matan a barón de la droga
[Chris Kraul] Lo mataron a balazos. Cabecilla del cartel, con una recompensa de cinco millones de dólares sobre su cabeza, fue encontrado muerto en Venezuela.
Bogotá, Colombia. Autoridades venezolanas dijeron el viernes que Wilber Varela, capo del cartel de la droga Norte del Valle, de Colombia, fue encontrado muerto en el balneario venezolano de Mérida.
La ubicación del asesinato subraya la evolución del tráfico de drogas en la región. Crecientes cantidades de cocaína colombiana destinada a los mercados de Estados Unidos y Europa son transportadas a través de Venezuela, y se piensa que casi un tercio de todos los narcóticos cruzan territorio venezolano.
Se decía de Varela, 50, que vivía y trabajaba en Venezuela bajo la protección de funcionarios corruptos. Fue acusado en 2004, por un tribunal federal de Washington, por cargos de tráfico de drogas, se emitió una orden de captura y el Departamento de Estado colocó una recompensa sobre su cabeza de cinco millones de dólares.
El viernes, en una rueda de prensa en Caracas, la capital venezolana, Néstor Reverol Torres, director de la agencia nacional antinarcóticos del país, dijo que las autoridades habían utilizado datos de inteligencia y huellas digitales para concluir que un hombre muerto inscrito en un hotel en el balneario de Mérida como José Antonio Pérez Chacón era en realidad Varela.
"Se ha determinado convincentemente que es la misma persona", dijo Reverol.
Los cuerpos acribillados de Varela y Weimar Pérez Aramburu, que era guardaespaldas de Varela, fueron hallados el miércoles en Mérida en el montañoso noroeste de Venezuela.
Los detalles de los asesinatos son poco claros, aparte de un informe que afirma que los dos hombres eran acompañados por otros dos, que escaparon. Todavía no se han efectuado detenciones en relación con el caso.
El cartel Norte del Valle, bautizado así por una región agrícola al norte de Cali, es una de las organizaciones dedicadas al narcotráfico más poderosas de Colombia.
En la acusación de 2004, los prosecutores alegaron que el cartel Norte del Valle había enviado desde Colombia, entre 1990 y 2004, unas 550 toneladas de cocaína por un valor de diez mil millones de dólares.
El verano pasado circularon informes de que el cartel había infiltrado a los militares colombianos. Un almirante colombiano entregó al cartel las coordenadas de buques de la armada y guardia costera norteamericana de modo que los transportes de cocaína evitar ser interceptados, dijeron los prosecutores colombianos.
En 2006 soldados del ejército colombiano mataron a diez agentes antinarcóticos adiestrados por Estados Unidos cerca de la ciudad de Jamundi, presuntamente por órdenes de los cabecillas del cartel Norte del Valle.
Entre los cabecillas del cartel arrestados en los últimos meses se encuentran Diego ‘Don Diego' Montoya y Juan Carlos Ramírez Abadia, ‘el Chupeta', que fue detenido en Sao Paulo, Brasil. Esas detenciones, así como los asesinatos y una lucha por el poder que según funcionarios norteamericanos en los últimos años ha costado la vida a mil personas, ha diezmado al liderazgo del cartel, dejando a Varela en la más alta posición.
En los últimos años Varela "era el principal jefe de las organizaciones de narcotráfico de Colombia", dijo el general Óscar Naranjo, comandante de la Policía Nacional Colombiana. "Lo que ocurrió debe ser un golpe para las organizaciones criminales... Es el último de los grandes capos del cartel Norte del Valle".
Estados Unidos ha aumentado en los últimos tiempos sus críticas contra Venezuela por no hacer lo suficiente para frenar el flujo de drogas, o de procesar a agentes de policía, de la guardia nacional y a oficiales del ejército que se piensa están involucrados.
En una entrevista con el Times el mes pasado, el zar antidrogas de la Casa Blanca, John P. Walters, dijo que la pasividad venezolana ante el aumento del flujo de drogas era "equivalente a complicidad". Venezuela negó enérgicamente las acusaciones y interpuso una demanda contra Estados Unidos en la Organización de Estados Americanos. Dijo que su programa era efectivo.
Drogas y otros artículos de contrabando han pasado siempre por la porosa frontera colombo-venezolana de 2.250 kilómetros. Pero funcionarios norteamericanos dicen que el volumen de cocaína que cruza la frontera se ha acelerado agudamente desde agosto de 2005, cuando el presidente Hugo Chávez canceló toda cooperación entre funcionarios antinarcóticos de Estados Unidos y Venezuela diciendo que los agentes norteamericanos eran espías.
Chávez dijo al embajador norteamericano Patrick Duddy en el otoño pasado que le gustaría reiniciar operaciones antinarcóticos. Hasta el momento no ha pasado nada, dijeron funcionarios estadounidenses.
La ubicación del asesinato subraya la evolución del tráfico de drogas en la región. Crecientes cantidades de cocaína colombiana destinada a los mercados de Estados Unidos y Europa son transportadas a través de Venezuela, y se piensa que casi un tercio de todos los narcóticos cruzan territorio venezolano.
Se decía de Varela, 50, que vivía y trabajaba en Venezuela bajo la protección de funcionarios corruptos. Fue acusado en 2004, por un tribunal federal de Washington, por cargos de tráfico de drogas, se emitió una orden de captura y el Departamento de Estado colocó una recompensa sobre su cabeza de cinco millones de dólares.
El viernes, en una rueda de prensa en Caracas, la capital venezolana, Néstor Reverol Torres, director de la agencia nacional antinarcóticos del país, dijo que las autoridades habían utilizado datos de inteligencia y huellas digitales para concluir que un hombre muerto inscrito en un hotel en el balneario de Mérida como José Antonio Pérez Chacón era en realidad Varela.
"Se ha determinado convincentemente que es la misma persona", dijo Reverol.
Los cuerpos acribillados de Varela y Weimar Pérez Aramburu, que era guardaespaldas de Varela, fueron hallados el miércoles en Mérida en el montañoso noroeste de Venezuela.
Los detalles de los asesinatos son poco claros, aparte de un informe que afirma que los dos hombres eran acompañados por otros dos, que escaparon. Todavía no se han efectuado detenciones en relación con el caso.
El cartel Norte del Valle, bautizado así por una región agrícola al norte de Cali, es una de las organizaciones dedicadas al narcotráfico más poderosas de Colombia.
En la acusación de 2004, los prosecutores alegaron que el cartel Norte del Valle había enviado desde Colombia, entre 1990 y 2004, unas 550 toneladas de cocaína por un valor de diez mil millones de dólares.
El verano pasado circularon informes de que el cartel había infiltrado a los militares colombianos. Un almirante colombiano entregó al cartel las coordenadas de buques de la armada y guardia costera norteamericana de modo que los transportes de cocaína evitar ser interceptados, dijeron los prosecutores colombianos.
En 2006 soldados del ejército colombiano mataron a diez agentes antinarcóticos adiestrados por Estados Unidos cerca de la ciudad de Jamundi, presuntamente por órdenes de los cabecillas del cartel Norte del Valle.
Entre los cabecillas del cartel arrestados en los últimos meses se encuentran Diego ‘Don Diego' Montoya y Juan Carlos Ramírez Abadia, ‘el Chupeta', que fue detenido en Sao Paulo, Brasil. Esas detenciones, así como los asesinatos y una lucha por el poder que según funcionarios norteamericanos en los últimos años ha costado la vida a mil personas, ha diezmado al liderazgo del cartel, dejando a Varela en la más alta posición.
En los últimos años Varela "era el principal jefe de las organizaciones de narcotráfico de Colombia", dijo el general Óscar Naranjo, comandante de la Policía Nacional Colombiana. "Lo que ocurrió debe ser un golpe para las organizaciones criminales... Es el último de los grandes capos del cartel Norte del Valle".
Estados Unidos ha aumentado en los últimos tiempos sus críticas contra Venezuela por no hacer lo suficiente para frenar el flujo de drogas, o de procesar a agentes de policía, de la guardia nacional y a oficiales del ejército que se piensa están involucrados.
En una entrevista con el Times el mes pasado, el zar antidrogas de la Casa Blanca, John P. Walters, dijo que la pasividad venezolana ante el aumento del flujo de drogas era "equivalente a complicidad". Venezuela negó enérgicamente las acusaciones y interpuso una demanda contra Estados Unidos en la Organización de Estados Americanos. Dijo que su programa era efectivo.
Drogas y otros artículos de contrabando han pasado siempre por la porosa frontera colombo-venezolana de 2.250 kilómetros. Pero funcionarios norteamericanos dicen que el volumen de cocaína que cruza la frontera se ha acelerado agudamente desde agosto de 2005, cuando el presidente Hugo Chávez canceló toda cooperación entre funcionarios antinarcóticos de Estados Unidos y Venezuela diciendo que los agentes norteamericanos eran espías.
Chávez dijo al embajador norteamericano Patrick Duddy en el otoño pasado que le gustaría reiniciar operaciones antinarcóticos. Hasta el momento no ha pasado nada, dijeron funcionarios estadounidenses.
chris.kraul@latimes.com
Mery Mogollón in Caracas contribuyó a este reportaje.
6 de febrero de 2008
2 de febrero de 2008
©los angeles times
cc traducción mQh
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