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el instinto moral 5


[Steven Pinker] Muchos temen que la moral sea un truco del cerebro. Variedades de la experiencia moral.
Cuando antropólogos como Richard Shweder y Alan Fiske estudian las preocupaciones morales en el planeta, descubren que algunos temas se destacan entre la diversidad. En todas partes la gente, al menos en algunas circunstancias y con cierto tipo de gente en mente, creen que es malo causar daño a otros y bueno ayudarlos. Tienen un sentido de rectitud: que uno debe devolver los favores, recompensar a los benefactores y castigar a los estafadores. Valoran la lealtad al grupo, la generosidad y la solidaridad entre sus miembros y el respeto de sus normas. Creen que es justo respetar a las autoridades legítimas y a la gente de condición elevada. Y exaltan la pureza, la pulcritud y la santidad mientras que desprecian la profanación, la contaminación y la carnalidad.
El número exacto de temas depende de qué lado se situé usted, de los que reúnen o de los que dividen, aunque Haidt cuenta cinco -dolor, honestidad, comunidad (o lealtad al grupo), autoridad y decoro/integridad- y sugiere que son los colores primarios de nuestro sentido moral. No sólo aparecen una y otra vez en sondeos interculturales, sino que cada uno de ellos se aferra a las intuiciones morales de la gente en nuestra propia cultura. Haidt nos pide que consideramos cuánto dinero tendrían que pagarnos para que hiciéramos actos hipotéticos como los siguientes:

Pinchar una aguja en la palma de tu mano.
Pinchar una aguja en la palma de la mano de un niño que no conoces. (Dolor).

Aceptar un televisor de pantalla ancha de un amigo que la recibió sin costes debido a un error de computación.
Aceptar un televisor de pantalla ancha de un amigo que la recibió de un ladrón que la robó a una familia rica. (Honestidad).

Decir algo malo sobre tu país (sin creer en ello) en un programa de radio en tu país.
Decir algo malo sobre tu país (sin creer en ello) en un programa de radio fuera de tu país. (Comunidad).

Golpear a un amigo en la cara, con su permiso, como parte de un acto en una comedia.
Golpear a tu pastor en la cara, con su permiso, como parte de un acto en una comedia. (Autoridad).

Asistir a una realización artística en la que los actores actúan como idiotas durante treinta minutos, incluyendo enredarse en problemas sencillos y caerse en el escenario.
Asistir a una realización artística en la que los actores se comportan como animales durante treinta minutos, incluyendo gatear desnudos y orinar en el escenario. (Decoro/Integridad).

En cada par, la segunda conducta es mucho más repugnante. La mayoría de las ilusiones morales que hemos citado provienen de la intrusión indeseada en una de las esferas morales de nuestros juicios. Una violación de la comunidad llevó a la gente a fruncir el cejo sobre el uso de una bandera vieja para trapear el baño. Las violaciones del decoro repelieron a las personas que juzgaron la moralidad del incesto consentido e impidieron que vegetarianos éticos y no fumadores toleraran la menor huella de un contaminante repugnante. En el otro extremo de la escala, las exhibiciones de integridad extrema lleva a la gente a venerar a líderes religiosos que se visten de blanco y aparentan un aura de castidad y ascetismo.

29 de febrero de 2008
13 de enero de 2008
©new york times
cc traducción mQh
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