murió victor rabinowitz
El abogado que defendió al régimen de Castro. A los 96.
Murió Victor Rabinowitz, abogado de Nueva York que defendió con éxito al gobierno de Fidel Castro ante la Corte Suprema así como a una elite de clientes liberales en Estados Unidos. A los 96.
Rabinowitz murió el 16 de noviembre en su casa en Nueva York, informó a la Associated Press su colega de toda la vida Michael Krinsky. No mencionó la causa de su muerte.
Rabinowitz era socialista y había escogido la carrera de derecho como vehículo para su compromiso, y su carrera cubrió la mayor parte de las causas políticas importantes del siglo veinte.
Defendió a sindicalistas en los años cuarenta, a izquierdistas durante la era de McCarthy en los años cincuenta, a activistas por los derechos civiles en los años sesenta y a quienes se oponían a la Guerra de Vietnam en los sesenta y setenta.
Ayudó a fundar la segunda encarnación del Partido Laborista de Estados Unidos a mediados de los años treinta y fue candidato al Congreso en 1947, sin ser elegido.
En 1964 Rabinowitz defendió al gobierno de Castro, que nacionalizó propiedades norteamericanas después de que Washington prohibiera las importaciones de azúcar de La Habana.
En su defensa de la posición de Cuba ante la Corte Suprema, Rabinowitz alegó que debía aplicarse la doctrina de la ley de soberanía de los estados [Act of State], lo que quiere decir que los tribunales norteamericanos no cuestionan las decisiones de otros países sobre asuntos internos.
"Fue un caso clave sobre cuándo pueden los tribunales norteamericanos inmiscuirse en casos fuera de sus propias fronteras", dijo al Washington Post Michael Ratner, presidente del Centro pro Derechos Constitucionales, de Nueva York. "Fue una notable victoria, considerando la hostilidad norteamericana hacia Cuba".
En un libro de 1966, ‘Unrepentant Leftist: A Lawyer's Memoir', Rabinowitz dijo que había sido miembro del Partido Comunista de Estados Unidos desde 1942 -cuando Estados Unidos y la Unión Soviética eran aliados en la guerra- hasta principios de 1960, porque le parecía el mejor modo de luchar por la justicia social.
"Los poetas escriben poesía; los pintores pintan; los músicos tocan música; los bailarines danzan; y los activistas políticos hacen actividades políticas porque esa es su naturaleza", escribió Rabinowitz.
Fue el último abogado de Alger Hiss, el diplomático estadounidense acusado de espiar para la Unión Soviética y que fue finalmente condenado por perjurio en 1950 en uno de los casos de espionaje más famosos de la posguerra.
"Mi padre siempre dijo que había sido defendido muy bien por Victor Rabinowitz", dijo Tony, hijo de Hiss.
Nacido en Brooklyn, Nueva York, Rabinowitz se crió en el seno de una familia socialista. Se graduó en la Universidad de Michigan, en su facultad de derecho, y fue admitido al colegio de abogados de Nueva York en 1935.
Empezó su carrera en el bufete de Louis Boudin, un abogado laboralista de inclinaciones políticas radicales. Rabinowitz abrió su propio bufete en 1944, y Leonard Boudin, sobrino de Boudin, se unió a él tres años después. Trabajaron juntos hasta la muerte de Leonard Boudin en 1989.
Los otros clientes del despacho incluyeron a activistas liberales como el cantante Paul Robeson, el doctor Benjamin Spock, el personaje de los Papeles del Pentágono Daniel Ellsberg y el líder de los derechos civiles Julian Bond.
En uno de sus otros casos importantes, Rabinowitz defendió sin éxito ante la Corte Suprema la tesis de que la disposición de la Ley Taft-Hartley, que ordenaba a declarar a funcionarios sindicales, y bajo juramento, que no eran comunistas, era inconstitucional.
Más tarde Rabinowitz dijo que una vez representó a 225 testigos ante el Comité del Congreso sobre Actividades Antinorteamericanas, muchos de los cuales eran personas corrientes capturadas en una redada nacional de simpatizantes comunistas.
También defendió a la hija de Leonard Boudin, Kathy, que era miembro del grupo estudiantil extremista Weather Underground, que se declaró culpable de homicidio por su participación en un atraco a mano armada de un camión blindado en 1981. Cumplió más de veinte años en la cárcel.
En los años sesenta, Rabinowitz defendió con éxito a su propia hija Joni, miembro del radical Comité Coordinador Estudiantil No-Violento después de ser condenada por perjurio en una corte federal. Rabinowitz logró que la absolvieran convenciendo a la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito de que el sistema de selección de miembros de los jurados en el Sur no representaba adecuadamente a la población negra.
Le sobreviven sus dos hijos de su primer matrimonio, que terminó en divorcio; dos hijos de su segundo matrimonio, que terminó con la muerte de su esposa en 2005; una hermana; y dos nietos.
Rabinowitz murió el 16 de noviembre en su casa en Nueva York, informó a la Associated Press su colega de toda la vida Michael Krinsky. No mencionó la causa de su muerte.
Rabinowitz era socialista y había escogido la carrera de derecho como vehículo para su compromiso, y su carrera cubrió la mayor parte de las causas políticas importantes del siglo veinte.
Defendió a sindicalistas en los años cuarenta, a izquierdistas durante la era de McCarthy en los años cincuenta, a activistas por los derechos civiles en los años sesenta y a quienes se oponían a la Guerra de Vietnam en los sesenta y setenta.
Ayudó a fundar la segunda encarnación del Partido Laborista de Estados Unidos a mediados de los años treinta y fue candidato al Congreso en 1947, sin ser elegido.
En 1964 Rabinowitz defendió al gobierno de Castro, que nacionalizó propiedades norteamericanas después de que Washington prohibiera las importaciones de azúcar de La Habana.
En su defensa de la posición de Cuba ante la Corte Suprema, Rabinowitz alegó que debía aplicarse la doctrina de la ley de soberanía de los estados [Act of State], lo que quiere decir que los tribunales norteamericanos no cuestionan las decisiones de otros países sobre asuntos internos.
"Fue un caso clave sobre cuándo pueden los tribunales norteamericanos inmiscuirse en casos fuera de sus propias fronteras", dijo al Washington Post Michael Ratner, presidente del Centro pro Derechos Constitucionales, de Nueva York. "Fue una notable victoria, considerando la hostilidad norteamericana hacia Cuba".
En un libro de 1966, ‘Unrepentant Leftist: A Lawyer's Memoir', Rabinowitz dijo que había sido miembro del Partido Comunista de Estados Unidos desde 1942 -cuando Estados Unidos y la Unión Soviética eran aliados en la guerra- hasta principios de 1960, porque le parecía el mejor modo de luchar por la justicia social.
"Los poetas escriben poesía; los pintores pintan; los músicos tocan música; los bailarines danzan; y los activistas políticos hacen actividades políticas porque esa es su naturaleza", escribió Rabinowitz.
Fue el último abogado de Alger Hiss, el diplomático estadounidense acusado de espiar para la Unión Soviética y que fue finalmente condenado por perjurio en 1950 en uno de los casos de espionaje más famosos de la posguerra.
"Mi padre siempre dijo que había sido defendido muy bien por Victor Rabinowitz", dijo Tony, hijo de Hiss.
Nacido en Brooklyn, Nueva York, Rabinowitz se crió en el seno de una familia socialista. Se graduó en la Universidad de Michigan, en su facultad de derecho, y fue admitido al colegio de abogados de Nueva York en 1935.
Empezó su carrera en el bufete de Louis Boudin, un abogado laboralista de inclinaciones políticas radicales. Rabinowitz abrió su propio bufete en 1944, y Leonard Boudin, sobrino de Boudin, se unió a él tres años después. Trabajaron juntos hasta la muerte de Leonard Boudin en 1989.
Los otros clientes del despacho incluyeron a activistas liberales como el cantante Paul Robeson, el doctor Benjamin Spock, el personaje de los Papeles del Pentágono Daniel Ellsberg y el líder de los derechos civiles Julian Bond.
En uno de sus otros casos importantes, Rabinowitz defendió sin éxito ante la Corte Suprema la tesis de que la disposición de la Ley Taft-Hartley, que ordenaba a declarar a funcionarios sindicales, y bajo juramento, que no eran comunistas, era inconstitucional.
Más tarde Rabinowitz dijo que una vez representó a 225 testigos ante el Comité del Congreso sobre Actividades Antinorteamericanas, muchos de los cuales eran personas corrientes capturadas en una redada nacional de simpatizantes comunistas.
También defendió a la hija de Leonard Boudin, Kathy, que era miembro del grupo estudiantil extremista Weather Underground, que se declaró culpable de homicidio por su participación en un atraco a mano armada de un camión blindado en 1981. Cumplió más de veinte años en la cárcel.
En los años sesenta, Rabinowitz defendió con éxito a su propia hija Joni, miembro del radical Comité Coordinador Estudiantil No-Violento después de ser condenada por perjurio en una corte federal. Rabinowitz logró que la absolvieran convenciendo a la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito de que el sistema de selección de miembros de los jurados en el Sur no representaba adecuadamente a la población negra.
Le sobreviven sus dos hijos de su primer matrimonio, que terminó en divorcio; dos hijos de su segundo matrimonio, que terminó con la muerte de su esposa en 2005; una hermana; y dos nietos.
28 de noviembre de 2007
23 de noviembre de 2007
©los angeles times
©traducción mQh
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