aniversario 40 de my lai
[Ben Stocking] Soldados se reúnen para conmemorar el 40 aniversario de My Lay y temen que lecciones de la masacre están siendo ignoradas.
My Lai, Vietnam. Para los campesinos que sobrevivieron la masacre de My Lai y muchos norteamericanos que pelearon en la Guerra de Vietnam, todos los aniversarios de la atrocidad son importantes.
Pero el aniversario del domingo -cuarenta años después- parece especialmente urgente para algunos de los estadounidenses que han llegado a conmemorarla.
En My Lai, miembros de la Compañía Charlie masacraron a 504 campesinos, incluyendo mujeres desarmadas, niños y ancianos.
Las frustradas tropas norteamericanas llegaron a My Lai en una misión de ‘búsqueda y destrucción', buscando a los elusivos guerrilleros del Vietcong. Aunque no hubo informes de fuego enemigo, las tropas norteamericanas empezaron a ametrallar a los campesinos y a incendiar sus casas.
El incidente consternó a los estadounidenses y socavó el apoyo de la guerra.
La masacre trae a la mente de Lawrence Colburn y del veterano de guerra Mike Boehm las fotografías de torturas de 2005 que emergieron en la cárcel de Abu Ghraib en Iraq.
"Se supone que aprendemos de los errores que se cometen en el pasado, pero seguimos cometiendo los mismos errores", dijo Colburn, cuyo helicóptero aterrizó en My Lai en medio de la masacre. "Eso es lo que hace que My Lai sea más importante que nunca".
Boehm dirige varios programas humanitarios en la provincia de Quang Ngai en el centro de Vietnam donde se ubica My Lai. Volvió para el aniversario número treinta, y está ayudando a organizar la conmemoración de este año.
"Si estudias la guerra de Iraq", dijo Boehm, "verás que no ha cambiado nada. Tanto en My Lai como en Abu Ghraib se deshumanizó al enemigo y se deshumanizó a nuestros soldados".
La conmemoración formal se realizará este próximo domingo junto a un museo que rinde homenaje de las víctimas de la masacre.
El sábado en la mañana monjes budistas dirigieron un grupo de oración hacia el sitio de la masacre, quemando incienso y rezando por las almas de los que murieron ahí.
Entre la multitud de varios cientos de personas se encontraba Do Thi Buong, 67, que huyó de las tropas norteamericanas hace cuarenta años y cuya madre fue asesinada durante la masacre.
"Sólo queremos paz", dijo. "No queremos que vuelva a pasar algo semejante en ninguna parte del mundo. Todos los años para estas fechas siento una terrible tristeza, y siempre recuerdo a mi madre".
Pero el aniversario del domingo -cuarenta años después- parece especialmente urgente para algunos de los estadounidenses que han llegado a conmemorarla.
En My Lai, miembros de la Compañía Charlie masacraron a 504 campesinos, incluyendo mujeres desarmadas, niños y ancianos.
Las frustradas tropas norteamericanas llegaron a My Lai en una misión de ‘búsqueda y destrucción', buscando a los elusivos guerrilleros del Vietcong. Aunque no hubo informes de fuego enemigo, las tropas norteamericanas empezaron a ametrallar a los campesinos y a incendiar sus casas.
El incidente consternó a los estadounidenses y socavó el apoyo de la guerra.
La masacre trae a la mente de Lawrence Colburn y del veterano de guerra Mike Boehm las fotografías de torturas de 2005 que emergieron en la cárcel de Abu Ghraib en Iraq.
"Se supone que aprendemos de los errores que se cometen en el pasado, pero seguimos cometiendo los mismos errores", dijo Colburn, cuyo helicóptero aterrizó en My Lai en medio de la masacre. "Eso es lo que hace que My Lai sea más importante que nunca".
Boehm dirige varios programas humanitarios en la provincia de Quang Ngai en el centro de Vietnam donde se ubica My Lai. Volvió para el aniversario número treinta, y está ayudando a organizar la conmemoración de este año.
"Si estudias la guerra de Iraq", dijo Boehm, "verás que no ha cambiado nada. Tanto en My Lai como en Abu Ghraib se deshumanizó al enemigo y se deshumanizó a nuestros soldados".
La conmemoración formal se realizará este próximo domingo junto a un museo que rinde homenaje de las víctimas de la masacre.
El sábado en la mañana monjes budistas dirigieron un grupo de oración hacia el sitio de la masacre, quemando incienso y rezando por las almas de los que murieron ahí.
Entre la multitud de varios cientos de personas se encontraba Do Thi Buong, 67, que huyó de las tropas norteamericanas hace cuarenta años y cuya madre fue asesinada durante la masacre.
"Sólo queremos paz", dijo. "No queremos que vuelva a pasar algo semejante en ninguna parte del mundo. Todos los años para estas fechas siento una terrible tristeza, y siempre recuerdo a mi madre".
17 de marzo de 2008
©fwdailynews
cc traducción mQh
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