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general gagá se declara loco


Informe pericial entregado a Montiglio verificó serio deterioro mental y clínico. ‘El Lobo’ Arellano no iría a la cárcel por demencia. El juez Víctor Montiglio podría anular el cumplimiento de la pena de seis años o entregarlo a su familia para que cumpla en su domicilio, pero seguramente no lo enviará a un recinto penitenciario.
[Jorge Escalante] Santiago, Chile. Un severo deterioro mental y clínico arrojaron los resultados de los exámenes practicados por peritos del Servicio Médico Legal (SML) en el Hospital Militar al ex jefe de la Caravana de la Muerte, general (R) Sergio Arellano Stark.
El informe realizado por los expertos Ítalo Sigala (salud mental) y Hugo Aguirre (estado clínico general) fue entregado el viernes al juez Víctor Montiglio que instruye el proceso por los crímenes cometidos por el escuadrón que comandó Arellano entre septiembre y octubre de 1973.
‘El Lobo’ Arellano, como lo conocen sus camaradas de arma, debe cumplir una primera sentencia de seis años que se encuentra ejecutoriada por la Sala Penal de la Corte Suprema.
Sin embargo, lo más probable es que ahora el ministro Montiglio resuelva que éste no puede cumplir su sentencia en un recinto penitenciario como el Penal Cordillera en Peñalolén o Punta Peuco.
Aunque la suerte del general (R) de 87 años deberá resolverse luego de varias controversias procesales que, además de lo que decida el juez Montiglio, tendrá que someterse al veredicto de la Corte de Apelaciones de Santiago y la Corte Suprema por la vía del recurso extraordinario de la casación, si los querellantes rechazan el dictamen del juez como probablemente ocurrirá.
El informe hecho llegar al magistrado avala la percepción que tienen del estado mental y clínico de Arellano, personas que lo vieron en los últimos meses.
‘El Lobo’ está aquejado de un nivel serio de Alzheimer, lo que le produce desubicación en tiempo y espacio, importante pérdida de memoria, y relaciona situaciones de la vida común con dificultad. Además, los tests detectaron otras enfermedades propias de la edad lo que genera un cuadro total complejo.
De esta manera la situación de Arellano Stark se diferencia de la del dictador Augusto Pinochet, también sobreseído en 2002 definitivamente del juicio Caravana de la Muerte por demencia irreversible, que luego se demostró que no era tal.

Los Escenarios
Para decidir lo que ocurrirá con el cumplimiento de la sentencia del ex jefe del pelotón, cuya formación estuvo estrechamente vinculado al nacimiento de la DINA en los días posteriores al golpe militar, el ministro Montiglio tiene cuatro escenarios posibles según establece el Código de Procedimiento Penal en sus artículos 687, 688 y 689.
El primero es que resuelva que, debido a su estado de salud mental y clínica, Arellano no está en condiciones de cumplir la condena.
En el segundo el juez puede decidir que el sentenciado la cumpla bajo la protección de su familia, vale decir, un tipo de cárcel domiciliaria.
En el tercero puede dictaminar que el reo constituye un "peligro para la seguridad de la sociedad" y por ello debe cumplir la pena en un recinto público destinado a enfermos psiquiátricos.
La cuarta alternativa, y la menos probable, dice relación con la suspensión de la condena hasta que el reo se recupere de su deterioro mental, momento en el que deberá entrar a cumplir la pena.
Aunque de acuerdo al resultado de los exámenes la lesión mental de Arellano sería irreversible.
Pero al ex jefe de la caravana le esperan todavía al menos siete nuevas condenas por otros episodios del mismo caso.
Por ello, es probable que -independiente de por cual de los cuatro escenarios posibles opte Montiglio- además sobresea definitivamente al ‘Lobo’ de todo el proceso caravana, cuestión que también deberá ser revisada por las cortes si los querellantes se oponen, como todo indica que sucedería.
Si el juez y las cortes anulan la condena a Arellano debido a que no la puede cumplir por su estado mental y clínico, sería primera vez que esto sucede en una causa por violaciones de los derechos humanos.

17 de noviembre de 2008
©la nación
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