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hallan fosa de fusilados de paine


Restos óseos, vainillas y cien proyectiles incrustados en una quebrada de Rapel. Paine, la quinta tumba masiva de la dictadura.
Paine, Chile. La delegada de la presidente para materias de derechos humanos, María Luisa Sepúlveda, dijo ayer que "habría evidencias ciertas que en ese lugar ejecutaron a las 22 víctimas" arrestadas en Paine.
La fosa con restos presumiblemente de detenidos desaparecidos descubierta en los alrededores del lago Rapel hace un par de semanas, y en la cual hasta ahora se continúa encontrando evidencias, se constituye en la quinta tumba clandestina con hallazgos masivos producto de los crímenes de la dictadura.
En las últimas horas se conoció que en el fondo de la Quebrada Los Arrayanes del sector Los Quillayes de la zona del lago Rapel, en la VI Región, bajo las órdenes del magistrado Héctor Solís Montiel, se encontraron al menos 12 piezas óseas pequeñas, 27 vainillas de fusil, restos de tela y unos cien proyectiles incrustados en la ladera de la quebrada donde los efectivos de la Escuela de Infantería de San Bernardo ubicaron la madrugada del 16 de octubre de 1973 a los 22 prisioneros arrestados en Paine para asesinarlos.
En el sector trabajan funcionarios del Servicio Médico Legal, de la Brigada de Asuntos Especiales y Derechos Humanos y del Laboratorio de Criminalística de Investigaciones, del GOPE y Labocar de Carabineros, además del antropólogo colombiano Ángel Medina y el arqueólogo español José Jiménez. También colabora el Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior.
La delegada de la presidenta Bachelet para materias de derechos humanos, María Luisa Sepúlveda, dijo ayer que "habría evidencias bastante ciertas que en ese lugar ejecutaron a las 22 víctimas" arrestadas en Paine.
La abogada Pamela Pereira, cuyo padre Andrés Pereira figura entre los ejecutados, sostuvo que "lo más adecuado es esperar con cautela y mesura".
En enero pasado Andrés Magaña, el entonces teniente de la Escuela de Infantería que comandó las detenciones y ejecuciones, indicó un sector cercano al actual, pero que resultó incorrecto. No obstante, el mapa hecho por Magaña coincide con la estructura del lugar actual. Ahora otro integrante de la patrulla entregó el sitio preciso.
Según lo declarado por Magaña, los cuerpos fueron desenterrados a fines de 1978 y lanzados al mar y para ello él mismo mostró el sitio.

Las Otras Tumbas
La primera tuvo lugar entre fines de 1975 y comienzos de 1976, cuando en una acción de inteligencia ordenada por Pinochet se dio inicio a la Operación Retiro de Televisores con el desentierro y lanzamiento al mar de los 26 cuerpos de los prisioneros asesinados por la Caravana de la Muerte en octubre de 1973 en Calama. Hasta ahora es la única de estas operaciones donde para arrojar los cadáveres al mar colaboró la Fuerza Aérea con un avión C-47.
La segunda tumba masiva corresponde al hallazgo de 15 cuerpos de campesinos en los hornos de una mina abandonada en Lonquén, al sur de Santiago, asesinados por Carabineros.
Terminada la dictadura, el 2 de junio de 1990 se encontró en Pisagua una fosa clandestina con 19 cuerpos momificados que correspondían a los prisioneros asesinados en el campo de concentración de Pisagua bajo la orden del comandante de la VI División del Ejército de Iquique, general Carlos Forestier.
El 9 de octubre de 1973, desde el Regimiento Cazadores de Valdivia, que entonces comandaba quien luego fue miembro de la Junta Militar y senador designado, general (R) Santiago Sinclair, partió una caravana de 90 militares hacia las localidades de Chihuío y Liquiñe.
En Chihuío masacraron a 17 campesinos y en Liquiñe, cerca de Neltume, otros 15, todos integrantes del Complejo Forestal y Maderero Panguipulli.
A los de Chihuío los enterraron en una fosa, pero los de Liquiñe fueron baleados y sus cuerpos arrojados al río Toltén, desapareciendo para siempre.
A fines de 1978, un operativo militar volvió a Chihuío y tras ubicar al terrateniente Américo González que ayudó a conformar la lista de quienes se debía matar, desenterró los cuerpos de los 17 campesinos para tirarlos al mar.
La fosa de Chihuío con los restos óseos del desentierro, la cuarta encontrada cronológicamente, fue hallada el 17 de junio de 1990 por un grupo de militantes comunistas.

26 de septiembre de 2007
©la nación
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