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gana colom en guatemala


[Héctor Tobar] Colom gana elecciones presidenciales. Votantes de zonas rurales ayudaron al ex ingeniero industrial a derrotar la ‘mano dura' de ex general Otto Pérez Molina.
Ciudad de Guatemala, Guatemala. Álvaro Colom, un hombre de negocios de centro-izquierda, ganó este domingo las elecciones presidenciales de Guatemala en una votación que fue en muchos modos un referéndum sobre la frágil y asediada democracia de este país.
Colom, 56, derrotó al ex general de ejército Otto Pérez Molina, un oficial durante la sanguinaria dictadura y guerra contrainsurgente de los años ochenta.
Contado el 97 por ciento de los votos, Colom superó a Pérez Molina, recibiendo el 52.8 por ciento de los votos, contra el 47.2 por ciento de este último. Los votos todavía no contados se concentran en los bastiones provinciales de Colom.
En toda Guatemala, la participación fue baja en la segunda vuelta después de una sucia campaña que se centró en un solo tema: la delincuencia y la corrupción que han caracterizado las instituciones democráticas de Guatemala durante los gobiernos civiles.
Pérez Molina, 56, prometió reprimir la delincuencia con mano dura, una frase asociada en América Latina comúnmente con gobiernos autoritarios. Los carteles de la campaña lo mostraban con un puño alzado y expresión severa.
Víctor Gálvez, analista político de aquí, dijo que los resultados demostraban que los guatemaltecos rechazaban las soluciones derechistas de Pérez Molina para los problemas del país. "Es un mensaje de que la gente no quiere volver al pasado militar", dijo. "Al final, la mano dura se volvió contra Pérez Molina".
Colom, un ex ingeniero industrial con una larga experiencia en el gobierno pero escaso carisma, trató de convertir la pobreza de Guatemala en el punto central de su campaña.
"Voté contra la injusticia, por los pobres", dijo Max Pérez, 34, pintor, vecino de la colonial ciudad de Antigua. "Voté por la gente que vive en la miseria, por la gente que sufre hambre. Voté por el ingeniero Álvaro Colom".
Pérez Molina surgió vencedor en la mayoría de las encuestas pre-electorales de intención de voto mientras Colom luchaba contra repetidos ataques personales, muchos de ellos relacionados con cargos de corrupción que se remontan a su candidatura a la presidencia en 2003.
Una enorme cantidad de octavillas anónimas y e-mails acusaban a Colom de toda una serie de pecados mortales, incluyendo vínculos con los carteles de la droga. Incluso se sintió compelido a distribuir un comunicado de prensa explicando que sus estudios de los ritos religiosos mayas no implicaban que fuera un agente del demonio.
Colom respondió sugiriendo que Pérez Molina pisotearía las libertades civiles y devolvería al país a su tenebroso pasado autoritario, un tema que recogieron los grupos por los derechos civiles.
"Los dos se golpearon muy duro", dijo Jaime Lobos, 39, conductor de un camión de reparto que votó justo al otro lado de la calle del edificio del Congreso guatemalteco. "Los dos fueron demasiado lejos".
Colom ganó por un estrecho margen en la primera vuelta en septiembre. Pero con apenas el 29 por ciento de los votos en unas elecciones con catorce candidatos, estuvo lejos de obtener la mayoría necesaria para una victoria indiscutible.
En las elecciones de este año, al menos cinco docenas de colaboradores y funcionarios de campaña fueron asesinados. Los analistas dicen que muchos de los asesinatos fueron cometidos por narcotraficantes que tratan de aumentar su influencia en los gobiernos locales.
En toda Guatemala los homicidios se cobraron la vida de más de 5.600 personas. Se dice que grupos del crimen organizado tienen influencia en la policía, el Congreso y las instituciones judiciales y penales.
"Es obvio que los gobiernos civiles de los últimos años han fracasado", dijo Francisco García del Instituto de Estudios Políticos de América Central.
En un colegio electoral en la periferia de El Gallito, un barrio plagado por la delincuencia cerca del centro de Ciudad de Guatemala, la gente tenía diferentes opiniones sobre cuál de los dos candidatos podría ser el salvador del país.
A menudo los narcotraficantes transforman los barrios en un campo de batalla. Hace poco los soldados instalaron una base improvisada en el mercado local desde donde, protegidos por barricadas de sacos de arena, tratan de controlar a los delincuentes del barrio.
"Aquí han habido muchos asesinatos", dijo Ingrid de Santos, 39, explicando por qué votó por Pérez Molina. "El ejército ha hecho mejor las cosas".
Pero el camionero José de la Cruz, 57, ve las cosas de otro modo. "Dicen que se podría convertir en otro dictador", dijo sobre Pérez Molina. "Yo quería votar por él, pero no pude".
La delincuencia no es un problema tan grande en las áreas rurales, y Colom se veía muy fuerte en las provincias y entre su población maya. Pérez Molina ganó cómodamente en Ciudad de Guatemala, pero perdió en diecinueve de las veintidós provincias del país.

hector.tobar@latimes.com

Alex Renderos en Guatemala City contribuyó a este reportaje.

6 de noviembre de 2007
©los angeles times
©traducción mQh
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