un origen del baile chino
La mágica historia del baile Chino en la Candelaria.
Copiapó, Chile. Para todos los grupos que bailan en la fiesta de La Candelaria, existe un sentimiento especial para acudir a la cita donde con sus bailes agradecen a la virgen.
Pascual Castro, jefe general de los bailes de la diócesis de Copiapó, contó que "se calcula que en el año 1780 se encontró la imagen de la virgen en Maricunga, dicen que como a los 10 años de haber encontrado la virgen, vino un baile de Andacollo y de ahí prendieron los bailes acá en Copiapó".
"Todo nació como forma de venerar a la virgen y se puede decir que son 200 años cantaditos que tienen los bailes de los chinos tradicionales" dijo Castro.
El número de personas que conforman los cuatro bailes, son alrededor de 350 que vienen a demostrar su fe a la Región de Atacama. Personas del norte, centro y sur peregrinan hasta éstas tierras en muestra de agradecimiento y se acercan para estas fechas.
Según palabras de Castro "es el único momento que nos juntamos todos, porque en el año tenemos reuniones el primer domingo de cada mes, pero nos juntamos como 10 personas", señaló.
La misión que ‘los Chinos' tienen dentro de la celebración es transportar la imagen de la virgen y como lo indicó el jefe general del grupo "los únicos que transportan la imagen son los bailes chinos".
La leyenda cuenta que estos grupos existían desde antes que llegaran los españoles a América, pero como lo dijo Castro "ellos no conocían a Jesús, no conocían a María y veneraban otro tipo de cosas".
A Pascual Castro lo une un lazo afectivo muy importante a la danza religiosa y contó que "a mí me presentaron a los seis meses a la virgen, entonces durante mi vida dos veces no he participado en las fiestas, una por una operación y otra porque me encontraba trabajando para el norte y no alcancé a llegar y sólo participé de un día lunes".
La fe es la principal motivación y mientras relataba sus sentimientos dijo que "ya siento que se me acerca la fecha, para uno la fe mueve montañas, dicen que la fe puede hacer muchas cosas, yo soy un agradecido de la Virgen de la Candelaria como intercedora mía ante Dios".
Para esta ocasión se espera que el jefe coordine con las asociaciones y federaciones de baile la actividad para que todo salga perfecto y se mantenga el espíritu que hace más de 200 años transmiten a las personas que se acercan al santuario de La Candelaria.
Copiapó, Chile. Para todos los grupos que bailan en la fiesta de La Candelaria, existe un sentimiento especial para acudir a la cita donde con sus bailes agradecen a la virgen.Pascual Castro, jefe general de los bailes de la diócesis de Copiapó, contó que "se calcula que en el año 1780 se encontró la imagen de la virgen en Maricunga, dicen que como a los 10 años de haber encontrado la virgen, vino un baile de Andacollo y de ahí prendieron los bailes acá en Copiapó".
"Todo nació como forma de venerar a la virgen y se puede decir que son 200 años cantaditos que tienen los bailes de los chinos tradicionales" dijo Castro.
El número de personas que conforman los cuatro bailes, son alrededor de 350 que vienen a demostrar su fe a la Región de Atacama. Personas del norte, centro y sur peregrinan hasta éstas tierras en muestra de agradecimiento y se acercan para estas fechas.
Según palabras de Castro "es el único momento que nos juntamos todos, porque en el año tenemos reuniones el primer domingo de cada mes, pero nos juntamos como 10 personas", señaló.
La misión que ‘los Chinos' tienen dentro de la celebración es transportar la imagen de la virgen y como lo indicó el jefe general del grupo "los únicos que transportan la imagen son los bailes chinos".
La leyenda cuenta que estos grupos existían desde antes que llegaran los españoles a América, pero como lo dijo Castro "ellos no conocían a Jesús, no conocían a María y veneraban otro tipo de cosas".
A Pascual Castro lo une un lazo afectivo muy importante a la danza religiosa y contó que "a mí me presentaron a los seis meses a la virgen, entonces durante mi vida dos veces no he participado en las fiestas, una por una operación y otra porque me encontraba trabajando para el norte y no alcancé a llegar y sólo participé de un día lunes".
La fe es la principal motivación y mientras relataba sus sentimientos dijo que "ya siento que se me acerca la fecha, para uno la fe mueve montañas, dicen que la fe puede hacer muchas cosas, yo soy un agradecido de la Virgen de la Candelaria como intercedora mía ante Dios".
Para esta ocasión se espera que el jefe coordine con las asociaciones y federaciones de baile la actividad para que todo salga perfecto y se mantenga el espíritu que hace más de 200 años transmiten a las personas que se acercan al santuario de La Candelaria.
1 de febrero de 2008
©diario de atacama 
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blas -