ex diplomático acusa a chávez
16 de mayo de 2010
Acusa que expropiación de su latifundio de 370 hectáreas fue venganza.
Caracas, Venezuela. Como embajador venezolano ante Naciones Unidas, Diego Arria trataba importantes conflictos en el Consejo de Seguridad, participando en iniciativas para llevar la paz a países como Bosnia y Somalia.
Ahora lo consume un conflicto personal: el gobierno del presidente venezolano Hugo Chávez ha expropiado la hacienda de 370 hectáreas de Arria, después de acusarlo de no poseer las escrituras de propiedad.
Arria piensa recurrir la expropiación de su hacienda, que tiene cerca de 250 vacas lecheras, patios de naranjos y limas y una plantación de café orgánico.
"Esto no es un problema agrícola. Esto es una venganza política", dijo en una conferencia telefónica el sábado desde su casa en Nueva York.
Arria, 70, ya era diplomático venezolano antes de que Chávez fuera elegido presidente en 1998 después de una campaña contra la clase política del país. Arria ha sido un estridente crítico de Chávez internacionalmente y ahora está formando un grupo para defender los derechos de la gente cuyas tierras han sido expropiadas por el gobierno.
"Estoy creando una asociación de gente como yo que han sufrido abusos, para que podamos defendernos nacional e internacionalmente", dijo Arria. "Ya hay 350 personas que se han unido a la organización, y voy a montar un caso nacional".
Chávez, un estrecho aliado de Cuba y otros países gobernados por socialistas en la región, dice que está dirigiendo Venezuela hacia el socialismo y ha expropiado haciendas privadas en zonas en todo el país, al mismo tiempo que ha nacionalizado compañías en negocios que van desde la electricidad hasta el cemento.
En los últimos ocho años, según el gobierno, se han expropiado más de dos millones de hectáreas de tierras agrícolas, atacando las propiedades que los funcionarios definen como en barbecho, subutilizadas o cuya propiedad no pudo ser demostrada en documentos.
Chávez acusó de corrupción a Arria durante un discurso televisado el viernes noche. Mostrando una foto del rancho colonial de Arria, el presidente dijo: "Esto está ahora en manos del pueblo, de la revolución".
"Se parecía a ‘Falcon Crest’, ¿se acuerdan?", agregó Chávez, aludiendo al antiguo culebrón estadounidense.
Mostró una foto aérea de la hacienda en un valle, y luego otra de una piscina rodeada de palmeras.
"Es una piscina tremenda. Esa es la burguesía", dijo Chávez. "Ahora anda chillando que la va a recuperar. Bueno, tendrá que derrocar a Chávez para recuperarla, porque ahora pertenece a la revolución".
Arria prometió presentar los documentos que prueban que él es el propietario legítimo de la tierra en el estado de Yaracuy, al noroeste del país. Dijo que había comprado la hacienda La Carolina, que está flanqueada por una montaña, en 1998 por el equivalente de cerca de trescientos mil dólares.
Su casona colonial, construida originalmente en 1852, fue remodelada por la familia de Arria y fue tema central de Architectural Digest en 1993.
La hacienda emplea a cerca de tres docenas de empleados, y dos de ellos se reunieron con el grupo de funcionarios del gobierno armados que requisaron la propiedad el 1 de mayo, dijo Arria.
El vicepresidente Elías Jaua, que es también el ministro de Agricultura de Chávez, inspeccionó la hacienda el jueves y dijo que Arria tiene veintitrés días para mostrar esos documentos y los funcionarios están investigando el origen del dinero con el que compró la propiedad. El gobierno planea convertirla en una hacienda estatal, dijo Jaua.
Arria, ex gobernador de Caracas en los años setenta, fue embajador ante Naciones Unidas de 1991 a 1993 y representó a Venezuela en el Consejo de Seguridad, incluyendo un periodo de un mes en su presidencia rotativa en 1992. Fue más tarde asistente del secretario general de Naciones Unidas durante el mandato de Kofi Annan.
Arria dijo que sus tres hijas, que frecuentaban la hacienda en su juventud, se han inquietado ante la posibilidad de perder el lugar donde jugaban con caballos, conejos y pollos. La hacienda también produce verduras y tiene un restaurante y una tienda de campo, donde vende mermeladas hechas con sus frutas y queso hecho de su leche.
Crítico declarado del gobierno al que llama corrupto y autoritario, Arria dijo que pensaba que algunos de sus comentarios recientes deben haber irritado a Chávez. Observó que el gobierno expropió su hacienda apenas unos días después de que hablara en el Foro por la Libertad en Oslo y sugirió que Chávez podría eventualmente tener que enfrentarse a la justicia por delitos cometidos en Venezuela.
Arria dijo que pensaba volver esta semana a Venezuela para defender su posición ante el Instituto Nacional de Tierras y para protestar contra lo que llama una "completa burla del sistema judicial".
9 de mayo de 2010
©new york times
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