueron incendiados durante la batalla.
Las dos milicias chiíes han estado librando una guerra cada vez más cruenta por el control de las ciudades más importantes del sur de Iraq y sus abundantes recursos petrolíferos. La sureña ciudad de Basra, la ciudad de Iraq más rica en petróleo, será pronto entregada a fuerzas iraquíes por las tropas británicas, y la inminente decisión ha acelerado los choques entre el Ejército Mahdi y las milicias de Báder que luchan por el poder en una región en la ausencia de cualquier gobierno central funcional.
El último conflicto se produjo en medio del peregrinaje musulmán chií anual a Karbala que debía haber culminado con oraciones y festividades hoy en conmemoración del nacimiento de Mohammed Mahdi, uno de los doce imanes venerados del islam chií. El toque de queda y la evacuación estropearon el momento culmine del ritual en honor del profeta del siglo nueve, que desapareció y, de acuerdo a las creencias chiíes, volverá algún día para anunciar una era de paz.
Desde el derrocamiento de Saddam Hussein después de la invasión norteamericana de 2003, la mayoría de la población chií que era oprimida por su gobierno dominado por sunníes, ha tenido la nueva libertad de participar en peregrinajes y otras actividades rituales. Pero parte de las actividades masivas han sido estropeadas por los ataques de la comunidad sunní rival. En este caso, la lucha opone a grupos chiíes rivales que han estado peleando por la supremacía política mientras el gobierno del primer ministro Nouri Maliki falla en medio de acusaciones de incompetencia y sectarismo.
El movimiento político de Sáder ha estado boicoteando al gobierno, y Adel Abdul Mehdi, el vicepresidente del Consejo Supremo Islámico Iraquí, ha sido visto como un potencial sucesor de Maliki en caso de que este renuncie o sea desbancado por el parlamento.
Algunos testigos informaron que los enfrentamientos empezaron esta semana cuando milicianos del Ejército Mahdi armados de piedras, ladrillos y cuchillos atacaron una comisaría de policía, incidente que pronto escaló a un intercambio de granadas y fuego de rifles AK-47.
Las autoridades implantaron un toque de queda para la asediada ciudad a ochenta kilómetros al sur de Bagdad, así como en Nayaf y Hillah, otros bastiones de Báder en la región, y enviaron buses para la evacuación de los peregrinos.
"Estoy estancado en Karbala cerca del edificio de gobierno y estoy oyendo un fuerte intercambio de fuego", dijo por celular desde donde había buscado refugio a unos doscientos metros del santuario del Imán Hussein, un peregrino de Nayaf, que no quiso identificarse. Dijo que unos hombres armados habían incendiado los hoteles cercanos después de que milicianos escondidos dentro empezaran a disparar contra la policía local y tropas del ejército iraquí. Los peregrinos también se habían refugiado en los edificios, para huir de las balas perdidas.
Mientras escalaba la violencia pese al despliegue de quince mil tropas de seguridad del gobierno iraquí, el presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad proclamó que la misión de Estados Unidos de llevar la paz a Iraq era un fracaso que había producido un vacío de poder. Observó que Irán y otros países en la región estaban "preparados para llenar ese vacío". No quedó claro inmediatamente si estaba hablando en reacción a la situación en Karbala o expresando una condena general de la presencia de Estados Unidos en Iraq.
"El poder político de los invasores ha sido destruido", dijo Ahmadinejad a los periodistas en una rueda de prensa en Teherán. "Muy pronto presenciaremos un gran vacío en la región, y nosotros y nuestros amigos, junto con los árabes saudíes y la nación de Iraq, estamos preparados para llenar ese vacío".
En los últimos seis meses, el Pentágono ha enviado 28.500 tropas norteamericanas adicionales a Iraq, pero las muertes de civiles por conflictos sectarios, los asesinatos y luchas de poder de las milicias continúan. La violencia ha frustrado los objetivos de Estados Unidos de pasar la responsabilidad de la seguridad al gobierno iraquí, cuya policía y filas del ejército están a menudo dominadas, o infiltradas por milicias más fuertes y mejor armadas.
La violencia que sacude Karbala se ha cobrado la vida de 51 personas , con 206 heridos al caer la tarde, dijo un funcionario del ministerio del Interior aquí que pidió que no se mencionara su nombre. No quedó claro si esa cifra incluía las once personas matadas en los dos días previos cuando los peregrinos avanzaban hacia Karbala por caminos infestados de francotiradores. El lunes noche murieron cuatro personas en un enfrentamiento a balas cerca de la mezquita.
Para el martes tarde, las luchas internas entre chiíes se habían propagado a Bagdad, cuando hombres armados que se cree eran milicianos del Ejército Mahdi atacaron a al menos cuatro locales de facciones políticas rivales. Quemaron edificios del Consejo Supremo Islámico Iraquí y del Partido Islámico Dawa en el barrio de Kadhimiya y secuestraron a cuatro guardias de la sede del consejo.
En Ciudad Sáder, la comuna de Bagdad que es el bastión del Ejército Mahdi y el hogar de dos millones de chiíes, atacaron las oficinas del Consejo Supremo Islámico Iraquí, matando a cinco personas y dejando heridas a otras veinte. En el barrio de Husseiniya al nordeste de la ciudad, hombres armados utilizaron lanzagranadas para destruir las oficinas del consejo, que es encabezado por el clérigo de Nayaf, Abdelaziz Hakim.
Tropas norteamericanas en vehículos blindados controlaron las áreas, informó la policía bagdadí.
Los estadounidenses también rodearon uno de los hoteles más elegantes de Bagdad en lo que la policía y el personal dijeron que era una operación a la búsqueda de iraníes sospechosos de contrabandear armas. La embajada iraní dijo que siete ciudadanos detenidos habían sido dejados en libertad por las fuerzas armadas norteamericanas el miércoles en la mañana, sin cargos ni explicaciones.
Un video de la Associated Press Television News muestra a tropas norteamericanas sacando del hotel a unas diez personas con la vista vendada y esposados. La embajada iraní en Bagdad se limitó a decir que en el hotel alojaba una delegación del ministerio de Electricidad de Irán.
Fuerzas norteamericanas allanaron el lunes lo que dijeron que era un refugio de insurgentes sunníes al norte de Bagdad, cerca de la ciudad chií de Khalis, y el martes mataron a 33 combatientes de al_Qaeda en Iraq. No se reportaron bajas estadounidenses, que suman 3.732 desde el inicio de la guerra en marzo de 2003, de acuerdo a la página en la red icasualties.org.
En el barrio El Cairo al nordeste de Bagdad, cinco camionadas de milicianos atacaron una mezquita sunní, donde mataron a tres personas y secuestraron al imán y dos asistentes, dijo la policía.
Un mortero cayó al este de Bagdad a las cinco de la tarde, matando a un civil, y antes en el día un coche bomba detonó fuera de los barrios de la defensa civil de la capital, matando a una persona y dejando heridas a otras dos.
Los enfrentamientos en Karbala se iniciaron el lunes noche cuando Ammar, el hijo de Hakim, el clérigo de Nayaf, llegó al santuario con una falange de guardaespaldas de la Organización Báder. Los hicieron pasar por el cordón de seguridad, reteniendo al resto de los devotos, incluyendo a milicianos del Ejército Mahdi, según dijeron testigos. En ese enfrentamiento inicial murieron tres personas y uno de los heridos sucumbió durante la noche.
Para el martes, los dos grupos parecían estar vengándose por el derramamiento de sangre de la noche anterior.
"Los guardias de la mezquita empezaron a disparar contra los peregrinos", dijo un hombre en Ciudad Sáder, en medio del tumulto, que sólo quiso identificarse como Abu Anwar. "Algunas de las bajas son por herida de bala, pero muchas otras fueron causadas por la estampida que se produjo cuando todo el mundo trató de huir".
Estallaron tiroteos en la tarde cuando la policía local, parte de la cual está asociada con la milicia Báder, trató de erradicar a grupos de hombres armados que habían tomado posiciones en los hoteles que flanquean la carretera entre las dos mezquitas -del Imán Hussein y del Imán Abbas-, que forman el corazón religioso de la ciudad. Los hoteles fueron incendiados, así como los coches aparcados en las atestadas calles y partes del santuario de Hussein. Las ventanas estaban rotas y sus marcos carbonizados por las llamas iniciadas por las granadas.
Algunos testigos dijeron que el martes noche el combate se prosiguió durante varias cuadras en los alrededores de los sitios sagrados y que se podía ver humo sobre la mezquita, que había sido adornada con guirlandas de bombillas blancas formando una festiva canopia. Según testigos, aviones militares norteamericanos sobrevolaron el lugar.
La policía y tropas del ejército iraquí utilizaron altavoces para ordenar a los fieles de fuera de Karbala que se marcharan hacia las afueras de la ciudad, desde donde serían trasladados a lugares más seguros.
Algunos peregrinos que salieron antes de que se emitiera la orden, fueron molestados por hombres armados a lo largo de la ruta. Un niño murió, resultando su padre herido cuando fueron atacados en la carretera desde un coche, cuando viajaban desde el norte de Hillah a Bagdad, y al menos seis personas en coches particulares o minibuses recibieron impactos de bala de presuntos francotiradores sunníes.
Maliki envió más fuerzas de seguridad a Karbala para proteger la ruta de evacuación hacia Bagdad y prometió llevar a justicia a los perpetradores de la violencia.
"El gobierno hará frente a esos forajidos y no aceptará que la extorsión debilite al estado", dijo el primer ministro a la TV Al Hurra al final de lo que fue día lleno del caos del que ha sido acusado de fomentar por ignorar las acciones de las milicias chiíes parias.
Un portavoz de la Organización Sáder negó en una declaración de Nayaf que el Ejército Mahdi haya intervenido en la violencia en la provincia de Karbala.
carol.williams@latimes.com
Fakhrildeen informó desde Nayaf y Williams desde Bagdad. Ramin Mostaghim en Teherán y Maha Khateeb en Hillah, y Saif Rasheed en Bagdad contribuyeron a este reportaje.
29 de agosto de 2007
©los angeles times
©traducción mQh
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