cuando lassie se echa a ladrar
Bill, los asombrosos y dudosos comentarios que has hecho esta semana dejaron estupefactas a un montón de personas, incluyendo a un funcionario directivo del refugio de California del Sur, que escribe: "Pídele a Bill que venga a alguno de nuestros refugios, para que pase el día en el cuarto de eutanasia. Todavía mejor, podría sostener a los cachorros cuando son pinchados con una aguja en el estómago y sujetarlos mientras mueren. ¿Le importaría?"
Como estás ocupado trayendo todavía más perros al mundo, imagino que las quejas sobre perros ladradores no son nada nuevo en tu vecindario.
Pero para la gente normal que sólo tiene uno o algunos perros, creo que las quejas por los ladridos tienen mucho que ver con arreglos de cuentas entre vecinos: "Te quejaste por el volumen de mi equipo, así que me voy a quejar de los ladridos de tu perro".
Hace algunos años me pidieron que mediara en una situación de estas. Durante un año, el ayuntamiento de Los Angeles derrochó recursos hasta que las dos partes finalmente se marcharon de la zona por motivos ajenos al conflicto. Multiplicad eso por cien o más y descubriréis que no es una sorpresa que Los Angeles tenga semejante acumulación de casos en general irrelevantes sobre perros ladradores. El único lugar donde encuentras más congestión en Los Angeles, es en el tráfico.
Ed Boks, gente general de Animal Services de Los Angeles, ha mantenido a un perro, Stu, durante casi dos años en el sistema (aunque por una queja diferente), incluso pese a que uno de sus antiguos miembros cometió espantosos errores que sugieren que actuó con prejuicios. Se trata del mismo tipo de ánimo de venganza que se encuentra en la mayoría de los casos de perros ladradores.
Es una pena que no sean los perros tan cívicos como nosotros, ¿no es así? Este es un asunto exclusivamente civil y debería ser tratado civilmente.
La norma de etiqueta en este tema es la misma que se aplica en el caso del equipo ruidoso del vecino: Si a alguno de los otros vecinos también le incomoda el ruido, la queja tiene probablemente sus méritos. Pero si eres el único en quejarse, podrías estar creándote un problema. También depende un montón de las vibraciones en el vecindario.
Si tú y otro vecino coincidís en que el perro realmente ladra demasiado, es probable que el perro esté pasando apuros: soledad, hambre, o que tenga dolor, que son las mismas razones por las que lloran los bebés. Tratad de ser comprensivos y sugerir que quizás necesita un compañero o una visita al veterinario. Una vez más, hay cosas que un dueño atento o vecinos solícitos pueden solucionar con un poco de sentido común o con un adiestrador recomendado.
No acostumbramos a deshacernos de nuestros bebés, y tampoco nos deshacemos de los perros. Es realmente una mala lección para tus hijos, especialmente cuando algún día tú mismo vas a necesitar que ellos cuiden de ti.
Por supuesto, a algunos perros simplemente les gusta ladrar. Uno de mis vecinos tiene un perro que ladra porque le gusta. De hecho, Lucky está ladrando en estos mismos momentos. No me gusta, pero me las arreglo. Voy a subir el estereo.
[Daniel Guss es un escritor de Los Angeles y fundador de Stop Torture Abuse & Neglect of Dogs (STANDfoundation.org).]
[Bill Hemby] La Maldición del Pedro Ladrador
Dan,
Si tu funcionario directivo de ese refugio en California del Sur estuviera leyendo esto, le haría saber, a él o a ella, que sí, sí me preocupa. He estado en refugios animales. He tenido en mis brazos a mis propios perros cuando ha sido necesario dejarlos marcharse debido a enfermedades incurables o emergencias. Esa es mi responsabilidad como dueño. Quiero que lo último que vea mi perro cuando le inserten la aguja, sea yo, su amigo de toda la vida.
Dicho sea de paso, me gustaría haber extendido esa misma cortesía a tu amigo del refugio cuando yo era un policía de Los Angeles. Una vez sostuve en mis brazos a una joven rubia que acababa de volarse los sesos. En otra ocasión, recogí a un bebé que se estranguló y murió cuando se deslizó por entre las tablillas de su cuna. Y, ah, sí, también una vez tuve que ayudar a un cocinero que se prendió fuego él mismo, para protestar -ese fue un emocionante rescate.
Como la mayoría de los polis, durante mi carrera atendí muchas quejas sobre perros ladradores. Si el perro ladraba, me dirigía al dueño, y normalmente eso era suficiente. Era una gran pérdida de tiempo y nos mantenía alejados de nuestra tienda de dona favorita.
Algunos perros ladran simplemente porque se sienten frustrados, solos o para proteger su propiedad.
Ayuda si te ganas su amistad. Mejor todavía, podrías trabar amistad con tus vecinos.
Para vecindarios con perros ladradores habituales, a menudo hacía una de dos cosas. Una era entregar una citación que exigía que el dueño comprara y usara un collar antiladridos, que utilizan sonidos sónicos indoloros, o un atomizador de citronela, en lugar de descargas eléctricas. La otra era sugerir a los vecinos que compraran cornetas similares a las que se usan en los estadios. Cuando ladre el perro del vecino, abrid la ventana y corneteadlo. No solamente cesarán los ladridos, sino además despertarás a los otros vecinos, de modo que ellos también puedan disfrutar de la cacofonía a las tres de la mañana.
Dan, donde yo vivo, en medio de un bosque, es como ‘El sabueso de los Baskerville' [The Hound of the Baskervilles]. La verdadera emoción es cuando el coyote y sus cachorros, que viven cerca, empiezan a ladrar con los primeros rayos de sol, o cuando cenan. Nuestros perros, que son de caza, se unen al coro.
Estoy de acuerdo contigo, Dan, que esto coloca a vecinos contra vecinos, que es lo mismo que ocurrirá si alguna de esas dementes leyes sobre la esterilización o castración obligatoria fuera aprobada: ¿Quieres vengarte del vecino con perro detrás de tu casa? Denúncialo por no haberlo operado.
[Bill Hemby es presidente y fundador de PetPAC, una organización que lucha por los derechos de las mascotas y sus dueños, y representante de la Organización de Sheriffs y Agentes de Policía de California].
13 de septiembre de 2007
15 de agosto de 2007
©los angeles times
©traducción mQh
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