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ex comandante se saca la careta


En entrevista con Radio Duna. Cheyre atacó a medio mundo y llamó a clausurar La Nación.
Santiago, Chile. Dolido por la salida de Santelices, culpó a Bachelet de romper la "política de Estado" de Lagos, imputó al ministro Goñi saber de "instituciones paramilitares" pero no de la defensa, y a La Nación de "comprar" expedientes a los tribunales.
El ex comandante en jefe del Ejército y actual director del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad Católica, general (R) Juan Emilio Cheyre, instó ayer al Parlamento a "clausurar" el diario La Nación y acusó a sus periodistas de "comprar" expedientes y cuadernos secretos de los procesos que se instruyen por los delitos de lesa humanidad cometidos durante la pasada dictadura.
Cheyre emitió sus declaraciones criticando a la Presidenta Michelle Bachelet, a su ministro de Defensa, José Goñi, y a este diario, por la renuncia a la que fue obligado el ahora general retirado y ex comandante de la Guarnición Militar de la Región Metropolitana, Gonzalo Santelices, a raíz de la participación que le correspondió cumplir en la fase preparativa del asesinato de 14 prisioneros políticos en Antofagasta al paso de la Caravana de la Muerte en octubre de 1973.
El ex jefe castrense fue consultado en la entrevista si cuando era jefe del Ejército conoció y traspasó a quien correspondía el contenido de la declaración judicial de Santelices del año 2002, en la que admitió haber retirado los presos de la cárcel, trasladarlos a la pampa donde fueron acribillados por el escuadrón de Arellano Stark, y luego recoger los cadáveres y llevarlos a la morgue.
Ante ello Cheyre respondió: "El contenido de la declaración de cualquier persona lo desconoce el comandante en jefe del Ejército ( ) pero los cuadernos secretos los tiene un diario que también debiera ser preocupación legislativa de clausurar, que es La Nación, que compra o no sé cómo se hace hasta de los cuadernos secretos de los tribunales".
Cheyre fue preguntado por el acuerdo que él habría llegado cuando fue jefe del Ejército con el entonces Presidente Ricardo Lagos, en el sentido de que ningún oficial ni superior ni con el grado de general sería sacado de las filas sin que antes estuviera procesado y/o condenado en algún proceso por violación de los derechos humanos, y si éste se habría roto hoy con la salida de Santelices.
Respondió con una dura crítica a la Presidenta Bachelet, acusando a su gobierno de echar por tierra "una política de Estado (y no un acuerdo) impulsada por el Presidente Lagos en un sentido, que (ahora) cambia de giro, curiosamente con un Gobierno que le debiera dar continuidad".
Además, en el caso Santelices acusó al gobierno de Bachelet de ejercer "una presión indebida a la única institución (el Ejército) que ha dado la cara y dicho la verdad, y ha ido a responder ante los tribunales".
"Este país sigue viviendo de la mentira y no asume la verdad, como por ejemplo ver a la Presidenta de la República y ministros de un Estado democrático rindiendo honores al cuerpo de un hombre (Volodia Teitelboim) que puede tener muchos méritos, pero que no fue ni el prototipo ni el paradigma ni de la democracia ni de los derechos humanos, cantando la Internacional socialista que no es el himno de la libertad que Chile merece y ha conseguido", expresó Cheyre.
En otra fuerte crítica ahora al ministro de Defensa, José Goñi, el otrora comandante en jefe le imputó "conocer quizás de instituciones paramilitares, pero de la defensa parece que no". Y agregó que Goñi "estuvo más de diez años fuera de Chile y poco debe conocer del trabajo y el esfuerzo las instituciones de las cuales él responde".

Contra el Resto del Mundo
Aludiendo reiteradamente a que con la salida de Santelices "la verdad" ha sido vencida "por la mentira", Cheyre las emprendió también en contra de las otras ramas de las FFAA, sosteniendo que, en materia de violaciones de los derechos humanos "el Ejército es el único que ha dicho la verdad y el único que ha asumido su pasado".
Dijo que siendo él comandante en jefe, entregó en su momento, tanto a Michelle Bachelet como a Jaime Ravinet cuando fueron ministros de Defensa, un documento con todos los antecedentes de los oficiales superiores que serían ascendidos a generales, como de aquellos que ya lo eran, incluso "esposas de ellos que podrían estar en acciones indebidas".
Acusó a la UP de Allende, al Parlamento, a la derecha, a la Corte Suprema y a la Contraloría General de la República de esa época de ser "los padres fundadores de la crisis y del odio" que se gestó en Chile y que condujo al golpe de Estado.

13 de febrero de 2008
©la nación
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