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La UNESCO creó en la ESMA el centro internacional de promoción de los derechos humanos. Acompañada por el titular de la Unesco, Koichiro Matsuura, y por los organismos de derechos humanos, la presidenta aprovechó la firma del acuerdo con el organismo internacional para reclamar que "se juzgue a los responsables" de la represión ilegal.
Argentina. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner reclamó ayer que "se juzgue a los responsables" de las graves violaciones a los derechos humanos cometidas durante la última dictadura militar, destacó que "tenemos la obligación como argentinos y ciudadanos de honrar la memoria y la verdad" y lamentó que "la Justicia todavía no ha sido honrada". El reclamo formó parte del discurso de inauguración del primer Centro Internacional para la Promoción de Derechos Humanos, creado ayer por un convenio entre el gobierno nacional y la Unesco y que funcionará en el predio de la ex Escuela de Mecánica de la Armada. Koichiro Matsuura, director de la Unesco, elogió la decisión de convertir "un centro de detención, tortura y muerte en un centro para cultivar la vida, los derechos humanos y la paz".
"Quiero reclamar, con todo respeto a la división de los poderes, no celeridad ni tratamiento distintivo, sino una vez más que se haga justicia y se juzgue a los responsables", expresó la presidenta. "Nos hubiera gustado no tener que reunirnos para recordar esto", aclaró, en referencia a los crímenes de la dictadura. "Pero tenemos la obligación como argentinos y como ciudadanos de honrar la memoria y la verdad", agregó. Destacó que "la Justicia todavía no ha sido honrada" y desarrolló la idea: "Si bien hemos conseguido a través de los poderes de Estado la anulación de las leyes mal llamadas del perdón, que yo llamo de la impunidad, aún continúan demoradas algunas causas judiciales".
En referencia al Espacio para la Memoria y para la Protección y Defensa de los Derechos Humanos, anunciado el 24 de marzo de 2004 en el predio del mayor centro clandestino de la Armada, la presidenta destacó que la ESMA "es memoria para todos y no sólo para un sector, porque este lugar no pertenece solamente a los que sufrieron y sus familiares". Fernández de Kirchner celebró que "la historia, más tarde o más temprano, siempre se conoce, y no hay posibilidad de taparla por una eternidad".
La presidenta afirmó que el emplazamiento del Centro de la Unesco implica una "distinción" para Argentina. Destacó que su creación "nos ubica en la vanguardia de los países que honramos esta lucha y nos hacemos cargo de la historia" e implica al mismo tiempo el "reconocimiento de la más grande tragedia que vivió nuestro país, cuyas secuelas aún sufre la sociedad". Entre esas secuelas incluyó el desconocimiento, "en la absoluta mayoría de los casos", del "destino de miles y miles de argentinos y argentinas desaparecidos y desaparecidas, privando a sus familias y seres queridos de uno de los derechos más antiguos de la humanidad". "Como Sófocles lo reveló magistralmente en Antígona, el derecho de rescatar, honrar y recordar a los seres queridos", agregó.
El director de la Unesco, que antecedió a Cristina Kirchner en el uso de la palabra, elogió la tarea del gobierno en materia de derechos humanos y la elección del edificio que fue de la ESMA como centro de la memoria. Lo definió como "un símbolo de la contribución de América latina en la promoción de los derechos humanos a nivel global" y confió en que se convertirá en "un catalizador para la edificación de sociedades incluyentes y respetuosas de la dignidad humana". Koichiro Matsuura explicó que la creación del Centro apunta a "asegurar que las atrocidades nunca volverán a repetirse" y "nos aproxima y une a todos, por encima de nuestras divergencias, en el reconocimiento de los valores humanos".
El director de Unesco utilizó palabras del discurso de Cristina Fernández ante la Asamblea General de la ONU. "Los derechos humanos no deben ser un ejercicio exclusivo de un momento. Son el resultado de profundas convicciones de experiencias históricas y esencialmente de la convicción de lo que universaliza a todos los ciudadanos de este mundo global, que es la lucha y el compromiso con la vigencia irrestricta e incondicional de estos derechos", explicó. Antes de concluir adelantó que "la Unesco se compromete a prestar apoyo en sus áreas de competencia para ayudar a la gente de Tartagal".

Canto sobre la Muerte
Durante su discurso, la presidenta celebró la confirmación del hallazgo de la nieta número 97 apropiada durante la dictadura e identificada por las Abuelas de Plaza de Mayo. "Por esas cosas que algunos llaman casualidad, pero yo llamo señales de una labor incansable, hoy se acaba de descubrir la identidad de una nieta más", dijo. Se trata de un "canto victorioso sobre la muerte, sobre los que quisieron tapar la verdadera historia", agregó, y recordó que el derecho de la identidad es "un derecho colectivo" que "todos los argentinos tenemos la obligación y el deber de conocer".
En ese sentido, afirmó que "todos los poderes del Estado y los medios de comunicación tienen la obligación de ayudar a que sepamos la verdad de la identidad de todos los hijos de los detenidos-desaparecidos". "Recién entonces estaremos haciendo justicia a cientos de jóvenes que no saben quiénes son, incluso a aquellos que no han advertido que negándose a saber de dónde vienen y de dónde son difícilmente puedan alcanzar el derecho de saber quiénes son y hacia dónde van", manifestó.
"Tiene que haber honestidad intelectual en quienes, ungidos por el voto popular o con la obligación de informar a la sociedad, den cuenta de esas identidades y contribuyan con todos los instrumentos y hasta con sus decisiones personales a reconocer estas identidades", pidió. "Sólo entonces estaremos haciendo justicia a esos cientos de hombres y mujeres jóvenes que aún no saben quiénes son", concluyó.
Del acto también participaron el canciller Jorge Taiana, el ministro de Educación, Juan Carlos Tedesco; de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Aníbal Fernández; el pianista Miguel Angel Estrella; Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; Hebe de Bonafini, de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, y la presidenta de Abuelas, Estela de Carlotto. "En medio de tanto dolor, tanta tragedia, desolación y muerte, estas mujeres de pañuelo blanco reconstruyeron la dignidad del país", las elogió la presidenta. Luego ponderó "la labor incansable, inclaudicable, infatigable de estas mujeres que siguen buscando en cada uno de los nietos", y destacó que se trata de los nietos "de todos los argentinos".

14 de febrero de 2009
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