pescadores en isla misteriosa
18 de noviembre de 2008
Ya habían pasado los discursos y al momento de ofrecer la palabra a la prensa, una dama que estaba entre los periodistas pidió la palabra.
Con voz entrecortada y denotando mucho nerviosismo, se dirigió al ministro y al almirante, identificándose como familiar de los pescadores de San Antonio que desaparecieron el 15 de agosto, durante el gran temporal que azotó a toda la zona central del país.
"Ellos llevan tres meses desaparecidos, la Armada tiene los medios, por qué no los buscan donde nosotros creemos que están... O se podría pedir una foto a la Nasa, porque ellos están en el medio del océano", dijo.
Frente a esto el almirante Codina le respondió, señalándole que lamentaba la pérdida de esos pescadores, y recalcó que la institución había hecho todo lo que debía, dentro de las normativas vigentes.
Ella insistió, mostrando un diario y una carta firmada por un parlamentario, señalando que la familia había recurrido a todas las instancias, que habían llegado al Congreso y a las instituciones públicas. Pese a elevar la voz, siempre mantuvo un trato respetuoso hacia las autoridades.
"Hemos tocado puertas, hemos ido a todas partes, no tenemos a quien recurrir. Yo sé que no es justo que venga aquí a molestar, pero ¿qué quieren que haga, que me queme, que me amarre? Necesitamos una foto de la Nasa para ver si están en la Isla Podestá", dijo, al borde del llanto.
El almirante Codina, nuevamente le contestó: "Lo lamento mucho, la Armada hizo todas las búsquedas, es más, hemos desplegado diversas acciones, más allá del tiempo usual de búsqueda".
Poco a poco, la mujer se fue calmando. Pasaron varios segundos -que fueron sentidos como varios minutos- en que el silencio primó entre los asistentes. Todos haciéndose parte del dolor de la mujer. Luego se dio por terminado el acto.
La joven, que es hermana de dos de los pescadores desaparecidos fue atendida por un oficial naval.
Isla Misteriosa
Una vez concluido el acto, el almirante Codina respondió a los periodistas presentes sobre el caso.
Y ahí surgió esa otra arista del caso que tiene ribetes de misterio. Porque la información que requería la mujer, se refería a la "isla Podestá". Que, según los marinos, no existe.
Almirante, qué le puede decir a esta familiar sobre el caso de los pescadores desaparecidos?
"Yo lo entiendo muy bien, porque es un caso muy humano. Los pescadores, cuando desaparecen, indudablemente, la familia agotan los medios por encontrarlos, pero después de tres meses es difícil encontrarlos, es una realidad".
Pero, ¿se han hecho todas las búsquedas?
"Las búsquedas, normalmente intensas, se hacen durante 7 días: son búsquedas por todos los medios disponibles, embarcaciones, aviones, helicópteros. Pasados 7 días, ya la búsqueda se hace en forma eventual, porque se asume de que esa persona ya no va a ser encontrada. Difícilmente encontrada, los medios escasos, y hay otras tareas que realizar".
¿Y el caso de la isla Podestá?
"En el caso puntual de esta persona, ellas tienen el dato que les dio una vidente. No es ningún dato exacto, que dice que podría estar en un área del océano donde hay un bajo. Ese bajo ha sido visto una sola vez en nuestra historia, por un navegante, que no recuerdo el nombre, por el año 1890, por ahí. Y figura en las cartas de posición dudosa, porque nunca más, nadie lo ha visto. Por lo tanto, eso se va a conversar con ella. Se trataría de un bajo que está a unas 200 millas de la costa, indudablemente, si el avión pasa, no hay nadie, no va a ver a nadie".
Esto lo mencionó una vidente, entonces.
"La vidente, yo no sé que conocimiento de mar tiene".
El almirante señaló que la mujer es una familiar directa de los pescadores desaparecidos, y lógicamente, cuando pasan estas cosas, los familiares buscan todos los medios para solucionarlo. "Cuando tienen a alguien enfermo, se recurren a videntes, a cualquier cosa para sanarlo. Es un drama humano que lo he visto varias veces en mi vida de marino, y lo comprendo".
Búsqueda de la Isla Podestá
La situación fue rápidamente graficada por los efectivos navales. En forma rápida se ubicó una carta y allí se visualizó la situación. El propio almirante Codina mostró el punto donde desaparecieron los pescadores ese infausto 15 de agosto, en San Antonio.
Luego marcó el Archipiélago Juan Fernández, y posteriormente, en medio del Océano Pacífico, a 1.500 kilómetros de Valparaíso, ese punto que podría llamarse ‘isla Podestá’.
Otro oficial naval trajo un documento fotocopiado del Derrotero Costa de Chile, Volumen I, en el capítulo Rocas y Escollos Oceánicos, página 292.
Allí, entre otros puntos, se mencionan otras tres "rocas", un "arrecife" y la "isla Podestá".
Su texto es el siguiente:
"Denunciada en 1879 en Lat. 32º 15’ S, Long. 89º 08’ W. Es una isla de forma ovalada de 6 cables de circunferencia, con una restinga en su extremo SW de más o menos 2 millas, donde el mar revienta constantemente. Su altura es de 12.20 metros. Naves que han pasado por la situación arriba indicada no la han avistado".
Más adelante, el texto agrega:
"En 1957, el Buque Escuela Esmeralda efectuó una rebusca sistemática de esta isla, empleando radar y vigías por alto, que abarcó un área de más de 1.350 millas cuadradas. Pese a las buenas condiciones de visibilidad en esta rebusca, ella resultó infructuosa".
©estrella de valparaíso
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