ministro pide cambiar binominal
2 de septiembre de 2008
El ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, dio ayer un nuevo paso en su cruzada de reforma del Estado y postuló la urgencia de introducir enmiendas políticas que sustenten gobiernos de mayoría. Durante un seminario organizado por el think tank ProyectAmérica, vinculado a la Concertación, el jefe de gabinete subrayó que "debemos reconocer que la modernización experimentada por el país no ha alcanzado a la política de los partidos". A su juicio, en éstos falta transparencia y democracia interna.
Pérez Yoma señaló, no obstante, que el nudo institucional principal radica en el régimen electoral. "Quiero ser insistente y majadero en esto: no estoy por cambiar el sistema binominal por cambiarlo, sino por uno proporcional, uno uninominal o cualquier otro que asegure la formación de gobiernos de mayoría".
Según Pérez Yoma, los países necesitan la "certeza" de un gobierno mayoritario y el binominalismo, por causa del empate eterno que genera, ha conducido a que una administración mayoritaria vea limitada la facultad de desarrollar su programa y empujada constantes concesiones a una minoría "erigida en cogobernante". El ministro indicó que el sistema electoral incluso está empujando al país "a una progresiva crisis política de impredecibles proyecciones".
En su discurso, Pérez Yoma criticó a la derecha y, en particular, recordó que el presidenciable de RN, Sebastián Piñera, en principio se manifestó favorable a cambiar el binominalismo, pero luego, "presionado por su partido", echó pie atrás y Renovación terminó haciendo una oferta que mantiene "incólume" la regla binominal.
Aunque Pérez Yoma, en la práctica, advirtió al aliancismo -que si llega al gobierno también se encontrara con un Congreso en virtual empate-, Piñera cuestionó la existencia de "cuoteo" y de "operadores" de la Concertación que tienen "capturado" el Estado, agregando que eliminar esta situación requiere sólo de la "voluntad" de la Presidenta.
Piñera explicó que además hay que fortalecer la Contraloría -ayer antes del seminario se entrevistó con el contralor Ramiro Mendoza- y crear una agencia que supervise la calidad de las políticas públicas.
Al paso de Piñera salió el ex ministro de Hacienda Nicolás Eyzaguirre, que refutó los argumentos del accionista de Lan. Con la premisa de que el Estado y las reformas políticas están "capturadas" también por los agentes privados y el financiamiento "oscuro" de los partidos, el recién nombrado director del FMI para el Hemisferio Occidental subrayó que el poder estatal en Chile es pequeño comparado con el resto del mundo y que falta incluso mayor injerencia del Estado en ámbitos como la educación.
"Comparemos peras con peras y no peras-manzanas con uvas", subrayó Eyzaguirre al explicar, por ejemplo, el nivel de la carga impositiva del país y la mala distribución de la riqueza que, argumentó, procede de la Colonia, cuando se asentaron las familias poderosas que aún perduran en el poder.
"Las reformas no son aditivas", sostuvo Eyzaguirre, para precisar luego que cambios parciales no modifican un escenario que debe, añadió, experimentar una transformación profunda, agrandando la incidencia del Estado en la única herramienta que, según destacó, garantiza movilidad social: la calidad de la enseñanza.
En el foro también intervino el senador UDI Pablo Longueira, que si bien valoró a la clase política chilena, indicó que cada día es más difícil "reclutar" dirigentes. Según Longueira, el riesgo de la Concertación de perder el poder puede hacerla más flexible para reformar el Estado en la línea de prepararse para ser oposición. Aprovechó también el parlamentario de reivindicar el pacto que alcanzó en 2003 con el gobierno Lagos para un conjunto de cambios que, sin embargo, no han sido a posteriori bien evaluados por su propio sector, porque habrían salvado al entonces presidente y prefigurado el triunfo de Michelle Bachelet.
©la nación
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