monumento para maría luisa bombal
18 de octubre de 2008
La moción (boletín 6121) recuerda que María Luisa Bombal nació en Viña del Mar el 8 de junio de 1910 y que estudió en el Colegio de los Sagrados Corazones. Tras la muerte de su padre se trasladó, junto a su madre y sus dos hermanas, a Santiago, y posteriormente residió en Francia, donde estudió en el Colegio de Notre Dame de L’ Assomption en París.
Luego se matriculó en la Facultad de Letras de la Universidad de La Sorbonne, en la que permaneció tres años, hasta regresó a Chile junto a su familia.
Por aquella época conoció a Pablo Neruda, con quien cultivó una amistad literaria, y se trasladó a vivir con la familia del poeta a Buenos Aires, donde publicó en 1935 ‘La última niebla’, que logró un notable éxito.
Ése mismo año contrajo matrimonio con el pintor Jorge Larco, pero el enlace no duró más de dos años. En 1938 publicó el libro ‘La Amortajada’, que fue efusivamente elogiado por la crítica especializada, y tres años más tarde la obra fue galardonada con el Premio a la Novela de la Municipalidad de Santiago.
En el año 1939 editó un cuento corto denominado ‘El árbo, en que narra las desventuras de una mujer que no puede expresar su amor en el matrimonio, lo que indudablemente constituye un testimonio de sus propias vivencias.
Por aquella época también se transformó en crítica de cine y escribió el guión de la película ‘La casa del recuerdo’, que fue protagonizada por la actriz argentina Libertad Lamarque.
De regreso a Chile publicó los relatos poéticos ‘Mar, tierra y cielo’ y ‘Trenzas’, y dio inicio al libro ‘La historia de María Griselda’, que se vio interrumpido por una enfermedad que le sobrevino.
Más tarde trasladó su residencia a Estados Unidos, donde colaboró en diversos proyectos cinematográficos y se casó con el aristócrata francés, conde Ráphael de Saint Phalle, matrimonio del cual nació su única hija Brigitte.
En el año 1946 completó ‘La historia de María Griselda’ y escribió ‘El Canciller’ y algunas obras de teatro, y en 1971, tras enviudar, volvió a vivir a Buenos Aires. Sin embargo, en 1973 regresó a Viña del Mar, radicándose junto a su madre.
Por aquella época, en que escribió el cuento ‘La maja y el ruiseñor’, su obra comenzó a ser valorada en nuestro país, y sus admiradores y amigos la postularon sin resultados positivos al Premio Nacional de Literatura. En 1974 obtuvo el Premio Ricardo Latcham, y dos años más tarde recibió el Premio de la Academia Chilena de la Lengua, como reconocimiento a su buen uso del lenguaje.
En 1978 la Secretaría de Relaciones Culturales de la Quinta Región le otorgó el premio Joaquín Edwards Bello, y el gobierno le concedió una pensión de gracia equivalente a doces sueldos vitales anuales.
La moción precisa que "ninguno de estos merecidos reconocimientos logran mitigar su profunda tristeza al no haber podido acceder al galardón máximo con que nuestro país premia a los cultores insignes de la literatura, como fue su caso, lo que unido al fallecimiento de su madre, la llevan a vivir a Santiago, donde se sume en profundas crisis, hasta que enferma gravemente, falleciendo en el más absoluto abandono en el Hospital El Salvador, en 1980, a los setenta años de edad".
Monumento
El proyecto autoriza la construcción de un monumento en memoria de la escritora y poetisa María Luisa Bombal, en la ciudad de Viña del Mar. La obra se financiará mediante colectas públicas, donaciones y otros aportes.
Además se crea un Fondo para recibir los dineros, y se crea una Comisión Especial ad honorem, encargada de ejecutar los objetivos de esta ley, que estará constituida por un senador y un diputado que representen a Viña del Mar; el alcalde de la dicha comuna; un concejal; un representante de la Sociedad de Escritores de Chile, y el Vicepresidente del Consejo de Monumentos Nacionales.
La Comisión tendrá entre sus funciones llamar a concurso público de proyectos para la obra, fijar sus bases y resolverlo; determinar la fecha y la forma en que se efectuarán las colectas públicas; determinar la ubicación del monumento, en coordinación con la Municipalidad de Viña del Mar; disponer y supervigilar su construcción; y administrar el Fondo creado y abrir una cuenta corriente especial para su gestión.
Si al concluir la construcción del monumento quedan excedentes, éstos serán destinados al fin que la Comisión Especial destine.
El monumento deberá erigirse en el plazo de tres años, contado desde la publicación de la ley. Vencido dicho plazo sin que se haya ejecutado la obra, los recursos obtenidos hasta esa fecha serán aplicados a los objetivos de beneficencia que la Comisión establezca.
©diario de la cámara
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