murió irving kristol
12 de octubre de 2009
Murió tras complicaciones de un cáncer al pulmón, informó su hijo William Kristol, fundador y editor de la revista conservadora Weekly Standard.
El viejo Kristol fundó y dirigió revistas como Encounter y Public Interest, que se dirigían a una audiencia de elite de líderes de opinión en asuntos políticos, sociales y culturales. Además de su cátedra en la Universidad de Nueva York, ventilaba sus ideas en una columna mensual para el Wall Street Journal y con una beca en el laboratorio ideológico American Enterprise Institute. Fue durante muchos años editor en Basic Books, una pequeña pero distinguida editorial de libros de ciencias sociales y filosofía.
Karl Rove, estratega republicano que asesoró al ex presidente George W. Bush, calificó a Kristol como un "empresario intelectual que ayudó a dinamizar a varias generaciones de pensadores de políticas públicas".
Mediante su trabajo editorial, escritos y charlas, Kristol "convirtió en un imperativo moral rescatar al conservadurismo de la publicidad engañosa de la Cámara de Comercio para sumergirlo profundamente en el mundo de las ideas", dijo Rove. Agregó que Kristol ayudó a crear una síntesis de demócratas de la Guerra Fría y halcones anticomunistas de la Casa Blanca de Reagan, que demostró ser decisiva a la hora de influir en la política exterior y militar en los años ochenta.
Kristol y su esposa la historiadora Gertrude Himmelfarb, junto con un grupo de sociólogos, historiadores y académicos, incluyendo a Norman Podhoretz, Nathan Glazer, Richard Pipes y, por un momento, Daniel P. Moynihan, a fines de los sesenta y en los setenta emergieron como importantes críticos de los programas de seguridad social, el relativismo moral y las convulsiones sociales contraculturales que pensaban que estaban contribuyendo a la decadencia social y cultural de Estados Unidos.
Su padre era un trabajador textil que había llegado de Europa del Este y Kristol creció en humildes circunstancias, que dieron forma a sus creencias. "Los que han crecido en barrios pobres -los Daniel Patrick Moynihans, Edward Banfields, Nathan Glazers -- tienden a ser más severos sobre las barriadas y sus habitantes", dijo al New York Times.
Los sociólogos de clase media, dijo, "creen que un delincuente juvenil de una familia en la seguridad social es una figura mucho más interesante -con mayor potencial de redimirse no solamente a sí mismo, sino a todos nosotros, que una persona joven normal y conformista de la misma familia".
A Kristol le había desalentado la fragmentación del Partido Demócrata por la guerra en el sudeste asiático y fue un vigoroso defensor de tener unas fuerzas armadas fuertes para combatir la amenaza comunista. Abogó por una política concentrada en el crecimiento económico, que da "su legitimidad y durabilidad a las democracias modernas", aunque alertando contra el déficit. Popularizó la idea considerada durante largo tiempo como marginal de que la reducción de impuestos redundaría en una prosperidad económica general. La oferta se convirtió en una importante causa conservadora en los años ochenta e influyó en la política tributaria del gobierno de Reagan.
Kristol y muchos de sus colegas fueron apodados neo-conservadores, un término introducido por el crítico social Michael Harrington para describir el giro a la derecha de antiguos liberales como Kristol, cuya extraordinaria odisea política lo llevó de socialista en la época de la Depresión a anticomunista de la Guerra Fría y halcón de la Guerra de Vietnam.
Aunque el uso que hace Harrington del término neo-conservador no tenía la intención de ser un cumplido, Kristol lo adoptó y se convirtió en su popular padrino. Un reportaje sobre Kristol en la revista Esquire en 1979 lo ayudó a legitimizarse como el líder de un movimiento maduro, incluso aunque minimizara la idea de que existiera una facción semejante.
"No somos un movimiento", dijo una vez. "No ha habido nunca una reunión de neo-conservadores". La llamó una "corriente intelectual" que alcanzó prominencia después de una "evolución gradual".
El perfil público de Kristol aumentó enormemente con la presidencia de Reagan, cuando muchos neo-conservadores, como Paul Wolfowitz, William Bennett, Richard Perle y Elliot Abrams, empezaron a ocupar cargos en el gobierno y se encontraron en posiciones desde las que podían influir sobre asuntos internos y política exterior y diplomacia.
El neo-conservadurismo era también la causa de muchos asesores de George W. Bush, que otorgó a Kristol la Medalla Presidencial de la Verdad, el honor civil más elevado del país, por ayudar a fundar "la estructura intelectual para el renacimiento de las ideas conservadoras en la segunda mitad del siglo veinte".
El historiador cultural e intelectual, Paul Boyer, de la Universidad de Wisconsin, definió a Kristol como "uno de los que contribuyó a hacer intelectualmente respetable al conservadurismo" en los años sesenta cuando el liberalismo del New Deal era todavía la filosofía política dominante. Los conservadores, dijo Boyer, había estado marginado como gruñones retrógrados que denunciaban las políticas sociales creadas por el gobierno central.
Jacob Heilbrunn, autor de ‘They Knew They Were Right: The Rise of the Neocons’, dijo que las ideas de Kristol "jugaron un importante papel en la renovación del Partido Republicano".
"Dijo a los conservadores tradicionales que debían aceptar el New Deal y aceptar los logros del liberalismo", dijo Heilbrunn. "Él y otros conservadores de su generación, incluyendo a Norman Podhoretz, tuvieron un efecto galvanizador en el Partido Republicano, y eran vistos como herejes y rechazados por la clase intelectual tradicional que era predominantemente liberal. Irving Kristol y Norman Podhorestz provenían de tradiciones radicales y liberales y eran vistos como apóstatas".
Irving William Kristol nació el 22 de enero en Brooklyn, Nueva York, estudió en City College of New York y se enroló en el ejército durante la Segunda Guerra Mundial.
Además de su hijo y su esposa durante 67 años, a la que conoció en una reunión de la Liga Socialista, le sobreviven una hija y cinco nietos.
18 de septiembre de 2009
©los angeles times
©traducción mQh
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