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en boca cerrada no entran moscas


Dijo el avestruz antes de esconder la cabeza en la arena. Gobierno argentino optó por el "no comment". El canciller Taiana se reunió ayer con su par chileno, Alfredo Moreno, en el marco de la Asamblea de la OEA. Pero luego no hubo comentarios. El embajador halagó la política de derechos humanos.
Argentina. El canciller Jorge Taiana conversó ayer con su par chileno, Alfredo Moreno, en Lima sobre la situación creada por las declaraciones del embajador en Buenos Aires, Miguel Otero. Los cancilleres compartieron la larga jornada de sesiones de la Asamblea de la OEA y en algún momento se los vio hablando a solas, aunque no trascendió el contenido de la charla. Pese a que obviamente los dichos del embajador no cayeron bien, el gobierno argentino no hará ni declarará nada a propósito de la situación de Otero.
Desde el vamos, la llegada de Otero –ex senador de la Renovación Nacional, de orientación pinochetista– causó escozor en Buenos Aires. En algún momento se evaluó la posibilidad de rechazar la designación, pero en un gesto de buena voluntad hacia la gestión de Sebastián Piñera, la presidenta Cristina Kirchner le dio el plácet de inmediato. Es que mucho se había hablado sobre el posible enfriamiento que podría darse en la relación bilateral a partir del traspaso en Chile entre la socialista Michelle Bachelet y el derechista Piñera, y desde ambos lados de la Cordillera buscaron hacer gestos para eliminar tensiones. Piñera eligió Buenos Aires para su primer viaje al exterior y Cristina Kirchner respondió aceptando al embajador designado, pese a la mochila que cargaba.
En el gobierno destacaban que los dichos de Otero tenían que ver únicamente con la realidad chilena y que no había hablado de Argentina. Es más, remarcaban que los pocos contactos que el embajador mantuvo con la presidenta se desarrollaron con total amabilidad. Ayer, Otero, en su intención de calmar el revuelo, halagó a Cristina Kirchner. "En este mes que he estado en la Argentina he aprendido a apreciar la labor de la presidenta Fernández en el manejo de los derechos humanos. Lo están haciendo en forma extraordinariamente adecuada. Han entregado las cosas a la Justicia y han entendido el profundo dolor que sintieron todas aquellas personas que fueron víctimas de una dictadura", buscó mostrarse entusiasmado el embajador.
Claro que para entonces pocos creían en la repentina preocupación de Otero por las víctimas de las dictaduras militares. El CELS emitió un comunicado de repudio. "Resulta preocupante que mientras la sociedad argentina avanza en el juzgamiento de los crímenes de lesa humanidad, el representante de un país que ha sufrido las gravísismas consecuencias de la implantación del terrorismo de Estado pondere los supuestos beneficios de estos acontecimientos", dijo Gastón Chillier, director del CELS.
Del sector político, el diputado radical y presidente de la Comisión de Defensa, Julio César Martínez, salió a pedir que el gobierno argentino revoque el plácet a Otero. "Proviniendo de quien provienen, dichas declaraciones no pueden ser tomadas como un exabrupto", concluyó.

8 de junio de 2010
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