funan a senador pinochetista
14 de mayo de 2008
[Angélica Meneses] Valparaíso, Chile. "Señor Arancibia: Una hora es poco cuando se está cenando, una eternidad cuando se está torturando. Juicio y castigo", sentenciaba uno de los papeles lanzados desde las tribunas del Senado por amigos y familiares del sacerdote Miguel Woodward, desaparecido a manos de la Armada, justo después que la Corte de Apelaciones Valparaíso otorgó este miércoles la libertad bajo fianza a los seis oficiales en retiro procesados por secuestro calificado en el marco de la investigación.
Fueron cerca de diez personas que llegaron al Congreso con el objetivo de funar al ex almirante, a quien llamaron a gritos a entregar la información sobre casos de tortura y desaparición durante la dictadura y a asumir la responsabilidad que le competa en ellos.
Durante la manifestación lanzaron panfletos hasta que sonaron los timbres del hemiciclo dando la orden de desalojar las tribunas. Entonces, personal de Carabineros instó al grupo a salir, sin que se produjeran incidentes.
Nelson Aramburu, secretario ejecutivo de la Comisión Ética Contra la Tortura, dijo que han sido "35 años de silencio, omisiones y mentiras". Enfatizó que "necesitamos que se sepa la verdad, necesitamos que el senador Arancibia responda, está bueno de mentiras, que asuma su responsabilidad y libere a los jóvenes que están hoy en la Armada del peso de las culpas y los crímenes que usted y otros de su clase cometieron".
Arancibia se defendió más tarde, diciendo que "no puedo entregar antecedentes que no tengo. Lo que pude hacer en su momento es avanzar en la búsqueda de las posibles personas desaparecidas en la mesa de diálogo. Así que si alguien hizo algo por darle respuesta esa gente fui yo".
El caso de la tortura y muerte de Woodward fue tipificado en la figura penal de secuestro permanente por la jueza Eliana Quezada. El pasado 3 de mayo, la Corte de Apelaciones de Valparaíso había rechazado conceder la libertad bajo fianza para los seis oficiales (r) por tres votos contra cero, por considerar entonces que los imputados eran un peligro para la sociedad. Pero hoy cambió el criterio y otorgó el beneficio a Sergio Barros, Ricardo Riesco, Adolfo Walbaum, Guillermo Aldoney, Juan Machay y Carlos Costa.
©la nación 
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