aimaras podrán cazar para ritos
[Ximena Astudillo] Eximen a aimaras de delito de caza ilegal por informe que reconoce uso ritual de especies.
Arica, Chile. Por primera vez, a través de un informe de interculturalidad preparado por la Defensoría Penal de Arica, se consiguió acreditar la información entregada por los detenidos, respecto a que los animales no estaban destinados a la comercialización.
Primero aparecieron como presuntos implicados en el asesinato de un carabinero en el altiplano y como cazadores ilegales furtivos. Tras casi un año de investigación, finalmente la Fiscalía del Ministerio Público de Arica y la Dirección Regional del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), debieron desechar estas tesis y optaron por devolver parte de las especies protegidas andinas muertas y disecadas, las cuales fueron incautadas el 2 de enero por Carabineros a un grupo de 11 pastores aymaras de la provincia de Parinacota.
Por primera vez, a través de un informe de interculturalidad preparado por la Defensoría Penal de Arica, se consiguió acreditar la información entregada por los detenidos, respecto a que los animales no estaban destinados a la comercialización, sino que fueron heredadas desde hace varias décadas para efectuar rituales en sus familias.
El análisis fue presentado por el defensor penal Sergio Vilca al Ministerio Público, con el fin de que se considerara como antecedente, para descartar la comisión del delito de caza ilegal que les había imputado la Fiscalía tras su detención.
El abogado explica que como argumento legal "nos basamos en el artículo 54 de la Ley Indígena, en el cual se plantea que deben eximirse de responsabilidad penal aquellas prácticas o costumbres ancestrales que no contravengan derechos fundamentales como el de la vida. En este caso, los animales tenían un uso ritual de larga data, por lo que nunca estuvieron destinados a la venta, ni fueron cazados recientemente".
El informe de interculturalidad estableció que los seis gatos andinos, la guallata o ganso andino, y el quirquincho incautados, eran utilizados para ceremoniales de prosperidad en la familias de los ganaderos detenidos. Prueba de ello, es que las especies tenían monedas adosadas en sus pieles, restos de lana y cintas de colores, además de vestigios de grasa de llama, hojas de coca y alcohol usados tradicionalmente en cultos andinos.
Con este estudio, los ganaderos lograron que el SAG les restituyera los animales cuyo uso ritual acreditaron. Sin embargo, quedó pendiente la devolución de unos huevos de suri (ñandú andino) y de unos cueros y lanas de vicuña. Ambas especies están protegidas.
La Defensoría Penal prepara un complemento del informe de interculturalidad, a través del cual expondrá al SAG que los huevos de suri tenían un uso medicinal. Según la facilitadota intercultural de la Defensoría, Inés Flores, "estos huevos son colocados en las casa andinas para, en caso de urgencia, puedan ser utilizados, moliéndolos y agregándolos a una sopa de quínoa para fortalecer a una mujer parturienta. Los huevos de esta aves son reconocidos como fuentes de calcio".
El director regional del SAG de Arica y Parinacota, Roberto Rojas, señaló que más que producirse un choque entre la Ley de Caza y la Ley Indígena, "en este caso advertimos un complemento. El uso ceremonial de estos animales debió acreditarse por un estudio que se hizo y así lo reconocimos. Sin embargo, esto no quiere decir que bajo ese argumento se permitirá la caza indiscriminada de animales protegidos, pues justamente para que estos ceremoniales sigan, deben protegerse a estos animales que hoy están en vías de extinción".
Primero aparecieron como presuntos implicados en el asesinato de un carabinero en el altiplano y como cazadores ilegales furtivos. Tras casi un año de investigación, finalmente la Fiscalía del Ministerio Público de Arica y la Dirección Regional del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), debieron desechar estas tesis y optaron por devolver parte de las especies protegidas andinas muertas y disecadas, las cuales fueron incautadas el 2 de enero por Carabineros a un grupo de 11 pastores aymaras de la provincia de Parinacota.
Por primera vez, a través de un informe de interculturalidad preparado por la Defensoría Penal de Arica, se consiguió acreditar la información entregada por los detenidos, respecto a que los animales no estaban destinados a la comercialización, sino que fueron heredadas desde hace varias décadas para efectuar rituales en sus familias.
El análisis fue presentado por el defensor penal Sergio Vilca al Ministerio Público, con el fin de que se considerara como antecedente, para descartar la comisión del delito de caza ilegal que les había imputado la Fiscalía tras su detención.
El abogado explica que como argumento legal "nos basamos en el artículo 54 de la Ley Indígena, en el cual se plantea que deben eximirse de responsabilidad penal aquellas prácticas o costumbres ancestrales que no contravengan derechos fundamentales como el de la vida. En este caso, los animales tenían un uso ritual de larga data, por lo que nunca estuvieron destinados a la venta, ni fueron cazados recientemente".
El informe de interculturalidad estableció que los seis gatos andinos, la guallata o ganso andino, y el quirquincho incautados, eran utilizados para ceremoniales de prosperidad en la familias de los ganaderos detenidos. Prueba de ello, es que las especies tenían monedas adosadas en sus pieles, restos de lana y cintas de colores, además de vestigios de grasa de llama, hojas de coca y alcohol usados tradicionalmente en cultos andinos.
Con este estudio, los ganaderos lograron que el SAG les restituyera los animales cuyo uso ritual acreditaron. Sin embargo, quedó pendiente la devolución de unos huevos de suri (ñandú andino) y de unos cueros y lanas de vicuña. Ambas especies están protegidas.
La Defensoría Penal prepara un complemento del informe de interculturalidad, a través del cual expondrá al SAG que los huevos de suri tenían un uso medicinal. Según la facilitadota intercultural de la Defensoría, Inés Flores, "estos huevos son colocados en las casa andinas para, en caso de urgencia, puedan ser utilizados, moliéndolos y agregándolos a una sopa de quínoa para fortalecer a una mujer parturienta. Los huevos de esta aves son reconocidos como fuentes de calcio".
El director regional del SAG de Arica y Parinacota, Roberto Rojas, señaló que más que producirse un choque entre la Ley de Caza y la Ley Indígena, "en este caso advertimos un complemento. El uso ceremonial de estos animales debió acreditarse por un estudio que se hizo y así lo reconocimos. Sin embargo, esto no quiere decir que bajo ese argumento se permitirá la caza indiscriminada de animales protegidos, pues justamente para que estos ceremoniales sigan, deben protegerse a estos animales que hoy están en vías de extinción".
22 de diciembre de 2007
©la tercera
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