cuidado con los birthers
Bill Maher es anfitrión del programa ‘Real Time with Bill Maher’, del canal HBO. 2 de agosto de 2009
Durante las últimas semanas, nos hemos reído de buena gana de las excéntricas payasadas de los birthers -esos memos de extrema derecha que afirman que Barack Obama no nació realmente en Hawai y por eso la presidencia debería ser traspasada a la que llegó segunda, la ex Miss California Carrie Prejean.
También, cuando Obama juró como presidente, olvidó dar su respuesta de modo interrogativo.
Y, sin embargo, cada semana crece más el coro de conservadores que exigen ver su certificado de nacimiento. Es como si fueran el policía de Cambridge, y Obama está en su casa -la Casa Blanca- y le exigen que muestren su carné de identidad.
Y no hay nada que pueda convencerlos. Si les entregas, en persona, el certificado de nacimiento y un video de Obama emergiendo del viente con Don Ho cantando en el fondo... tampoco lo creerán.
Vote usted:
¿Deberíamos tomar en serio la creencia de los birthers, pese a que es falsa?
-Sí, podría causarnos problemas en el futuro.
-No, no debería dársele más publicidad al asunto.
Esto plantea la pregunta: ¿Por qué, en este país, es siempre la derecha religiosa la que no acepta nada de buena fe?
De momento, la reacción de los demócratas ha sido reírse, y entiendo por qué. Si crees seriamente que el presidente Obama es un espía africano encubierto, será mejor que salgas del chat room y controles si tu casa no tiene plomo.
Pero vivimos en Estados Unidos, y en Estados Unidos si no eliminas inmediatamente un absurdo como este, ridículo como es, puede crecer y desarrollarse y finalmente apoderarse de todo, como mala hierba o reality shows sobre gente gorda.
Esta absurda obsesión de la extrema derecha es una pérdida de tiempo total, pero también lo era Whitewater, y miren en qué terminamos. Un puñado de operativos republicanos, enrabiados con el extraordinario crecimiento económico y excedentes presupuestarios de Bill Clinton, encontraron a una mujer llamada Paula Jones, que condujo a una mujer llamada Monica Lewinsky, que proporcionó suficientes materiales como para poder comprarse una enorme casa en Bel-Air. Que todavía me preocupa.
Más recientemente tuvimos las acusaciones de Swift Boa contra John Kerry. Kerry fue acusado de presentarse voluntariamente para servir en Vietnam para pararse frente a una bala y recibir una medalla y entonces deshacerse de ella para satisfacer su impulso de insultar a estadounidenses de verdad. Era tan estúpido que Kerry se negó incluso a discutirla.
Y todos sabemos lo bien que funcionó.
Y una vez que estas historias empiezan a circular, son muy difíciles de erradicar porque nuestros medios de información no son capaces de cantarles las cuarenta a los estúpidos. Vietnam, Iraq y la Guerra Hispano-Americana se iniciaron sobre la base de mentiras que nadie puso en duda o que incluso fueron difundidas por los medios. Clinton fue impugnado y Kerry destruido en gran parte porque los medios no tuvieron el coraje de decir: "Esto no tiene sentido".
Lou Dobbs ha estado diciendo recientemente que la gente se está haciendo preguntas sobre el certificado de nacimiento. Sin embargo, la misma gente quiere saber adónde se va el sol por la noche.
Y Lou, tú eres su nuevo rey.
Es por eso que es tan importante que nosotros los menos, los orgullosos, los que nos basamos en la realidad ataquemos esta idiotez antes de que tenga la posibilidad de crecer y expandirse. No se trata de los demócratas contra los republicanos. Se trata de los seres sintientes contra los lagartos, y a estos les ofrezco el siguiente acuerdo: Les mostraré el certificado de nacimiento de Obama cuando ustedes me muestren el diploma de secundaria de Sarah Palin.
31 de julio de 2009
cc traducción mQh
©los angeles times
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