enterrar la escoria fascista en ecuador
columna de lísperguer
Ecuador vive un golpe de estado en curso.
A estas horas está claro que el levantamiento de policías en Ecuador está lejos de ser una insubordinación. Es un intento de golpe de estado. Así lo han reconocido los países latinoamericanos -excepto el estrafalario socialista pinochetista de la OEA-, que han condenado la asonada. Entretanto, la posición de las fuerzas armadas ecuatorianas es de una gran ambigüedad y el presidente Correa sigue secuestrado en manos de los agentes insolentados. Las reivindicaciones de policías y militares son inaceptables. Se oponen a una ley que fue debatida y votada en el Congreso ecuatoriano. La autoridad y legitimidad del gobierno y del Congreso no pueden ser discutidas. Los insubordinados deben ser reprimidos con ferocidad y sin perdón.
lísperguer
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