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murió paul e. sullivan


Analista se ganó un lugar en la historia de los derechos civiles. En un litigio que la Corte Suprema resolvió a su favor, terminó con las restricciones raciales en las piscinas comunitarias.
[Elaine Woo] Murió el analista del Ministerio de Defensa de Estados Unidos que ganó una importante victoria para los derechos civiles en 1969 cuando la Corte Suprema de Estados Unidos falló contra la política de admitir solamente a blancos en la piscina de un club en el condado de Fairfax, Virginia. Tenía 87 años.
Sullivan murió el 14 de marzo, tras complicaciones de un derrame, en el condado de Fairfax, informó la semana pasada su hija Maria Sullivan.
En 1965, Sullivan, que era blanco, se mudó de su casa en la urbanización Bucknell Manor y se la alquiló a Theodore Freeman, un economista afro-americano del Ministerio de Agricultura de Estados Unidos, que vivió allí con su esposa y dos hijos.
Cuando Sullivan compró la casa, incluía el uso de la piscina del club de natación en el Little Hunting Park; el reglamento del club permitía que ese servicio se asignara a inquilinos. Pero cuando los Freeman trataron de usar la piscina, el club se negó a admitirlos. Sullivan, que vivía cerca y era todavía miembro, se quejó ante el directorio, que respondió expulsándolo a él y su familia.
Sullivan estaba indignado. "Hay una comunidad cristiana que habla sobre decencia, honestidad y deportividad, y estaban tratando a la gente de esa manera", dijo al Washington Post algunos años después.
Se convirtió en el principal demandante en la querella de los Freeman, que pedían indemnización y reconocimiento de sus derechos como miembros del club. Sin embargo, el tribunal falló contra ellos, argumentando que el club era privado y por tanto no estaba obligado a acatar las leyes de derechos civiles que regían en los lugares públicos.
Durante los siguientes cuatro años que duró todo el proceso de apelaciones, para Sullivan, su esposa y ocho hijos, no fueron tiempos placenteros. Las llamadas de fanáticos eran constantes, y le volaban el buzón de cartas todos los 4 de julio.
Cuando Sullivan, que era católico, pidió a su sacerdote que diera un sermón sobre el trato discriminatorio que practicaba la piscina del club contra los Freeman, el sacerdote se negó a hacerlo, diciendo que los derechos civiles no eran un asunto de la iglesia. Sullivan dejó de orar allá y se unió a una parroquia predominantemente negra, donde fue un miembro activo por el resto de su vida.
En 1969, el caso fue finalmente visto por la Corte Suprema. Sullivan fue representado por el abogado de derechos civiles, Allison Brown, que alegó que el club del Little Hunting Park violaba una oscura ley del siglo diecinueve -la Ley de Derechos Civiles de 1866-, que garantizaba a los negros los mismos derechos contractuales que a los blancos. Sostuvo que el club no podía negar a los Freeman esos servicios simplemente porque eran negros.
En diciembre de 1969, los jueces resolvieron a favor de Sullivan, en un fallo de 5 a 3. El juez William O. Douglas, que escribió para la mayoría, rechazó el fallo de la corte de Virginia de que el Little Hunting Park tenía una posición especial como club social privado. "En los archivos no hemos encontrado nada que justifique eso", escribió Douglas. "No había ni plan ni propósito de excluir a nadie. Está abierto a todas las personas blancas dentro del área geográfica, no hay procedimientos selectivos, excepto la raza."
Para cuando la corte volvió a resolver, Freeman ya no era inquilino de Sullivan, porque había aceptado una misión en Tokio. Pero como una de las primeras impugnaciones de las prácticas de exclusión en las piscinas, se le atribuyó al caso haber contribuido a eliminar las políticas de restricción racial en otras piscinas comunitarias. En 1973, la Corte Suprema ratificó la decisión Sullivan en un caso que implicó la decisión de una piscina privada de Maryland de no admitir a un doctor negro y su familia.
Pese al hostigamiento de los vecinos, los Sullivan no se marcharon nunca de su casa en el condado de Fairfax County. Egresado del programa de servicio diplomático de la Universidad de Georgetown, trabajó como analista de inteligencia para el Ministerio de Defensa durante treinta años, hasta su jubilación en 1980.
Le sobrevive quien fue su esposa durante 61 años, Flora; cinco hijas; doce nietos; y tres biznietos.
Su determinación de luchar contra las injusticias en su suburbio de Virginia puede haber provenido de sus tempranas experiencias como hijo de inmigrantes irlandeses pobres en Boston, donde nació el 26 de mayo de 1923.
"Cuando vivía en Boston", dijo Maria Sullivan, "los irlandeses eran tratados como negros en el Sur. Se sentía como el cuidador de su hermano."
Pudo volver a ser miembro de la piscina después de que la Corte Suprema fallara a su favor. Su familia retornó alegremente. Pero Sullivan, que había sido un ávido nadador, se negó a acompañarlos y no volvió nunca a nadar ahí.
28 de mayo de 2011
9 de mayo de 2011
©los angeles times
cc traducción mQh

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