usuarios de drogas no son criminales
Comisión de alto nivel insta a un enfoque no criminal al mundo de las políticas sobre drogas. El informe de la Comisión Global de Políticas sobre Drogas, que incluye a ex jefe de Naciones Unidas, Kofi Annan, y ex presidentes de México, Brasil y Colombia fue rápidamente desechado por Estados Unidos y México.
[Ken Ellingwood y Brian Bennett] Ciudad de México, Washington, Estados Unidos. Describiendo la guerra global contra las drogas como un costoso fracaso, un grupo de líderes mundiales de alto nivel llama al gobierno de Obama y otros a poner fin a la "criminalización, marginalización y estigmatización de personas que usan drogas sin causar daños a terceros".
Un informe de la Comisión Global de Políticas sobre Drogas, que incluye al ex secretario general de la ONU, Kofi Annan, y a ex presidentes de México, Brasil y Colombia, recomienda que los gobiernos exploren nuevas maneras de legalizar y regular las drogas, especialmente la marihuana, como un modo de privar de beneficios a los carteles de la droga.
La recomendación fue rápidamente desechada por el gobierno de Obama y el de México, que son aliados en la violenta represión de los carteles que ha terminado con la vida de más de 38 mil personas en México, en una guerra que se extiende por más de cuatro años y medio.
"Estados Unidos tiene que empezar un debate", dijo el ex presidente de Colombia, César Gaviria, miembro de la comisión, por teléfono desde Nueva York, donde el informe será dado a conocer el jueves. "Si llevas cuarenta años de aplicación de una política que no brinda resultados, entonces tienes que preguntarte si acaso no es tiempo de cambiarla."
Una copia del informe fue proporcionada al Times.
Tres de los firmantes latinoamericanos del informe, Gaviria y los ex presidentes Ernesto Zedillo, de México, y Fernando Henrique Cardoso, Brasil, hicieron recomendaciones similares hace dos años. Su punto de vista no logró cambiar el enfoque policial que domina las políticas de drogas en todo el mundo.
El conservador presidente mexicano, Felipe Calderón, ha convertido la guerra contra los carteles de la droga en un elemento central de su gobierno. Aunque el creciente número de homicidios ha provocado consternación pública en México, Calderón no da señales de dar marcha atrás antes de su mandato de seis años el próximo año. Una encuesta sobre temas de seguridad publicado el miércoles constató una amplia oposición a la legalización de las drogas en México.
El gobierno de Estados Unidos ha respaldado la represión mexicana proporcionándole equipos policiales, adiestramiento y palabras de apoyo del presidente Obama.
"Hacer más asequibles las drogas -como sugiere el informe- hará más difícil mantener sanas y seguras a nuestras comunidades", dijo Rafael Lemaitre, portavoz de la Oficina de Políticas Nacionales de Control de Drogas de la Casa Blanca.
Aunque el gobierno de Obama ha enfatizado su política de drogas basada en la "salud pública", los funcionarios rechazan severamente la legalización.
"Legalizar drogas peligrosas sería un profundo error, conducirá a más consumo y más consecuencias perniciosas", dijo este año el zar de las drogas Gil Kerlikowske.
Funcionarios de gobierno disputan la idea de que no se puede hacer nada para reducir la demanda de drogas en Estados Unidos. Un portavoz de la agencia antidrogas de la Casa Blanca dijo que en Estados Unidos el consumo alcanzó su punto máxime en 1979, cuando las encuestas mostraron que el catorce por ciento de los encuestados había usado drogas ilegales el mes previo. Ahora esa cifra se ha reducido al siete por ciento.
"Este no es solamente un problema policial", dijo Kerlikowske en febrero en la Universidad George Washington en Washington.
En su presupuesto de 2012, el gobierno destinó 1.7 billones de dólares para programas de prevención de drogas, un aumento del 7.9 por ciento con respecto al año anterior.
Funcionarios de gobierno han fomentado el uso de los tribunales de drogas donde los jueces pueden sentenciar a los infractores a seguir tratamientos y otras condenas alternativas de la prisión. La Casa Blanca también está trabajando para expandir sus programas de reingreso, que buscan reducir la tasa de reincidencia, ayudando a los cerca de 750 infractores por drogas liberados de prisión cada año a efectuar con más fluidez su transición hacia las comunidades.
Vanda Felbab-Brown, investigador de la Brookings Institution que ha estudiado la política de drogas de Estados Unidos, dijo que el gobierno de Obama ha llevado el tema en una "dirección considerablemente mejor". Sin embargo, agregó, "muchas cosas quedaron en el nivel de la estrategia y la retórica."
"Si Obama va a gastar su capital político en algo, no será la política de drogas", dijo Felbab-Brown, autor de ‘Shooting Up: Counterinsurgency and the War on Drugs’.
Gaviria, ex presidente de Colombia, dijo que vio signos de cambios de la opinión pública el año pasado, cuando los californianos votaron sobre una medida que habría legalizado la posesión de pequeñas cantidades de marihuana. Aunque la medida fue rechazada, "la gente está cambiando de opinión", dijo.
El nuevo informe dice que las políticas mundiales para limitar el acceso a las drogas, implementado hace cincuenta años cuando Naciones Unidas adoptó su ‘Convención Única sobre Drogas Narcóticas’, no han logrado reducir ni el suministro ni el consumo de drogas. El informe, que cita cifras proporcionadas por la organización internacional, dice que el consumo global de marihuana subió en más de un ocho por ciento; el de cocaína subió en un veintisiete por ciento entre 1998 y 2008.
El grupo citó una estimación de Naciones Unidas de que en el mundo hay 250 millones de personas que usan drogas, concluyendo que "simplemente no podemos tratarlos como si fueran criminales".
Se necesitan más opciones de tratamiento para adictos, dice el informe. Y argumenta que la detención y el encarcelamiento de "decenas de millones" de campesinos productores de drogas, correos y vendedores callejeros no han respondido a las necesidades económicas que empujan a muchos al tráfico.
La evaluación mencionó estudios de países como Portugal y Australia, que constataron que la despenalización del consumo y posesión de al menos algunas drogas no ha conducido a ningún aumento significativo del consumo.
Los miembros del grupo son el ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Paul Volcker, los escritores Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa, y Richard Branson, fundador del Virgin Group.
En México desde fines de 2006, cuando Calderón desplegó a las fuerzas armadas para utilizarlas en la lucha contra el crimen organizado, miles de personas han muerto en incidentes de violencia asociada a las drogas. La mayoría de las muertes ocurren en el contexto de las guerras territoriales entre carteles de la droga rivales.
El mes pasado, decenas de miles de personas se echaron a las calles de Ciudad de México para protestar contra la violencia y exigir el fin de la guerra contra las drogas. Empero, Calderón cree que sería irresponsable abandonar ahora.
Calderón criticó la moción de legalización en California, diciendo que socavaría la lucha de su gobierno contra el crimen. El presidente mexicano dijo que está abierto a oír opiniones divergentes sobre el problema, pero que sería "absurdo" considerar la legalización en México mientras los narcóticos sean prohibidos al norte de la frontera, donde una masiva demanda determina los precios y la rentabilidad del negocio de las drogas.
Otros analistas rechazan la idea de que la reducción de los beneficios del comercio de drogas mediante la legalización disminuiría la delincuencia en general, alegando que muchas bandas de traficantes violentos han ampliado sus actividades criminales, abarcando el secuestro extorsivo y la producción y venta de artículos falsificados.
[Ellingwood informó desde Ciudad de México y Bennett desde Washington.]
7 de junio de 2011
1 de junio de 2011
©los angeles times
cc traducción mQh
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