conflicto afecta nuevas zonas
24 de septiembre de 2009
¿A qué se deben los cambios geográficos que hará el CICR?
Los conflictos evolucionan. En ciertas zonas del país la intensidad del conflicto es más baja. Pero hay que reconocer que el conflicto se ha movido a regiones que hace 10 años no estaban afectadas. Nos dimos cuenta que tenemos que hacer mayor presencia en zonas como el Pacífico y las fronterizas que son de más difícil acceso para el Estado y otras organizaciones y que el CICR por la calidad de sus contactos con los actores armados, puede atender.
¿Estamos en el mismo punto que hace 10 años en el tema humanitario?
No es del caso comparar. Pero la situación es delicada. Estamos hablando, entre otros, de tres millones de desplazados según cifras oficiales, de 40.000 desaparecidos y de miles de personas víctimas de minas antipersonales o de restos explosivos de guerra.
¿Sigue siendo igual el desplazamiento?
Reconocemos la capacidad de Acción Social para darles atención a los desplazados. Pero queremos insistir en que esa capacidad debe mejorar en el desplazamiento individual, el que llega gota a gota a las ciudades, y que el CICR atiende. Consideramos que hemos llegado a un punto de inflexión y que el Estado debe asumir esa responsabilidad. Así nosotros nos concentramos en casos de desplazamiento masivo en zonas que viven intensamente el conflicto.
Usted mencionó una cifra de 40.000 desaparecidos...
Es una cifra de la fiscalía. Tenemos mucha preocupación en este tema. Con todo respeto por las familias de los detenidos por las Farc, quienes han merecido todo nuestro apoyo, respeto y solidaridad, pero estamos hablando de 23 familias. En el caso de los desaparecidos estamos hablando de 40.000 familias.
Pero 40.000 es una cifra escandalosa ¿cómo explica que no haya una movilización en el país alrededor de este tema?
Porque no se han legitimado a estas víctimas. El CICR está aquí para contribuir a eso, a legitimarlas. Porque las únicas víctimas legitimadas por los medios de comunicación son los detenidos por las Farc. Los civiles de las zonas conflictivas no existen porque no hay imágenes de ellos. En el caso de los desaparecidos el gran esfuerzo que hace la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía tiene un objetivo sobre todo judicial. Pero este un tema donde tenemos muchas preocupaciones.
¿Cómo cuales?
Tenemos la impresión de que en Colombia hay una excesiva dependencia de los análisis genéticos para devolver los restos, a pesar de que existe una ley que dice que hay muchas maneras de identificar de manera fehaciente y eficiente los restos, como las cartas dentales y otro tipo de pruebas. La genética es útil, pero es muy costosa y debe ser el último recurso. Es importante que quienes integran la comisión nacional de búsqueda tengan mayor capacidad de decisión.
Ustedes también están trabajando en el tema de minas...
Nos preocupa la distancia que hay entre las políticas que se han diseñado y lo que se aplica en la práctica. En el terreno hemos encontrado muchos problemas por ejemplo en la ruta de atención a los civiles que son afectados por estos explosivos.
Acaban de conocerse las pruebas de sobrevivencia de 10 secuestrados por las Farc ¿Cómo van sus gestiones para lograr la liberación?
Para el CICR es muy importante contar con la confianza de las partes. Pero hoy en día el tema es político y aunque el CICR sigue con atención lo que está pasando no ve un valor agregado para implicarse en este momento. De todas maneras, el CICR esta siempre dispuesto a ofrecer sus buenos oficios.
¿Qué opina de las imágenes que vimos, de las cadenas?
Seguimos pidiendo acceso a estas personas detenidas para valorar las condiciones de su detención y tratamiento, pero el CICR nunca opina sobre imágenes de este tipo que no dimensionan la realidad que a diario viven estas personas.
©semana
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