avances sobre la masacre de nariño
7 de octubre de 2009
Los capturados, según el general Óscar Naranjo, director nacional de la Policía, pertenecen a una banda que se llama ‘Los Cucarachos’ y que ronda la zona donde ocurrió la matanza extorsionando, secuestrando y traficando drogas. Naranjo dijo también que en el operativo donde fueron capturadas estas tres personas fueron incautadas 50 armas.
Al respecto, el ministro de Defensa, Gabriel Silva, comentó que "lo que está probado es que las bandas criminales están dedicadas a servir los intereses del narcotráfico".
Si bien esa teoría del Ministro puede aplicarse para muchos actos cometidos por bandas de delincuentes, en el caso de esta masacre hay que tener en cuenta más hipótesis porque estos indígenas murieron en la casa de Sixta Tulia García, una mujer que estaba denunciando la muerte de su esposo como un falso positivo del Ejército.
Hasta su vivienda llegaron hombres encapuchados y dispararon contra quienes estaban allí, entre los que había seis niños, un de ellos, de apenas seis meses de nacido. Pocos lograron salir vivos. El mensaje que quedó en muchos habitantes de la región es que es mejor no hablar. Por eso, se temió que los testigos nunca quisieran decir nada que pudiera señalar a los posibles responsables de la masacre y el caso se vio en cierto momento en riesgo de quedar en la impunidad.
Sin embargo, parece que decidieron hablar, según un comunicado de prensa emitido por el Ministerio de Defensa, en el que "agradece la colaboración de la ciudadanía que permitió dar con el paradero de los asesinos y anuncia que pagará una recompensa de 130 millones de pesos a quienes dieron información".
El Ministerio de Defensa no ha hecho públicos los nombres de los capturados. Pero Semana.com conoció recién cometida la masacre que el CTI de la Fiscalía tenía detectados a cuatro integrantes de esta banda, conformada por entre siete y 15 personas negras e indígenas.
Semana.com conoció que el objetivo de este grupo es vender sus servicios de sicarios y cobradores de cuentas a cualquiera que les pague en aquella zona donde hay una fuerte presencia de paramilitares, guerrilla y grupos de narcotraficantes. Igualmente la fuerza pública cuenta con un importante dispositivo militar en la zona.
Hasta ahora ninguna autoridad ha explicado porqué recién cometida la masacre, fue capturado el indígena Jairo Miguel Paí señalado como posible responsable de la masacre. Si bien este awá delinquía en Nariño y había sido denunciado por los mismos indígenas desde 2007, nada tuvo que ver con la matanza del 26 de agosto porque solía moverse por otra parte.
La captura de Paí hizo pensar en un principio en que se trataba de un hecho aislado, y por momentos hizo olvidar la coincidencia entre las denuncias que venía haciendo Sixta Tulia sobre la muerte de su esposo a manos del Ejército para luego presentarlo como un falso positivo y la masacre de ella y sus parientes.
Ahora que la justicia tiene la posibilidad de escuchar a los supuestos responsables de la masacre, la tarea es definir si les pagaron para que lo hicieran y quién compró sus servicios esta vez.
©semana
0 comentarios