piden destitución de andrusco
10 de abril de 2010
Caso Degollados: Exigen en La Moneda salida de Andrusco. "Andrusco sabía de los hechos, mientras se omitía a dar información a la justicia a pesar de los requerimientos del juez José Cánovas y luego Milton Juica", acusó Manuel Guerrero, hijo de una de las víctimas de la dictadura.
Santiago, Chile. Los familiares de los profesionales miembros del Partido Comunista degollados en 1985, José Manuel Parada, Manuel Guerrero y Santiago Nattino, entregaron este viernes en el Palacio de La Moneda una carta donde se pide la renuncia del director de Gendarmería, Iván Andrusco, quien fue parte de la Dirección de Comunicaciones de Carabineros (Dicomcar) cuando ocurrieron los crímenes.
Los manifestantes expresaron su molestia por el nombramiento de Andrusco ya que según manifestaron el ex jefe policial "fue incriminado por sus colegas como encubridor" al momento del juicio a los responsables por el caso Degollados.
"(Andrusco) sabía de los hechos, mientras se omitía a dar información a la justicia a pesar de los requerimientos del juez José Cánovas y luego Milton Juica", afirmó Manuel Guerrero, hijo de la víctima del mismo nombre y que participó en la manifestación efectuada frente al palacio de gobierno.
El hijo del profesor secuestrado en 1985 también rescató el apoyo de algunos diputados, encabezados por el PC Hugo Gutiérrez, quienes ya pidieron esta semana al Gobierno que se destituya al uniformado.
Llamado a Harboe
Guerrero aprovechó la ocasión para pedirle una autocrítica al diputado PPD Felipe Harboe, quien cuando Andrusco fue promovido a General de Carabineros en el Gobierno de Ricardo Lagos, cumplía con el cargo de subsecretario del Interior.
"Llamaría especialmente al señor Harboe que haga una autocrítica y reconozca que ha sido un error, que haya gente como Iván Andrusco que fue ascendida. Pero lo que nos importa es el presente. En el presente Iván Andrusco está usando un cargo que no se merece. La democracia la conquistaron con la sangre de nuestros familiares", afirmó.
©la nación 
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