las varias muertes de allende
Allende, el hombre que murió varias veces. Un suicidio, un tiro de gracia y un asesinato. El reportaje de Informe Especial (TVN) puso, una vez más, la muerte del ex presidente en el centro de la agenda pública.
Santiago, Chile. Martes 11 de septiembre de 1973, Morandé 80, Palacio de La Moneda, 18:30 horas. Un grupo de soldados y bomberos saca en camilla al ex presidente Salvador Allende, que cuatro horas antes, fue encontrado muerto con el cráneo destrozado en el Salón Independencia de la casa de gobierno. A las 14:38 el jefe de las tropas de asalto del Ejército, general de brigada Javier Palacios Rhumann, comunica a sus superiores que la causa de la muerte ha sido suicidio.
Esta versión, abalada por casi la totalidad de los testigos, la familia, y la historiografía, ha sido puesta en duda en las últimas semanas. "Informe Especial" de TVN levantó una tesis sobre la existencia de un impacto de bala a corta distancia, anterior al que le provocó la muerte.
El debate sobre la muerte de Allende, siempre presente, una vez más copó la agenda: Aquí un repaso de todo lo que se ha dicho del disparo (o los disparos) más polémicos de la historia republicana chilena del siglo XX.
La Historia Oficial
Esta versión tiene nombre y apellido: Patricio Gijón Klein, médico de la Presidencia y es más o menos así.
Poco antes de las 14 horas de ese martes 11, Allende ordena la rendición de los combatientes de Palacio. En la escalera que baja al primer piso, de camino a la puerta de Morandé 80, se forma una fila. El presidente ha dicho que irá al final: "Dejen las armas y bajen, yo iré al último", dice, al tiempo que se despide de cada uno. Al hacerlo comienza a subir por la escalera.
Gijón, que estaba en el primer piso, decide volver y recuperar la máscara antigas que utilizó en la jornada para dársela a su hijo. En el momento que se encuentra frente del Salón Independencia, oye un disparo y entra.
En ese instante ve la contorción del cuerpo del presidente hacia arriba, que acaba de dispararse con el fusil AK-47 que le regaló Fidel Castro. Gijón se acerca, toma el arma, la deja a un costado, y constata la muerte de Allende. Está solo.
En eso el intendente de Palacio, Enrique Huerta y el detective David Garrido, se asoman. Huerta, al ver la escena, grita: "El presidente ha muerto, viva Chile mierda, viva Allende". Después toma el arma y se apresta a seguir disparando, hasta que el jefe de Contrainteligencia del Partido Socialista, Ricardo Pincheira, se la arrebata.
Al conocer la noticia, el subsecretario general de gobierno, Arsenio Poupin, saca un revólver e intenta suicidarse, otros se lo impiden.
A los pocos minutos llegan los militares, el general Palacios entra al Salón donde están el cuerpo de Allende y el doctor Gijón. Lo interroga y entrega la versión del suicidio a sus superiores.
Las Dudas: el Suicidio Asistido
Sin embargo hay varios testimonios, que si bien no cuestionan la teoría del suicidio si ponen en duda el contexto en que se habría realizado.
Por lo pronto, esta versión de los hechos indica que, a aparte de Gijón, existieron más testigos de la muerte de Allende. Por la puerta entreabierta del Salón Independencia habrían visto el desenlace los doctores Arturo Jirón (ex ministro de Salud) y José Quiroga, además de Huerta, Poupin y Eduardo Paredes (ex director de Investigaciones).
En esta línea hay una interpretación, sostenida por el periodista Camilo Taufic, que habla de que Allende habría tenido un suicidio "asistido".
Esto se basa en el pedido que Allende le hizo a su médico Danilo Bartulín: "Si quedo herido, pégame un tiro".
Taufic sostiene que Allende intentó suicidarse con un disparo de arma corta en la sien. Sin embrago el Presidente habría fallado ya que habría preferido, en el último momento, dispararse en el rostro.
Enrique Huerta, según Taufic, habría cumplido la misión de dar el tiro de gracia.
¿Se Suicidó con el Fusil de Fidel Castro?
También se sospecha que el Salón Independencia haya sido el escenario de los disparos, dado que el cuerpo de Allende fue encontrado en un sillón con las piernas estiradas y rígidas, algo imposible si estaba sentado en él a la hora de suicidarse. Taufic ha dicho que el suicidio bien pudo ser en su oficina o en la de su secretario privado, Osvaldo Puccio, contiguo al Salón y que después fue arrastrado ahí.
La versión del suicidio solitario habría nacido del general Palacios, quien habría convencido a los médicos de Allende (que tras el golpe no fueron detenidos y que pudieron irse a sus hogares tranquilamente) de apoyar la idea ya que así se "cuidaba" la imagen de Allende.
En este contexto hay dudas sobre si el fusil AK-47, regalo de Fidel Castro, fue utilizado para el suicido. Hay una versión que sostiene que éste nunca estuvo en La Moneda ese 11 de septiembre y que Allende habría utilizado uno similar.
Según esta teoría el arma que mostraron los militares a la prensa no era el original, ya que la leyenda "A Salvador, de su compañero de armas. Fidel Castro", nunca estuvo en una placa insertada en la culata (tal como se mostró) sino escrita en la correa del fusil- ametralladora.
4 de junio de 2011
3 de junio de 2011
©la nación
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