los planes de detención de obama
23 de mayo de 2009
Ciertamente, existen algunas herramientas legales que permiten la detención de las personas que representan un peligro: las leyes de cuarentena así como precedentes judiciales permiten el confinamiento de agresores sexuales y enfermos mentales peligrosos. Todos los días en Estados Unidos hay personas a las que se les niega la fianza y se las encierra porque las han declarado un peligro para sus comunidades, aunque no han sido condenadas por nada.
Sin embargo, el concepto de detención preventiva está en los límites más remotos de las leyes estadounidenses, y algunos juristas dicen que cualquier plan para el encarcelamiento sin juicio de sospechosos de terrorismo estará inevitablemente destinado a terminar en la Corte Suprema.
De momento Obama ha proporcionado pocos detalles sobre el sistema que propone, aparte de decir que estaría sometido al control del Congreso y tribunales. Si es constitucional o no, dijeron los juristas en entrevistas, dependerá muy probablemente de la imparcialidad de esos procedimientos de revisión.
A fin de cuentas, sugirieron, la cuestión de la constitucionalidad implicaría una mirada nacional en el espejo: ¿Esto es lo que hace Estados Unidos?
"Tenemos excepciones limitadas al principio de que sólo se encierra a la gente que ha sido sentenciada", dijo Michael C. Dorf, profesor de derecho constitucional en Cornell. "Pero son excepciones escasas, y no queremos que aumenten, porque nos ponen incómodos".
En su discurso sobre política antiterrorista del jueves, Obama, enfatizando que quería procedimientos correctos, trató de distanciarse de lo que los críticos del gobierno de Bush ven como su sistema de detenciones arbitrarias.
"En nuestro sistema constitucional", dijo Obama, "la detención prolongada no debería ser decidida por una sola persona".
Pero los críticos de Obama dicen que su propuesta es una réplica de Bush. Cerrar la cárcel en Bahía Guantánamo, Cuba, y mantener a los detenidos bajo un nuevo sistema de detención preventiva sería simplemente "trasladar Guantánamo a una nueva ubicación y bautizarla con otro nombre", dijo Michael Ratner, presidente del Centro para los Derechos Constitucionales. El ministro de Defensa Robert M. Gates sugirió este mes que con ese sistema se podría retener en Estados Unidos a unos cien detenidos.
Obama prefirió llamar "detención prolongada" su propuesta, lo que la hizo sonar como más tranquilizadora que algunos de sus nombres más familiares. En algunos países se llama "detención administrativa", una designación con un ligero aire totalitario. Algunos de sus defensores la llaman "detención indefinida", que evoca la posición del gobierno de Bush de que los detenidos en Guantánamo podrían ser detenidos hasta el término de la guerra contra el terrorismo -quizás por el resto de sus días-, inclusive si eran absueltos en juicios por crímenes de guerra.
La propuesta de Obama fue un indicio de las dificultades que representa el plan del presidente de cerrar en enero la cárcel de Guantánamo. La opción de la detención prolongada es necesaria, dijo, porque podría haber algunos detenidos que no pueden juzgados pero que siguen representando un peligro de seguridad.
Estos, dijo, son prisioneros que de hecho están en guerra con Estados Unidos, pese a haber pasado cerca de siete años en Guantánamo. Citó como ejemplo a los detenidos que recibieron extensos cursos sobre explosivos en campamentos de al Qaeda, juraron lealtad a Osama bin Laden o han dejado de otro modo en claro que quieren matar a estadounidenses.
Otros países, incluyendo Israel e India, han tenido leyes que permiten la detención indefinida de sospechosos de terrorismo, dijo Monica Hakimi, profesora de derecho en la Universidad de Michigan que ha escrito sobre la materia. Pero, dijo, pocos se prestan para una detención indefinida, y varios países europeos han restringido la detención preventiva a días o semanas.
La propuesta de Obama, dijo Hakimi, parece ser una "aproximación agresiva que otros países desarrollados occidentales normalmente no adoptan".
El viernes en una carta al presidente el senador Russ Feingold, demócrata de Wisconsin, dijo que no estaba seguro de que la idea de Obama fuera constitucional, y agregó que "esa detención es el sello de los sistemas abusivos que hemos criticado en todo el mundo durante nuestra historia".
Algunos críticos del gobierno de Bush, que se han convertido igualmente en críticos de Obama, han dicho durante largo tiempo que son escépticos de que haya detenidos que sean un peligro demostrable para el país, pero contra los cuales el gobierno no puede montar una acusación en tribunales.
Pero algunos proponentes de un sistema de detención indefinida alegan que los 240 detenidos que quedan en Guantánamo incluyen a los yihadistas sanguinarios y quizás algunos tan resentidos por su experiencia que ningún presidente querrá dejarlos libres. Y entre ellos, dicen los proponentes, hay algunos que no pueden ser juzgados, en parte por falta de pruebas y en parte por las evidencias contaminadas.
Benjamin Wittes, investigador de la Brookings Institution, dijo que la propuesta de Obama era contraria al curso que está tomando su gobierno. Pero eso fue antes de que él y sus asesores tuvieran acceso a informaciones detalladas sobre los detenidos, dijo Wittes, que en el año pasado en un libro argumentó a favor de un sistema de detención indefinida.
"Este es el tipo que juró proteger al país", dijo. "Y si tratas la cuestión de cuánta gente puedes llevar a juicio y cuántos te aterra dejarlos marchar, tienes que tener un cierto tipo de autoridad para detenerlos [indefinidamente]".
Abogados de libertades civiles dicen que las leyes penales estadounidenses están escritas de manera suficientemente amplia como para que sea relativamente fácil condenar a sospechosos de terrorismo. Dicen que Obama no ha defendido bien su punto de vista de que hay una categoría preocupante de detenidos que son demasiado peligrosos para ser liberados, pero que tampoco pueden ser condenados. La razón por la que se tiene un sistema de justicia criminal, dicen, es para confiarle la determinación de quién es culpable y quién no lo es.
"Si no pueden ser condenados, entonces hay que dejarlos ir", dijo Jameel Jaffer, un abogado de la Unión Americana por la Libertades Civiles. "Eso es lo que se quiere decir cuando se habla del poder judicial".
©new york times
cc traducción mQh
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jordi miralpeix -