sí, a los caballos se los mata
17 de julio de 2009
El video al que me refiero es un ‘clip de noticias’ que presenta a los ‘padres’ del gimnasta Shawn Johnson explicando su difícil decisión de ‘eutanasiar’ a Shawn con "un rápido balazo a la cabeza" después de que sufriera una lesión que podría poner fin a su carrera.
El video mismo es humorístico, pero también muy profundo, ya que pone en el foco de la atención los prejuicios más comúnmente defendidos por humanos contra no humanos.
Como explicaba el profesor Gary Francione:
"Al aplicar el lenguaje que oímos cuando ‘se pone a dormir’ a caballos de carrera lesionados en un contexto que implique a un ser humano, obtenemos un interesante punto de vista y es que incluso las personas que afirman que ‘aman’ a los animales, a menudo los tratan como mercancías y los consideran exclusivamente como medios para conseguir un fin".
Como lo demuestra el video, los animales utilizados para la entretención humana son considerados como cualquier otra mercancía -como cosas prescindibles, no como seres vivos cuya vida debe ser respetada.
Las carreras de caballo en Estados Unidos son un negocio de cuarenta mil millones de dólares. Como ocurre con la industria del alimento animal, ese grado de rentabilidad hace en lo esencial que la industria quede exenta de las restricciones que imponen las leyes de bienestar animal, que existen (en teoría) para proteger a los animales contra el sufrimiento innecesario.
Pese al hecho de que los animales quedan lesionados y son sacrificados en las pistas todos los días, la opinión pública en general parece bastante indiferente frente al hecho de que esta brutalidad ocurre sin motivos aceptables. Las carreras de caballo sólo existen para satisfacer los deseos egoístas de gente que, por algún razón inconcebible, se niegan a ver que estos animales son obligados a arriesgar su vida, simplemente para que los humanos puedan vivir la excitación de la apuesta y verlos correr en una pista. Todos los días personas que son normalmente buenas, decentes y en general bastante civilizadas, no tienen ningún escrúpulo para mirar animales obligados a correr -literalmente a velocidades que les pueden romper el cuello-, arriesgando sus vidas para beneficio de la entretención humana.
Como se lee en el New York Daily News:
"Mientras la humanidad exija que corran a gran velocidad en condiciones estresantes, los caballos seguirán muriendo en los hipódromos".
Dicho simplemente, las carreras de caballo son una forma socialmente aceptable de maltrato animal.
Aunque han habido varios casos donde el corazón de los fans ha sido conquistado por ‘caballos famosos’ lesionados, esas historias, pese a lo trágico, son sólo la punta del iceberg. Barbaro y Eight Belles -dos ejemplos recientes de animales conocidos que fueron eutanasiados después de que se rompieran las patas- son sólo dos de los miles de caballos que, solamente en Estados Unidos, son ofrendados como víctimas de sacrificio en el altar de la entretención humana.
En las carreras de caballo y en la carrera de obstáculos (todavía más peligrosas), las lesiones que sufrieron Barbaro y Eight Belles no son sólo cosas de todos los días, sino además moderadas si se las compara con algunas de las horribles muertes que sufren los caballos, como lo demuestra este convincente video de 90 segundos producido por Animal Aid.
De acuerdo a un sondeo de la Associated Press de 2008:
"Los hipódromos de caballos de pura sangre en Estados Unidos informaron sobre la muerte de más de tres caballos al día y cinco mil desde 2003, y la inmensa mayoría son puestos a dormir después de sufrir devastadoras lesiones en las pistas... Incontables muertes no son siquiera reportadas debido a la deficiente archivación".
Esta cifra no incluye a caballos que fueron sacrificados simplemente porque alcanzaron la edad en que ya no se los considera en estado de competir. ¿Qué ocurre con los caballos que ya ‘no sirven’ para correr? En su mayor parte, son vendidos para cría, o enviados a los mataderos para consumo humano y animal. De acuerdo a Gary Francione, cerca del 75 por ciento de todos los caballos de carrera terminan en mataderos.
Según informó ABC News Online:
"De los ochenta mil caballos exportados por Estados Unidos cada año para su consumo humano o animal, los activistas que los defienden calculan que un diez por ciento (ocho mil al año) son ex caballos de carrera... El ejemplo más famoso es el de Ferdinand, que ganó el Kentucky Derby de 1986, y fue más tarde sacrificado para ser vendido como alimento en Japón".
Los caballos deben pensar que los humanos tienen un extraño modo de demostrar aprecio.
Laurie Lane es presidente del capítulo de Nueva Jersey, de ReRun, una organización que paga a granjeros para rehabilitar a caballos de carrera.
"Creo que es una terrible injusticia", dice Lane. "Creo que no harías lo mismo con un jugador de fútbol americano que hubiera ganado un Super Tazón y se hubiera lesionado la espalda al año siguiente".
Pero esto nos devuelve al problema inicial, que es que cuando se trata de animales, nuestra conciencia moral colectiva está en un estado de grave atrofia.
Como dice el profesor Francione:
"Creemos que es aceptable que usemos a los animales provisto que los tratemos humanamente... Como demuestra el video de Onion, deberíamos considerar eso como absurdo en el contexto humano... Es sólo que privilegiamos a nuestra especie lo que nos imposibilita ver que es igualmente absurdo en el contexto animal".
Hay algunos derechos básicos que debiésemos reconocer para todos los animales. Incluso las leyes de este país establecen que los animales tienen derecho a vivir una vida sin sufrimientos innecesarios.
Como afirma Francione en su libro, ‘Introduction to Animal Rights’:
"Cualquiera sean las diferencias que podamos tener, debemos ponernos de acuerdo en que si la prohibición de los sufrimientos innecesarios debe significar algo, es que moral y legalmente es malo infligir sufrimientos a los animales meramente para nuestro placer o entretención".
Espero que los lectores estén de acuerdo con que este tipo de crueldad en la entretención humana no es necesario. Tengo la esperanza de que todos estemos de acuerdo en que la experiencia de que se te rompan las patas, los tobillos, los cuellos, la espalda y eventualmente que te mueras a causa de ello, se puede definir generalmente como sufrimiento.
Los testarudos prejuicios de los apólogos de las carreras de caballo los resume perfectamente un entrenador caballos, citado online:
"Los animales no tienen nade que decir sobre esto, pero cuando llegan a este nivel, seguro que el trato también les conviene".
Se refiere al cuidado que reciben los caballos de carrera cuando son todavía útiles para sus dueños. Obviamente, se invierte un montón de tiempo para que un caballo de carrera se mantenga en condiciones de correr. Pero creo que nadie podría creer que Barbaro y Eight Belles hicieron un buen negocio -ni ellos ni los otros cinco mil caballos de carrera que fueron sacrificados entre 2005 y 2008.
Pero tiene razón en una cosa, sin embargo. Ninguno de esos animales tuvo nada que decir.
26 de junio de 2009
©care2
cc traducción mQh
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