murió harry aleman
19 de mayo de 2010
Asesino a sueldo de la mafia de Chicago. El implacable ‘martillo de la mafia de Chicago’ estaba cumpliendo una sentencia de cien a trescientos años por un asesinato de 1972. Se decía que fue autor de al menos otros veinte homicidios.
La portavoz del Departamento de Administración Carcelaria, Sharyn Elman, dijo que Aleman había estado enfermo y que no había circunstancias sospechosas en torno a su muerte.
"Era el martillo de la mafia de Chicago", dijo Lee Flosi, un ex agente del FBI que dirigió la sección de crimen organizado de la oficina en Chicago en los años noventa. "No lo hubieras querido tener en el asiento de atrás de tu coche".
Aleman estaba en prisión por el asesinato a tiros de un funcionario sindical en 1972 y se le sospechaba de casi veinte asesinatos más. Fue sentenciado a cumplir una pena de cien a trescientos años.
La condena de 1997 hizo historia en Estados Unidos como la primera vez que un acusado fue juzgado después de su absolución: según las autoridades, en el primer juicio el juez había sido sobornado.
Aleman nació en Chicago en 1939. A principio de los años setenta gozaba de la reputación de ser un matón de varias pandillas del crimen organizado, dijo Flosi. Si la gente implicada en actividades ilegales desdeñaba pagar tributo al padrino local, recibirían una visita de Aleman; verlo era a menudo suficiente para convencer a los morosos.
"Inspiraba ese tipo de miedo", dijo Flosi. "Era una presencia intimidante".
Aleman ganó notoriedad nacional como un frío verdugo.
La noche del 27 de septiembre de 1972, el delegado sindical de Teamsters, William Logan, fue asesinado a balazos frente a su casa en el Lado Oeste de Chicago cuando salía hacia su trabajo. Logan tenía una enconada disputa de custodia con un familiar de Aleman, pero no se descubrió nunca un motivo claro del asesinato.
Louis Almeida, un cómplice que declaró en el juicio de Aleman en 1977, dijo que él y Aleman investigaron a Logan durante dos semanas, y luego fueron a su casa. Almeida contó que había frenado mientras Logan caminaba hacia su coche y Aleman gritó: "¡Hey, Billy!" y le disparó dos veces con una escopeta calibre 12.
Pese a la declaración de Almeida y de un vecino que dijo que vio a Aleman en el sitio del suceso, Aleman fue absuelto por el juez Frank Wilson. Después de que surgieran acusaciones de soborno, el caso fue reabierto. Wilson se suicidó en 1990 durante la pesquisa, y se ordenó otro juicio pese a las objeciones de los abogados de la defensa sobre la posible duplicación del juicio.
En el segundo juicio de 1997, Robert Cooley, abogado de la mafia que se convirtió en informante de la fiscalía, declaró que entregó al juez Wilson un soborno de diez mil dólares para que absolviera a Aleman.
Aleman fue condenado en el segundo juicio. El juez Michael Toomin sentenció a Aleman, que llevaba diecinueve años en una cárcel federal por otros cargos, a una pena de cien a trescientos años.
En 2002, la Junta de Revisión de Reclusos de Illinois negó la libertad condicional a Aleman. El único miembro de la junta que votó a favor de Aleman fue acusado más tarde de haber canjeado su voto a cambio de que ayudara a su hijo a conseguir una actuación como artista en Las Vegas. Más tarde fue absuelto de estas acusaciones.
Flosi, ahora propietario de una firma de seguridad privada, dijo que conoció a Aleman a principio de los años noventa cuando su oficina reunió evidencias que finalmente condujeron al segundo juicio del asesino a sueldo de la mafia.
"Era muy frío, muy tranquilo, el tipo de persona que no excita nunca. Una insignia no lo iba a intimidar", dijo Flosi. "Era un tipo despiadado, sin ninguna duda".
©los angeles times
cc traducción mQh
0 comentarios