más denuncias contra colonia dignidad
5 de julio de 2010
C. Dignidad: revisan condenas en medio de nuevas denuncias. Proceso por abusos contra 25 niños chilenos tiene a 22 jerarcas condenados a penas efectivas de cárcel. Pero hay ex colonos que denuncian que se cometieron graves delitos, posteriores al año 2000, que aún no se investigan.
[Luis Narváez] Chile. Doris (40) y Joahim (45) sólo pudieron salir en 2008 desde la Villa Baviera. Como casi la totalidad de los niños que nacieron en el enclave alemán, o fueron llevados cuando aún eran bebés, sufrieron los rigores impuestos por Paul Schäfer y sus secuaces: alejados de sus padres, separados por sexo, obligados a trabajar desde los siete años, no recibieron nunca un sueldo líquido, sufrieron castigos físicos y sicológicos, ambos fueron abusados sexualmente.
Tras reunir algo de dinero, coraje y la ayuda de amigos en el exterior, este matrimonio salió rumbo a la Región de la Araucanía.
Hoy viven en las cercanías de Gorbea junto a sus dos hijos. Trabajan en el fundo de un empresario que gentilmente los acogió y hasta tienen un pequeño huerto para cultivar los repollos con los que preparan el famoso chucrut alemán que luego venden.
Estos ex colonos denuncian que actualmente en la Villa Baviera son ejecutivos y jefes personas que cometieron delitos contra ellos.
Sus dedos ya no apuntan al fallecido "tío permanente" ni a los viejos jerarcas que lo secundaban.
"Geza Kunde a mi me pegó, me torturó física y sicológicamente desde niña. Siendo adolescente, obligaba al resto de los niños a pegarme y yo quedaba varios días inconsciente".
Doris Gertz se refiere a la actual jefa de finanzas de una las empresas que conforman el holding Cerro Florido, figura legal en la que hoy se transformó la ex Colonia Dignidad, luego que la justicia chilena la obligara a regularizar la situación de sus habitantes.
Relata que "ella era la jefa de mi grupo y en la panadería, me hacía realizar los trabajos más pesados y apenas podía comer y descansar, fomentaba las burlas hacia mí, porque desde niña me detectaron epilepsia".
Pero eso no es todo. Siendo adolescente, Doris dice que fue llevada en, al menos, dos oportunidades al hospital que existía al interior del predio alemán (hoy usado como hotel).
"Me dormían varios días y cuando despertaba me tenían prohibido tocarme mis parte privadas. Una enfermera venía a hacerme aseo y nunca supe que fue lo que me hicieron".
Los castigos continuaron y, con ello, los intentos de fuga. Doris dice que intentó huir unas 10 veces de la colonia pero siempre fue capturada y castigada por el equipo de seguridad que mantenían.
Su último tiempo en la Villa, lo pasó en el restorán de Bulnes. Poco antes de casarse, Doris cuenta que el jefe del lugar Rudolph Cöllen (condenado en varios procesos como encubridor de los abusos sexuales de Schäfer) le pidió que la acompañara a una habitación.
"Él es un jefe y nadie le podía desobedecer. Me pidió que me levantara la falda y yo no entendía que quería y me pidió que me acostará y comenzó a penetrarme, aunque yo le decía que no que eso no era correcto, y él decía que no importaba porque él era el jefe", relata la mujer.
Apelaciones
Cöllen es uno de los 22 jerarcas alemanes que fueron condenados entre 2004 y 2008 por el ministro en visita Hernán González, de la Corte de Apelaciones de Talca. Se trata del caso de los abusos sexuales y violaciones cometidas contra una veintena de niños chilenos.
Hoy, el tribunal de la Región del Maule, comienza a revisar las apelaciones presentadas por las defensas de los alemanes y por el abogado que representa a las víctimas, Hernán Fernández.
Este último solicitó el aumento de las penas, incluidas las de Cöllen, "quien está condenado como encubridor, pero respecto de quien estoy solicitando que sea recalificado como coautor de los delitos", aclaró el profesional.
El mismo año que Schäfer fue capturado en Argentina, el juez González condenó a 10 procesados como cómplices y a otros 12 como encubridores, todos a penas superiores a los 5 años y un día, lo que de ratificarse implicaría penas efectivas de cárcel.
Todos ellos están condenados como responsables de abusos sexuales y violaciones reiteradas en contra de 25 niños chilenos.
A ellos, se sumaron en 2008, Friedhelm Zeitner Bohnau, Matthias Gerlach Maschke, Renate Freitag Hartmann y Rebeca Schäfer (hija adoptiva), quienes ocultaron en el país trasandino al cabo nazi, fallecido recientemente.
©la nación
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