se reagrupan bandas paramilitares
21 de septiembre de 2009
Sus reclutamientos -los que ha hecho con plata y por la vía de la amenaza- tienen asustado al Llano. Tanto que entidades como la Defensoría del Pueblo, la Comisión Nacional de Reparación y la misma Misión de Observación de la OEA están en alerta por el desplazamiento forzado de decenas de familias que prefirieron huir de sus tierras antes que dejar que sus hijos terminen en el ’Erpac’, el Ejército Revolucionario Popular Antiterrorista de Colombia.
Mientras la atención del país y de las mismas autoridades se ha concentrado en el recrudecimiento de la violencia en Medellín y el suroccidente, al otro lado del territorio nacional ’Cuchillo’ ha logrado consolidar a su banda usando métodos de los viejos ’paras’.
En este momento, según informes de Inteligencia que están en manos del Ejército y del CTI de la Fiscalía, el ’Erpac’ tiene más de 1.120 integrantes repartidos en cuatro frentes. Manejan rutas de la coca en Meta, Guaviare, Vichada y Casanare y, dicen informes oficiales, han logrado consolidar un importante control sobre el río Guaviare para sacar cocaína hacia Venezuela y Brasil.
’Cuchillo’ ha podido evadir los operativos en su contra -ordenados directamente por el presidente Álvaro Uribe- gracias a una red de apoyo en la que hay funcionarios oficiales y miembros de la Fuerza Pública que, incluso, han sido señalados de favorecer su ’empresa de reclutamiento’.
Familias de municipios como Mapiripán (Meta), Puerto Concordia, Calamar y San José (Guaviare) han denunciado que cuando pidieron protección de la Policía para salir de la zona no tuvieron apoyo.
"Se trata de un reclutamiento sistemático que está creciendo. Usan a los muchachos para transporte de armas y droga, o como ’puntos’, como se les llama a los informantes en lugares estratégicos", dice el defensor del Pueblo de Meta, Eduardo González.
La Defensoría ha recibido denuncias sobre al menos 40 muchachos que se fueron con el Erpac en los últimos meses, bien por plata o bien forzados. Pero la cifra es mucho mayor porque, dice González, hay temor a hablar. El ICBF registra que se han desplazado por amenaza de reclutamiento 65 niños, muchos de ellos indígenas. El miedo también se siente en los barrios populares de Villavicencio, donde rondan reclutadores de ’Cuchillo’ y de las Farc.
El Regreso de ’Martín Llanos’
Casi cinco años después del fin de la guerra entre los ’Buitragueños’ de ’Martin Llanos’ (Héctor Buitrago) y los ’paras’ de Miguel Arroyave, en la que murieron al menos 800 personas, dos protagonistas de primera línea en esa pelea vuelven a estar en escena: uno es es ’Cuchillo’, ex lugarteniente de Arroyave, a quien terminó asesinando; y el otro es ’Martín Llanos’, el jefe del bando que perdió la guerra y quien está de regreso después de años de exilio. Supuestamente estaba en Ecuador.
Habitantes de municipios como Maní y Tauramena, en Casanare, informaron que lo volvieron a ver y que se mueve por la zona rural. Según informes de inteligencia conocidos por EL TIEMPO, su grupo de seguridad personal ya supera las 30 personas.
"Hay denuncias de excombatientes de las Autodefensas Campesinas del Casanare (ACC), en proceso de reintegración, que han tenido que desplazarse de municipios como Monterrey, Tauramena y Yopal hacia Villavicencio -dice el reporte-. Están buscándolos para reclutarlos y realizar operaciones en el norte y el oriente de Casanare".
El Comisionado de Paz, Frank Pearl, dice que en los Llanos, como en otras zonas del país donde el narcotráfico sigue siendo fuerte, "la presión sobre los que se desmovilizaron es muy fuerte".
Hasta ahora, reportan fuentes desde el sitio, los índices de violencia no se han disparado porque ’Cuchillo’ y las Farc han hecho alianzas para manejar el narcotráfico gracias a un ’mediador’ que se mueve igual entre los dos bandos: Daniel ’el Loco’ Barrera.
Pero ’Martín Llanos’ ha entrado en la escena y está buscado, según informes que manejan las autoridades, alianzas con las Águilas Negras para retar los poderes que hoy mandan en el oriente.
Un Capo Que Asesinó a Su Jefe
Pedro Olivero Guerrero, más conocido como ’Cuchillo’, adquirió poder en el mundo de la mafia luego de asesinar a su jefe, el paramilitar ’Miguel Arroyave’, para apropiarse de las rutas de narcotráfico en Guaviare, Vichada y Meta.
Su vida en la ilegalidad comenzó al lado del extinto capo Gonzalo Rodríguez Gacha. Más tarde se unió al Bloque Centauros de las Auc. Hoy, ’Cuchillo’ es considerado como el jefe de una poderosa red de narcotráfico que tiene nexos con las Farc, y por quien ofrecen 5 mil millones de pesos de recompensa. Además, comanda el Ejército Revolucionario Popular Anticomunista Colombiano (Erpac), que se ha convertido en un verdadero ’ejército’ irregular en los Llanos y en el Guaviare.
©el tiempo
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