se fugó la contadora nazi
27 de mayo de 2009
Nunca apareció hasta ahora en la escena judicial, pero es una de las piezas vitales de la fortuna oculta del clan criminal, y quien trianguló junto al "gerente" del grupo, su esposo Hans Jürgen Blanck Ehnert, las remesas de dólares enviadas bajo claves y disfraces a su jefe Paul Schäfer cuando se ocultaba en Argentina.
Según los alemanes que aún viven dentro del predio, 40 kilómetros al este de Parral, en la Región del Maule, la "tía" Erika salió a Alemania el pasado 14 de mayo para visitar a una hija en ese su país de origen.
Pero en Policía Internacional no registra movimiento de salida o entrada de Chile desde 1982.
La alemana salió del fundo ese día junto a su hijo Markus Blanck, quien sí registra una salida a Frankfurt vía Madrid el 14 de mayo. La duda que persiste es si la administradora financiera huyó a algún lugar fuera de Chile con identidad falsa.
Aunque fuentes policiales sostienen que lo más probable es que la mujer esté escondida en alguna parte del país.
El punto es que las partes demandantes en el caso Colonia Dignidad, que prefieren no hablar por temor a enemistarse con el juez de la causa Jorge Zepeda, le pidieron a comienzos de mayo que decretara arraigo en contra de la viuda del "gerente" Blanck por la cuantiosa información que ésta tiene acerca de los dineros sucios de la secta. Pero Zepeda negó decretarlo.
La principal crítica al magistrado es que éste nunca ha querido abrir una indagatoria acerca del origen de la fortuna de los alemanes.
Nadie supone que "su riqueza surgió de las mermeladas, los panes de pascua, los salchichones y el ripio que venden a las constructoras", de acuerdo a otra fuente conocedora de los malos pasos de los "tíos benefactores", como pomposamente se hicieron llamar desde que llegaron a Chile en 1961.
Algo extraño sucede con el caso Colonia Dignidad, a pesar de todo lo que se conoce sobre algunos de sus crímenes cometidos bajo la figura una asociación ilícita, como ha sido reiteradamente calificada en resoluciones judiciales.
Hasta hoy, quienes más saben sobre ella, quienes más han husmeado sus pasos desde dentro y fuera, prefieren seguir callando, por miedo, conveniencia, o porque mantienen negocios privados con sus empresas.
A pesar de que existen pistas de que Dignidad mantiene cuentas bancarias en paraísos fiscales como Saint Kitts y Nevis, el juez Zepeda nunca ha explorado hasta ahora esos antecedentes.
Tampoco ha investigado los antecedentes que existen acerca del tráfico de armas, aún cuando varios de los integrantes de su cúpula han aportado pistas.
Entre las empresas con gestión pública sobre las que tiene tuición la fugada administradora, están Abratec S.A., Agripalma S.A., Bardana S.A., Cinoglosa S.A., Inversiones Cerro Florido Limitada, y Agrícola Rarinco Ltda..
Según un informe de la Brigada Investigadora de Lavados de Activos de la Policía de Investigaciones, todas las sociedades con aportes de capitales truchos que giran en torno a los mismos jerarcas y sus hijos.
Informe de Movimientos Financieros
En la investigación del juez Zepeda consta que cuando hace cuatro años el interventor del gobierno Herman Schwember pidió a Erika Heimann informes acerca de los movimientos financieros de las empresas referidas y las cuentas que Colonia Dignidad maneja en Chile y el extranjero, ésta negó la información.
Por lo que las indagaciones del interventor no pudieron arrojar todos los antecedentes requeridos.
No obstante, al no existir una investigación judicial exhaustiva acerca de las platas de este clan alemán, "lamentablemente no se puede conocer el origen de la fortuna de esta asociación ilícita", comentó a La Nación una fuente judicial.
A la "tía" Erika se le conoce como una mujer de muy bajo perfil, pero con un gran poder al interior de la jerarquía. "Brutal con los colonos que no pertenecían a la cúpula", manifestó uno de los primeros fugados desde el fundo en la década de los años setenta.
Algunas Pistas No Indagadas
Antecedentes del probable origen de la fortuna de Colonia Dignida para iniciar una investigación, existen. Además de múltiples datos que aparecen sueltos en diversas declaraciones judiciales de algunos de estos alemanes, Klaus, hijo del conocido como "hombre de las armas" de la jerarquía, Kurt Schnellenkamp, confidenció en una publicación alemana hace un tiempo que "cuando en septiembre de 2005 confronté a mi padre por el tráfico ilegal de armas de Colonia Dignidad en la cárcel donde lo tenía el ministro Jorge Zepeda, él me contestó sonriente: Son todas cosas formales, pero si nos descubren una sola cuenta bancaria, todo el negocio se viene abajo".
Una carta atribuida a Kurt Schnellenkamp de 1996, existente en el proceso, revela que éste habría sido pieza importante para sacar de Chile "un cargamento de 80 cajones con supuestos ejes para camiones destinados a Irak, pero con Hans Jürgen Blanck sabíamos que 50 de ellos contenían armas de guerra altamente peligrosas". Tampoco esta pista ha sido investigada.
©la nación
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