perfil de los principales condenados
La violación de detenidas para dejarlas embarazadas, robarles sus hijos para familias militares estériles y finalmente asesinarlas, y la reducción a esclavitud de los opositores eran parte de su visión occidental y cristiana de un nuevo ordeb social.
Argentina. Jorge Rafael Videla fue juzgado y declarado culpable en 1985 por numerosos homicidios calificados, 504 privaciones ilegales de la libertad calificada, aplicaciones de tormentos, robos agravados, falsedades ideológicas de documento público, usurpaciones, reducciones a servidumbre, extorsión, secuestros extorsivos, supresión de documento, sustracciones de menores, y tormentos seguidos de muerte.
Con el retorno de la democracia, Luciano Benjamín Menéndez acumuló centenas de causas. En 1988 fue procesado por 47 casos de homicidio, 76 de tormentos, 4 de ellos seguido de muerte y 4 sustracciones de menores.
Enrique Pedro Mones Ruiz, retirado con el grado de Teniente Coronel, participó de los levantamientos carapintadas de Semana Santa y recibió el indulto presidencial. Fue miembro del Regimiento de Infantería Aerotransportada 2, donde integraba la Compañía de Comando. Tiene 59 años y está acusado en todos los casos de torturas de la Causa UP1 y del asesinato dentro del penal de Raúl Augusto Bauducco.
Miguel Ángel Pérez fue cabo del ejército, hasta su baja en 1990. También se dedicó a la fotografía. En 1989 recibió otra condena por otros delitos. Es recordado por su testimonio autoincriminatorio en los juicios por la verdad histórica donde confesó haber asesinado a Raúl Augusto "Paco" Bauducco. Era miembro del Regimiento de Infantería Aerotransportada 2, y cumplía funciones dentro de la penitenciaría. Los ex detenidos lo recuerdan por su brutalidad. Está preso desde el 30 de octubre de 2007.
Menéndez recibió la protección de la Corte Suprema de Justicia que lo desprocesó en algunas de esas causas invocando la Ley de Punto Final pero quedaron algunos procesos pendientes que conducirían, en 1990, a la elevación a juicio donde él era imputado. Fue entonces, pocos días antes del comienzo de las audiencias, que el presidente Menem lo indultó. Fue el único caso en que se aplicó un indulto a una persona que aún no tenía condena. En este caso el perdón presidencial no respetó la Constitución que indica que la figura del indulto sólo se puede aplicar a una persona condenada. Así se garantizó la impunidad por más de una década. Llega a su quinto juicio con 83 años y alojado en la cárcel de Bouwer. Está acusado por los delitos de imposición de tormentos y los homicidios de todas las víctimas.
Videla, por su parte, cumplió sólo cinco años de prisión efectiva. En 1990, el entonces presidente Carlos Saúl Menem hizo uso de la facultad presidencial de indulto para dictar su excarcelación mediante los decretos 2741/90 y 2742/90. En 1998 regresó a prisión, aunque brevemente, tras que un juez dictaminara que las causas por sustracción de menores durante la dictadura de 1976 constituían un crimen de lesa humanidad, y por lo tanto imprescriptible. Pasó 38 días en la cárcel de Caseros hasta que se le concedió el derecho al arresto domiciliario en atención a su edad. La causa se encuentra aún abierta. Posteriormente, el 10 de octubre de 2008 perdió el beneficio de la detención domiciliaria y fue trasladado a la cárcel que funciona en Campo de Mayo. Su extradición a Alemania es solicitada desde el 2003 por el Tribunal Territorial de Núremberg, por su responsabilidad en el homicidio Elisabeth Kaesemann, asesinada en la Argentina en mayo de 1977. En 2005 fue sobreseído, aunque la fiscalía de Nuremberg abrió otra causa en su contra en diciembre de 2009 tras la aparición en el país del cadáver del ciudadano alemán Thomas Stawowiok. Llega a este juicio con 84 años. Está acusado por los delitos de imposición de tormentos agravados a 32 personas; tormentos seguidos de muerte y homicidios calificados.
23 de diciembre de 2010
22 de diciembre de 2010
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