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maria schneider


Actriz de ‘El último tango en París’.
[Dennis McLellan] Murió Maria Schneider, la actriz francesa que trabajó con Marlon Brando en ‘El último tango en París’ [Last Tango in Paris], la película de 1972 cuyo fuerte contenido erótico provocó una controversia internacional. Tenía 58 años.
Schneider falleció el jueves en París después de una larga enfermedad, según informó su familia a la Agence France Presse.
Era una voluptuosa chica de diecinueve años, de largos y rizados cabellos color castaño y cara de niña cuando fue contratada para ‘El último tango en París’ por el guionista y director Bernardo Bertolucci, una película en la que representa a una joven novia parisiense que busca un departamento para alquilar. Su personaje empieza una relación sexual anónima en un departamento vacío con un desconsolado estadounidense de edad mediana (Brando) cuya esposa francesa acaba de suicidarse.
La película, clasificada como sólo para adultos, que la crítico de cine Pauline Kael llamó "un hito histórico en la historia del cine", y que el crítico Roger Ebert dijo que era "una de las grandes experiencias emocionales de nuestra época", fue prohibida en varios países por sus escenas eróticas y de desnudos".
"Es increíble", dijo Schneider en una entrevista con el Daily Mail de Londres. "He hecho cincuenta películas y han pasado 35 años desde ‘El último tango en París’, y sin embargo esa es la única película sobre la que me pregunta todo el mundo".
La infame escena sexual de la película, la que implica el uso de mantequilla, no estaba en el guión original.
"La verdad es que fue Marlon el que vino con la idea", dijo Schneider. "Sólo me lo dijeron poco antes de filmar la escena, y me enfadé. Podría haber llamado a mi agente o a mi abogado, porque no puedes obligar a nadie a hacer algo que no esté en el guión, pero en ese momento yo no sabía eso".
"Marlon me dijo: ‘Maria, no te preocupes, es sólo una película’. Pero durante la escena, aunque lo que estaba haciendo Marlon no era real, yo estaba derramando lágrimas verdaderas. Me sentí humillada y, para decir la verdad, me sentí un poco violada, tanto por Brando como por Bertolucci. Después de la escena, Marlon ni me consoló ni me ofreció excusas. Gracias a Dios, fue sólo una toma".
En su reseña de la película cuando fue estrenada en Estados Unidos en 1973, Charles Champlin, del Times, escribió que Schneider "es un triunfo del reparto: petulante, autoindulgente y convincentemente horrorizada de haber ido más allá de sus propias profundidades".
En la entrevista con el Daily Mail de 2007, Schneider dijo que "después de ‘El último tango en París’ no volvió a aparecer nunca más desnuda en una película, aunque me ofrecieron muchos papeles. Hoy la gente está habituada a esas cosas, pero cuando se estrenó la película en 1972, causó un escándalo".
La película, por la que Brando y Bertolucci fueron nominados a un Oscar, convirtió a Schneider en una estrella famosa en todo el planeta.
Pero el resplandor de los medios, dijo en la entrevista de 2007, "me indignó. Empecé a usar drogas -marihuana y luego cocaína, LSD y heroína-, para escapar de la realidad... No disfrutaba para nada de la fama, y las drogas me permitieron escapar. Tomé barbitúricos y traté de suicidarme, pero sobreviví porque Dios decidió que no era mi hora".
Contó que aunque perdió muchos amigos debido a las drogas, finalmente conoció a alguien que la ayudó a parar.
Interrogada sobre quién era por un periodista del Sunday Independent de Irlanda en 2006, Schneider contestó: "Un ángel... No diré si se trata de un hombre o de una mujer. Pero eso fue en 1980 y todavía estamos juntos".

Hija del actor francés Daniel Gélin y de una madre rumana, Schneider nació en París el 27 de marzo de 1952 y creció con su madre cerca de la frontera francesa con Alemania.
Se escapó de casa a los quince, y se dice que no conoció a su padre sino cuando había cumplido los dieciséis. Brigitte Bardot, una de las antiguas co-estrellas de su padre, le ofreció un cuarto en su casa.
En la entrevista con el Sunday Independent, Schneider dijo que Warren Beatty, que estaba de visita en la casa de Bardot, insistió en que trabajara con su agente. "Llamó a William Morris y le dijo: ‘Podrías ocuparte de esta joven actriz, es increíble’, aunque yo no había hecho nada’".
Después de ‘El último tango en París’, su papel en ‘El pasajero’ [The Passenger], con Jack Nicholson y bajo la dirección de Michelangelo Antiononi en 1975, fue su actuación más notable.
Comentando su carrera en la entrevista con el Sunday Independent de 2006, Schneider dijo que, en retrospectiva, no debería haber hecho ‘El último tango en París’.
"Debería haber dicho no", dijo. "Debería haber empezado de manera más gradual, con más discreción. Habría sido una actriz de todos modos, creo, pero más tranquilamente".
En su tiempo libre en los últimos años, Schneider dirigió una organización benéfica que ayuda a actores y artistas viejos que atraviesan por periodos de mala racha.
17 de febrero de 2011
4 de febrero de 2011
©los angeles times

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