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mercanchifles de la wspa vienen a matar


columna de lísperguer
La WSPA se introduce en Chile para fomentar el sacrificio de mascotas extraviadas o encontradas en la calle.

Realmente hay que leer cuidadosamente lo que dice esta organización. En el pasado se ha destacado por su defensa de la política de sacrificar animales sanos como un método de control de la población de mascotas (gatos y perros), llegando incluso a describir técnicas para provocar su muerte. Esto es totalmente innegable. Ahora pareciera que toman distancia de esa estrategia. ¿Pero se trata de un cambio sincero? La descripción que ofrece de los perros de la calle no se aplica a Chile. No es que los perros callejeros no se peleen, por ejemplo, por la comida que hallan en la basura, pero la verdad es que la mayoría de ellos cuenta con la protección de padrinos y madrinas -como bien sabemos todos en Chile, porque las llamamos cariñosamente viejas locas. La afirmación de que en los países en desarrollo el 75% de los perros de la calle muere por enfermedades como la rabia, acá no se aplica de ninguna manera, porque la rabia está erradicada. La afirmación de que la mayoría de los perros en la calle han sido abandonados por sus tutores humanos ciertamente no se puede generalizar y no se aplica ni en Estados Unidos ni en Inglaterra, donde se ha demostrado que la mayoría son perros extraviados. Indicios preliminares dicen que en Chile este es también el caso.

Pero si se lee con atención este texto de WSPA, se advierte que usan un lenguaje falaz, y que no han abandonado su creencia en el sacrificio como método de control. Aparentemente, lo único que reprochan es que a los perros se les mate de manera no humanitaria, pero no les reconocen el derecho a la vida ni incluyen en su estrategia, por ejemplo, las campañas de adopción que deben formar parte fija de todo programa de protección animal, ni enfatizan la necesidad de crear programas y puntos de reencuentro entre mascotas perdidas y familias humanas. Dicen, por ejemplo, que su propuesta es utilizar métodos de control de la población callejera "sin crueldad"; que los métodos usados son "tremendamente crueles -el envenenamiento, la electrocución y los disparos"; que en algunos lugares "matan perros al azar"; y que promueven la legislación "a favor de métodos humanitarios de manejo de poblaciones callejeras". Lo que quieren decir, y no lo dicen, es que promueven el sacrificio de animales sanos como método de control de la población canina y que no reconocen su derecho a la vida.

Cualquiera que visite las páginas web de esta organización, podrá leer documentos sorprendentes en los que tratan abiertamente cómo eliminar mascotas, sugiriendo, por ejemplo, asesinar a los recién nacidos con un golpe en la nuca. En documentos más recientes, de 2007, siguen recomendando la cámara de gas como método humanitario de muerte "aceptable bajo ciertas condiciones". En un documento reciente (de 2010) vuelven a fomentar el sacrificio como método de control de población. Esta estrategia la incluye la organización en lo que llama tenencia responsable de mascotas. Pero ¿se puede creer en una tenencia responsable que empieza con el asesinato de animales sanos considerados sobrantes? ¿Queremos vivir en una sociedad donde la muerte de otros animales es un asunto pueril? ¿Queremos que nuestra cultura se caracterice por negar el derecho a la vida de los animales? Esto es exactamente lo mismo que promueven algunas de nuestras autoridades y contra las que viene luchando el movimiento animalista desde el principio. Entre la WSPA y muchos alcaldes criminales no hay pues ninguna diferencia.

¿Para qué viene WSPA a Chile? ¿A enseñar a matar perros y gatos? ¿A tratar de convencernos con sus experiencias en otros países, cuyas enseñanzas no se aplican acá? Para asesinos de perros tenemos más que suficientes en el país. Aquí la WSPA sobra. Los asesinos de perros sobran. Los alcaldes asesinos también.

El proyecto de ley sobre tenencia responsable, que se discute ahora en el Senado, excluye el sacrificio como método de control de población y, en realidad, lo convierte en delito de maltrato. Esta es una tenencia responsable entendida correctamente. ¿Qué dirá ahora la WSPA? ¿Que se equivocan los senadores? ¿Que respetar la vida animal es malo? ¿Seguirán insistiendo en que tenemos que matarlos? La WSPA sobra. Y lo mejor que podemos hacer es ayudarles a marcharse a casa, para que no vuelvan nunca más. Son demasiado primitivos. Así que, si los veis en los barrios, recibidles como recibíamos antes a los funcionarios de la perrera.
lísperguer

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