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murió norma duffy lyon


Artista del Midwestern que esculpía en mantequilla.
[P.J. Huffstutter] En el mundo de alto colesterol de las ferias estaduales del Midwestern, donde las vacas lecheras se aglomeran en establos 4-H y ningún alimento escapa de la freidora, Norma ‘Duffy’ Lyon era todo un personaje.
Durante más de cuatro décadas, fue la reina de la escultura en mantequilla.
Vacas. Elvis. John Wayne. El presidente Eisenhower. Una moto Harley-Davidson. Jesús y sus discípulos en la Última Cena. Con sus manos firmes, Lyon modeló y dio forma a grandes bloques de grasa congelada para hacer figuras de tamaño natural que eran a la vez humilde artesanía y bellas artes.
La familia de Lyon anunció la triste noticia: la artista murió el domingo en la mañana en el Centro Médico-Quirúrgico Marshalltown de Iowa, tras sufrir un derrame. Tenía 81 años.
Su material puede parecer extraño a algunos, pero Lyon vivía rodeada de su materia prima. Nacida el 29 de julio de 1929, en Nashville, se mudó al Midwest y estudió ciencias animales en la Universidad de Iowa. Cuando estudiaba, cuentan familiares, descubrió su talento para convertir materias inverosímiles en estatuas.
"Dirigía a su hermandad femenina en el campeonato de escultura en nieve, y había un profesor de arte que la vio", contó su hija Michelle Juhl al Times el lunes. "Ganó el campeonato. La invitó a seguir sus clases."
Conoció a su marido, G. Joe Lyon, en la escuela. La pareja se casó y, tras graduarse, se mudaron a Toledo, Iowa, para encargarse de la lechería de la familia, Lyon Jerseys.
Lyon recogió su cincel culinario en la Feria del Estado de Iowa en 1960, dijeron el lunes funcionarios de la feria. Un año antes, Lyon había tomado una pausa en la exhibición de las vacas lecheras de la familia en la feria y pasó mirando varias exposiciones de arte. Allá se encontró con una estatua de una vaca lechera, hecha de mantequilla en una lechería local.
No le impresionó.
"Mamá pensaba que la vaca se veía como una caricatura," dijo Juhl. "Entonces la feria empezó a buscar a un escultor en mantequilla, y ella estaba ahí. Se dice que dijo: ‘Si no puedo hacer una estatua mejor, me la comeré."
Aunque la tradición de utilizar grasa para crear figurinas se remonta a varios siglos, la ‘vaca de mantequilla’ ha sido un elemento icónico de la reunión de verano anual en Des Moines desde principios del siglo veinte. Funcionarios de la feria dijeron que tradición costumbrista podría incluso remontarse mucho más en el tiempo.
Entonces, algunos artistas optaron por la manteca.
Las vacas de Lyon no era figuras diminutas. Normalmente medían más de un metro y medio, estaban hechas de 270 kilos de mantequilla de Iowa untadas sobre malla metálica y estructuras de madera. Lyon usaba el calor de sus manos para formar pelotas gruesas con la mantequilla, luego las metía en la madera y les daba forma de músculos bovinos . Luego, ocupaba herramientas dentales para hacer pliegues y agregar pequeños detalles.
Todo este trabajo ocurría dentro de una especie de taller refrigerado, que era mantenido estrictamente en 4.4 grados Celsius.
"Los niños nos turnábamos para acompañarla a las vacas", contó Juhl. "Hacía tanto frío ahí dentro que teníamos que llevar nuestra ropa de invierno en medio del verano. Hacíamos turnos para recalentarnos afuera, y luego volver al frío."
A Lyon le tomaba tres días esculpir una vaca. El complicado bovino era entonces exhibido dentro del edificio refrigerado. Normalmente, con la mantequilla de una vaca se podían untar 19.200 tostadas, de acuerdo a la Asociación Lechera del Midwest [Midwest Dairy Assn.]
Inicialmente, Lyon compraba nuevas cubas de grasa todos los veranos. Cuando terminaba la feria, la mantequilla se utilizaba para hacer alimento para perros. Más tarde, para abaratar costos, empezó a reciclar sus materiales, volviendo a utilizar la mantequilla. Y se sabía que llevaba un control estricto del termóstato.
Existen, después de todo, problemas inherentes cuando se usa la mantequilla como materia prima. En 2000, la temperatura en su vitrina en el Edificio de Agricultura de la feria subió ligeramente. De repente, el estómago de la vaca se empezó a derretir. (Una rápida orden de más mantequilla ayudó a reparar los daños.)
Con el tiempo se extendió la fama de la esposa del Midwestern y su talento con la mantequilla. Llovieron los pedidos de feria agrícola en feria agrícola y de organizaciones agrícolas en todo el país, todos ansiosos de montar sus propias despensas con sus Jerseys, Holsteins y Guernseys. Una asociación de productos porcinos le pidió que esculpiera un cerdo con grasa de cerdo.
Lyon aceptó.
También amplió su carpeta. En 1997 reveló una réplica de Elvis de un metro ochenta, incluyendo un micrófono de mantequilla, un mechón rizado de pelo de mantequilla cayendo sobre su frente, su boca abierta y haciendo una mueca con los labios.
La gente clamaba por ver al Rey en la vitrina refrigerada en la feria. La fila de espectadores salía fuera del recinto de la Federación del Pavo de Iowa [Iowa Turkey Federation], más allá del stand del Consejo Avícola de Iowa [Iowa Egg Council], más allá de las tapas gratuitas de ternera y las muestras de cerdo.
En la época, Lyon dijo que inicialmente había querido esculpir a Elvis en sebo blanco, pero los funcionarios de la feria "no querían saber nada de eso. Están tan habituados a la grasa que casi les da un soponcio. Yo sabía que la gente de la mantequilla se volvería loca con la idea."
Después de 46 años, Lyon dejó de modelar mantequilla para la Feria Estadual de Iowa en 2006, debido a su estado de salud. Le pasó sus herramientas a su aprendiz, Sarah Pratt, escultora y maestra de Iowa. Algunos de los nietos de Lyon ayudan a Pratt con las vacas de manteca.
Este año las esculturas de vacas en mantequilla celebran cien años en la feria de Iowa. Funcionarios de la feria dijeron el lunes que existen planes para homenajear a Duffy y su papel en la exposición de la mantequilla en agosto.
Le sobreviven su marido Joe, que sigue ordeñando las cuatrocientas vacas lecheras de la familia en Toledo; sus nueve hijos; veintitrés nietos; y cinco biznietos.
7 de julio de 2011
28 de junio de 2011
©los angeles times

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