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murió joanna russ


Introdujo a las mujeres a la ciencia ficción.
[Margalit Fox] Murió el 29 de abril, en Tucson, la escritora Joanna Russ, que durante cuatro décadas contribuyó a poner en manos de mujeres las criaturas más alienígenas que haya visto nunca el género. Tenía 74 años.
Su muerte, por complicaciones tras un derrame, fue anunciada en la página web de la Asociación de Escritores de Ciencia Ficción y Fantasía de Estados Unidos.
Russ se dio a conocer con su novela ‘El hombre hembra’ [The Female Man], publicada en 1975 y considerada como un hito histórico. Con ese libro, que narraba las historias entrelazadas de cuatro mujeres en diferentes momentos de la historia, contribuyó a inaugurar la ahora floreciente tradición de la ciencia ficción feminista. También publicó ensayos, crítica literaria y cuentos.
Russ misma fue materia de numerosos estudios críticos, incluyendo los reunidos en ‘On Joanna Russ’, compilado por Farah Mendlesohn y publicada en 2009 por la Wesleyan University Press.
La escritora de ciencia ficción tiene el privilegio de rehacer el mundo. Debido a esto, el género, especialmente en manos de escritores marginados, se convirtió en un poderoso vehículo de crítica política. En la época en que era adolescente, Russ se sentía tres veces relegada: como mujer, como lesbiana y como la autora en el género de ficción que se ganaba vida en medio de la pompa de los departamentos de inglés.
Algunos críticos la encontraban demasiado polémica, pero muchos elogiaron su líquido estilo en prosa, ferocidad intelectual y un enfoque alegremente poco ortodoxo para construir sus narrativas, que podían incluir desde divagaciones sobre historia y filosofía y secciones de diálogos cuasi dramáticos. (Originalmente era autora de teatro.)
Había una palpable rabia en la obra de Russ, pero era contrarrestada por su ingenio y humor. En una escena de ‘El hombre hembra’, Janet Evason, que vive en un idílico futuro en Whileaway, un planeta sin hombres, visita la Tierra, donde es prontamente llevada a un programa de televisión. Se entabla un diálogo entre Janet y el maestro de ceremonias:

MC: Yo, señorita Evason, nosotros, bueno, sabemos que usted forma eso que usted llama matrimonios, señorita Evason, que usted traza la descendencia de sus hijos a través de los dos miembros de la pareja... Confieso que usted nos lleva de lejos la delantera en las ciencias biológicas... Pero hay más, mucho más... estoy hablando del amor sexual.
JE (encantada): Oh! Quiere decir copulación.

MC: Sí.
JE: ¿Usted dice que no conocemos eso?

MC: Sí.
JE: Qué tontería. Por supuesto que lo conocemos.

MC: Ah? (Quiere decir: "No me diga".)
JE: Se necesitan dos para eso. Déjeme explicarle.

La cortaron inmediatamente con un comercial que describía poéticamente el placer del pan entero.
En una edición del New York Times de 1983, Gerald Jonas calificó a Russ como "parte de la pequeña banda de logrados estilistas en la ciencia ficción."
Recibió el premio Hugo de 1983 por ‘Souls’, una novela de fantasía histórica breve sobre una abadesa que debe defenderse contra los sádicos y brutos Norsemen invasores, y un premio Nebula en 1972, por el cuento ‘When It Changed’, precursora de ‘El hombre hembra’. El premio Hugo, ofrecido por los miembros de la World Science Fiction Convention, y el Nebula, presentado por la Asociación de Escritores de Ciencia Ficción y Fantasía de Estados Unidos, son considerados ambos como los premios Pulitzer del género.

Joanna Russ nació en el Bronx el 22 de febrero de 1937. En 1957 terminó sus estudios de inglés en la Universidad de Cornell, donde estudió con Vladimir Nabokov. En 1960 se licenció en dramaturgia y literatura dramática de la Escuela de Teatro de Yale.
Pero para entonces ya se dedicaba a la ciencia ficción, y había publicado el año previo su primer cuento, ‘Nor Custom Stale’, en la revista The Magazine of Fantasy & Science Fiction.
El género era un bastión masculino tan enraizado que hasta mediados del siglo veinte el puñado de escritoras con que contaba a menudo usaban seudónimos masculinos. (Ursula K. Le Guin, que hoy es mujer mejor conocida en el mundo de la ciencia ficción, no empezó a publicar sino en los años sesenta.)
En la ciencia ficción de hombres y mujeres de mediados de siglo, los personajes femeninos se parecían a sus contrapartes terrestres: atractivas, obedientes y caseras. "Suburbios galácticos", llamó Russ despectivamente a este universo imaginario, y empezó a explorar sus confines.
En una serie de cuentos publicados a fines de los años sesenta, introdujo a la heroína Alyx, una inteligente y no muy guapa mercenaria, ladrona y asesina que deambula enérgicamente a través de los siglos, desde la antigüedad en adelante.
Alyx también es la protagonista de la primera novela de Russ, ‘En el Paraíso de Joanna Russ’ [Picnic on Paradise], publicada en 1968; la novela fue reeditada más tarde con los cuentos en un tomo antológico titulado ‘The Adventures of Alyx’.
El feminismo de Russ es quizás más explícito en ‘El hombre hembra’. Presenta a una mujer moderna, Joanna, y tres alter egos: Jeannine, que vive en un lúgubre pasado; Jael, una guerrera que vive en un mundo donde la guerra entre hombres y mujeres es literal ("El mejor modo de acallar a un enemigo es arrancarle la laringe a mordiscos", dice); y Janet, la utópica.
Russ, que vivía en Tucson, tuvo un breve matrimonio que terminó en divorcio. No deja sobrevivientes.
Como académica, se dio a conocer por un estudio de Willa Cather que invocaba el lesbianismo de Cather, un tema que fue tabú durante largo tiempo. Enseñó en las universidades de Nueva York, Binghamton (ahora Binghamton University, State University of New York), Colorado, Washington; y otras.
Entre sus otros libros se encuentran la novelas ‘We Who Are About to ...’ y ‘The Two of Them’, y los libros documentales ‘How to Suppress Women’s Writing’ y ‘Magic Mommas, Trembling Sisters, Puritans & Perverts’, en los que denuncia como censura la posición contra la pornografía de algunas feministas.
En su obra crítica, Russ se destacó por su perspicacia. En la revista The Magazine of Fantasy & Science Fiction de 1969, terminó diciendo sobre la novela ‘The Last Starship From Earth’, de John Boyd, publicada el años antes por Berkley Books:
"Le perdono a Boyd la angustia que me causó su novela y espero que finalmente me perdone la angustia que esta reseña le pueda causar, pero a Berkley no se le puede perdonar. Sólo reformar. No lo vuelva a hacer."
27 de mayo de 2011
8 de mayo de 2011
©new york times
cc traducción mQh

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