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el aborto en ciudad de méxico


[Héctor Tobar] El aborto salió de las sombras en Ciudad de México. La legalización del aborto ha significado un enorme cambio para mujeres y niñas embarazadas.
Ciudad de México. Durante el trayecto de cinco horas en autobús desde Guadalajara hasta la capital, Rocío Medeles lloró por su desgracia.
Era una madre soltera de 26 y estaba embarazada por un hombre que se iba a casar con otra. En el pasado, habría tenido que tomar una difícil decisión: Tener el bebé, o correr el riesgo de daños permanentes a su salud en una de las numerosas clínicas clandestinas de Guadalajara.
Pero en abril, los legisladores despenalizaron el aborto en el Distrito Federal de Ciudad de México, a unos 560 kilómetros de distancia. Desde mayo, en los catorce hospitales públicos de la capital han abortado tres mil 400 mujeres.
"Si no hubiese sido por la opción de ir al distrito federal, probablemente me habría arriesgado a un aborto clandestino", dijo Medeles, que viajó en septiembre a Ciudad de México, con su hija de seis, para la intervención. "Habría tenido al bebé, y probablemente lo habría dado en adopción".
El aborto sigue siendo ilegal en el resto de México, como casi en toda América Latina. Un grupo de activistas, la mayoría de los cuales católicos, se manifiestan frecuentemente frente a los hospitales públicos de aquí para condenar el aborto.
Pero en Ciudad de México, legalización está provocando un profundo, pero calmado cambio en las vidas de miles de mujeres. En un país donde el embarazado indeseado a menudo priva a las mujeres de su independencia y ambiciones, el extraordinario número de abortos legales que se realizan todos los días está empezando a reducir el considerable estigma cultural del aborto.
"Cuando la gente piensa en el aborto, ya no piensan en una intervención oculta, vergonzosa, ilegal, clandestina, cara y llena de riesgos", dijo Marta Lamas, que fundó en 1992 el más importante grupo mexicano por el derecho al aborto.
Ana, 22, una estudiante de derecho de Ciudad de México, decidió tener un aborto legal después de un intenso examen de conciencia e inquietud.
"Pensé en que estaba embarazada con mis estudios en la mitad, con mis padres gritándome, y con mi novio desesperado porque no tiene dinero", escribió Ana, que pidió que no se publicara su apellido, al Times. "Pensé: ‘No quiero esto en mi vida'".
La experiencia de Ana en un hospital público de Ciudad de México incluyó sesiones de orientación psicológica previas y posteriores a la intervención. Como la mayoría de las mujeres que abortan en hospitales públicos aquí, dijo que no había pagado nada por la intervención.
Funcionarios del ayuntamiento dicen que todo un rango de niñas y mujeres han abortado desde mayo en los hospitales de la ciudad, incluyendo a una niña de once años. Un cuarto de las mujeres proviene de fuera de la ciudad, dijeron los funcionarios, algunas de tan lejos como Baja California, a más de mil 600 kilómetros.
Se espera que la Corte Suprema resuelve a principios del próximo año sobre una petición de revocación de la ley de Ciudad de México sobre bases constitucionales. Los opositores al aborto se muestran escépticos en cuanto a sus posibilidades.
"Será difícil, porque las opiniones están cambiando", dijo Jorge Serrano Limón, presidente del Comité Nacional Provida, el principal grupo antiaborto de aquí. "La corriente pro-aborto está creciendo enormemente. Al principio, hubo resistencia de parte de la comunidad médica. Ahora no".
Serrano Limón teme que dos estados mexicanos con gobiernos de izquierda, Guerrero y Tabasco, legalizarán pronto el aborto. Venezuela y Brasil podrían ser los siguientes en la región en cambiar las leyes sobre el aborto.
"Esta ha sido una amarga guerra, porque ahora los asesinatos se comenten a mayor escala", dijo Serrano Limón, que fundó el Comité Nacional Provida cuando el Partido Comunista de México propuso por primera vez legalizar el aborto en los años setenta.
Serrano Limón arremetió contra el alcalde de Ciudad de México, Marcelo Ebrard, por convertir el proyecto de ley en ley en menos de un día después de que fuera aprobado por la legislatura de la ciudad -dominada esta por el Partido de la Revolución Democrática del alcalde. El departamento de salud pública de Ebrard se ha esforzado por hacer accesible el aborto a cualquier mujer que lo desee y cuyo embarazo no llegue a las doce semanas.
"Los aztecas sacrificaban a los prisioneros de guerra, pero ni así mataron a tanta gente como ahora está haciendo Marcelo Ebrard", dijo Serrano Limón.
Se necesitarán los votos de ocho de los once jueces de la Corte Suprema para revocar la ley sobre la base de que viola los derechos de los nonatos. Pero Serrano Limón y otros cuentan al menos cuatro jueces en el campo del derecho al aborto.
Los partidarios de la legalización dicen que cada día que pasa es menos probable que la corte revoque la ley y vuelva a penalizar el aborto.
Muchas de las viejas ‘clínicas' clandestinas que ofrecían las intervenciones quirúrgicas más peligrosas y baratas, usualmente por unos cuatrocientos dólares, han cerrado sus puertas. Los hospitales privados que antes cobraban hasta dos mil dólares por una intervención ilegal se han visto obligados a reducir fuertemente sus tarifas, dice Lamas.
"El aura de pecado, temor y extorsión económica ha desaparecido", dijo Lamas.
Sin embargo, muchas de las mujeres que han abortado por primera vez legalmente en la historia mexicana están entrando en territorio emocional desconocido. Algunas dicen que se acercan a la decisión con pavor.
"No dormí y tenía miedo, aunque sabía que era un lugar seguro", dijo Ana, la estudiante de derecho, describiendo el día que llegó al hospital público para abortar.
"Creo en Dios. Y en ese momento le pedí que no dejara que me pasara nada. Quería seguir viviendo", continuó. "Si tomé esa decisión, fue porque quería seguir persiguiendo los objetivos de mi vida, no morir".
Al final, no hubo complicaciones médicas. Ana terminó hace poco sus exámenes trimestrales.
"Un montón de gente me juzga por lo que hice..., pero yo tomé esa decisión para ser responsable", escribió Ana. "Si decides tener un bebé, debería ser porque lo quieres, y porque le puedes ofrecer una vida decente".
Casi todos los abortos en los hospitales públicos han sido realizados sin complicaciones, dijo el doctor Manuel Mondragón, el más alto funcionario de la salud pública del ayuntamiento.
"Sabemos que otros países nos están mirando, y pronto publicaremos estudios sobre nuestra experiencia", dijo Mondragón.
Los activistas por el derecho al aborto dicen que los esfuerzos de Mondragón para que el aborto sea seguro y ampliamente asequible en Ciudad de México serán recordados como un hito en el movimiento por los derechos reproductivos en América Latina.
Mondragón dijo que legalizar el aborto era un tema crucial de la salud pública debido a las altas tasas de defunción y lesiones causadas por los abortos ilegales: De acuerdo a una estimación, morían al año por causas relacionadas con abortos chapuceros unas tres mil 500 mujeres al año.
"Mi situación no es fácil", dijo Mondragón, 73, que dice que ha recibido amenazas de muerte y que los manifestantes han distribuido panfletos donde lo llaman asesino. "Yo soy católico, mi familia es devota, y tengo mis creencias personales. Pero cuando trabajas en la administración pública, ese es uno de los retos".
Los opositores al aborto lanzaron una publicitada campaña para persuadir a médicos y enfermenos en las clínicas de que sean "objetores de conciencia" y se niegan a participar en abortos.
Serrano Limón, un activista antiaborto, dijo que veintidós doctores y unas sesenta enfermeras y trabajadoras sociales se han declarado objetores de conciencia. Mondragón dijo que los intentos de los activistas no han entorpecido los servicios de aborto de las clínicas de la ciudad.
Medeles, la madre soltera de Guadalajara, no vio a ningún activista antiaborto en Ciudad de México. Dijo que trató con médicos y enfermeras que le parecieron asombrosamente profesionales.
"Nunca había visto un hospital público así en Guadalajara", dijo. "La gente en Ciudad de México me apoyó muchísimo. La persona que me hizo los exámenes, las enfermeras, las trabajadoras sociales, los psicólogos -me atendieron cinco o seis personas".
De regreso en Guadalajara, sus opciones eran muy limitadas. Medeles recordó a una compañera de curso de 16 años que se desangró hasta morir en su casa después de un aborto ilegal. "Mis amigos en el barrio me decían que siguiera adelante y tuviera al bebé, que el aborto sería peor", dijo.
Pero sus amigas en la universidad donde está completando la equivalencia secundaria, dijeron que el aborto era la mejor opción. "Incluso me dieron dinero para viajar a Ciudad de México", dice.
Medeles llegó a Ciudad de México después de que su hermana encontrara el teléfono de Mujeres Católicas por el Derecho a Elegir.
El grupo de mujeres católicas le hizo a Medeles una cita en un hospital de Ciudad de México. Hizo cuatro visitas a una clínica de la ciudad en el curso de siete días, y conoció a otras mujeres que abortarían.
Una era una niña de catorce que también tenía miedo a la muerte. "Nos conocimos y después hablamos, y todo salió bien en su caso", dijo Medeles.
Otra era una mujer muy pobra, no mucho mayor que Medeles, pero con cinco hijos. "Tenía la cara golpeada y amoratada", dijo Medeles. "No quería tener más hijos".
En la última visita de Medeles, se reunión con un psicólogo de la clínica. Entre otras cosas, el psicólogo quería saber si había tenido sueños con imágenes de muerte. Medeles dijo que no.
"Les estoy muy agradecida", dijo Medeles. "No me cobraron ni un solo peso... Si mis amigas me piden consejo, les diré que vayan a Ciudad de México, porque allí todo anduvo bien para mí. Y no corres ningún riesgo de nada".

hector.tobar@latimes.com

Cecilia Sánchez y María Antonieta Uribe contribuyeron a este reportaje.

4 de noviembre de 2007
©los angeles times
©traducción mQh
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2 comentarios

Prócoro -

Los invito a leer un ensayo jurídico que hice sobre el tema:

se encuentra en www.scribd.com, se llama Ensayo sobre Aborto. Chéquenlo.

cecy -

hola, yo vivo en la ciudad de colima al parecer estoy embarazada quisiera saber si nada mas en la ciudad de mexico realizan el aborto o a donde puedo ir que no este tan lejos de colima por que si quisiera que fuera seguro estoy desorientada me podrian ayudar