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pena de muerte para violador


[David G. Savage] Pena de muerte para violador de niño llega a la Corte Suprema.
Washington, Estados Unidos. La corte suprema accede a oír una apelación de un hombre condenado en Louisiana por la violación de su hijastra de ocho años. Sería el primero en ser ejecutado en más de cuarenta años por otro crimen que un homicidio.
La Corte Suprema de Estados Unidos declaró hoy que decidirá si un violador de una niña puede ser sentenciado a muerte, reconsiderando con ello una tendencia de más de cuarenta años en Estados Unidos en la que las ejecuciones se han limitado solamente a homicidas.
Los jueces accedieron a oír una apelación de Patrick Kennedy, un hombre de Louisiana condenado por la brutal violación de su hijastra de ocho años. Sus abogados lo describen como "la única persona en Estados Unidos que está en el corredor de la muerte por un delito que no es homicidio".
La violación fue comúnmente procesada como un delito capital en los siglos diecinueve y principios del veinte, especialmente para negros en el Sur. En mayo de 1964, Missouri ejecutó por violación a Ronald Wolfe, la última de esas ejecuciones en este país por agresión sexual sin resultado de muerte.
En septiembre de 1964, Alabama electrocutó a James Coburn por robo, la última ejecución por "un delito que no era homicidio", de acuerdo a profesores de la Facultad de Leyes de la Universidad de Stanford, que recurrieron la sentencia a nombre de Kennedy.
La pena capital fue suspendida a fines de los años sesenta, pero la Corte Suprema restauró la pena de muerte en 1976 como una opción para los estados.
Sin embargo, el año pasado los jueces derogaron la pena de muerte para un violador de Georgia. "Tenemos la convicción de que la pena de muerte, que es única en su severidad e irrevocabilidad, es una pena excesiva para el violador que, como tal, no ha tomado una vida humana", dijo el tribunal supremo en el caso de Georgia vs. Coker.
La resolución de 1977 fue interpretada ampliamente como la proscripción de la pena de muerte para delitos que no implican el homicidio.
Pero en 1995, los legisladores de Louisiana volvieron a autorizar la pena de muerte por violación agravada cuando la víctima tenía doce años o menos. Otros cuatro estados -Carolina del Sur, Oklahoma, Montana y Texas- permiten el castigo capital para un violador reincidente, pero nadie ha sido sentenciado hasta el momento con esas leyes.
Al confirmar la pena de muerte contra Kennedy, los jueces de Louisiana observaron que el Congreso ha autorizado la pena de muerte para delitos tales como traición, espionaje o piratería aérea, que no resulten en muerte. Sin embargo, hasta el momento nadie ha sido sentenciado bajo esas disposiciones.
Kennedy, 43, es negro y tiene un QI de 70, dijeron sus abogados. La mañana del 2 de marzo llamó a la policía para denunciar que su hijastra había sido violada por dos adolescentes del vecindario. La niña fue trasladada en una ambulancia; había sufrido lesiones graves y sangraba abundantemente.
Pero los investigadores volcaron su atención hacia Kennedy cuando encontraron un reguero de sangre que salía de la casa. Antes en la mañana había llamado a un servicio de limpieza de alfombras, antes de llamar a la policía.
Inicialmente, la hijastra conformó la historia de Kennedy, pero más tarde lo apuntó como el violador y declaró contra él en el juicio. Fue condenado por el jurado y sentenciado a morir en 2003. La corte suprema de Louisiana confirmó la sentencia declarándola constitucional.
Esta resolución "se burla del abrumador consenso nacional de que la pena capital es un castigo inapropiado para las violaciones", dijo el profesor de derecho de Stanford, Jeffrey L. Fisher, en su apelación.
Observó que históricamente la pena de muerte por violación se limitó mayormente a hombres negros. Entre 1930 y 1967, los blancos conformaron el 89 por ciento de los ejecutados en este país por violación, de acuerdo a un informe de la época del ministerio de Justicia. Allí se incluía a catorce hombres de Louisiana, todos negros.
"Esta corte debería por eso hacer una pausa antes de condonar una práctica tan marcadamente teñida por el flagelo del racismo", dijo Fisher.
La Corte Suprema oirá el caso de Kennedy vs. Louisiana, cuando dicte veredicto a fines de junio.

david.savage@latimes.com

8 de enero de 2008
4 de enero de 2008
©los angeles times
cc traducción mQh
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2 comentarios

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