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Después de los disturbios, Cameron jura que luchará contra el "colapso moral." El primer ministro británico, David Cameron, dice que una cultura de egoísta indiferencia y codicia es la responsable de los disturbios de la semana pasada. Promete tomar medidas para promover una sociedad responsable.
[Henry Chu] Londres, Inglaterra. Gran Bretaña está en medio de un "colapso moral en cámara lenta" que debe ser revertido si el país quiere evitar una repetición de los disturbios de la semana pasada en toda Inglaterra, dijo el primer ministro David Cameron el lunes cuando prometió  medidas más duras para reprimir el caos y promover una sociedad responsable.
Pero el Partido Laborista en la oposición advirtió contra políticas de reflejo incapaces de atacar la causa del saqueo y la violencia, en un indicio de que la unanimidad política observada en la secuela inmediata de los disturbios se está deshilachando mientras los dirigentes buscan la mejor manera de responder a lo que ha ocurrido.
Cameron identificó una cultura de egoísta indiferencia y codicia detrás de los destrozos en todo Londres y otras ciudades importantes, que se cobró la vida de cinco personas y causó daños por más de trescientos millones de dólares durante los cuatro días que sacudieron al país. Dijo que instruiría a todo su gabinete para que busquen modos de combatir a la "sociedad desintegrada" en la que los padres han renunciado a la responsabilidad por sus hijos, las escuelas han abandonado la disciplina y los delitos quedan impunes.
"Nuestra política de seguridad debe ser correspondida por una política social", dijo Cameron, comprometiéndose a crear "familias más fuertes, comunidades más fuertes, y una sociedad más fuerte."
El discurso del líder británico en un club juvenil el lunes en su afluente distrito electoral rural no contenía demasiados detalles. Pero un ministro del gabinete dijo que el gobierno conservador estaba buscando modos de cancelar la seguridad social y otras prestaciones sociales a cualquiera que sea condenado por los disturbios, incluso si la persona no es enviada a la cárcel.
Probablemente la idea sea recibida con calidez entre el público, cuya indignación por el paroxismo de violencia de la semana pasada pareció fortalecer la mano de Cameron a la hora de imponer la ley y el orden. Pero legisladores de la oposición e incluso algunos de ellos miembros del socio joven de la coalición que gobierna Gran Bretaña objetan algunas medidas que dicen que podrían simplemente agravar las condiciones que dieron origen a la violencia.
"Un juicio instantáneo y simple en respuesta a este tipo de eventos produce malas soluciones", dijo el líder laborista Ed Miliband. "Con trucos inútiles, ni siquiera bien pensados, no vamos a solucionar el problema."
Exactamente cuál es el problema, sin embargo, se ha convertido en el tema de un debate cada vez más intenso.
Los motivos y perfiles de los que se echan a las calles desafían una explicación fácil. Aunque muchos críticos han calificado los robos y daños a la propiedad como delincuencia gratuita de una clase marginada de jóvenes "asilvestrados", los disturbios surgieron de una protesta pacífica por la muerte de un hombre de una urbanización a manos de la policía. También, los saqueadores sospechosos que fueron llevados a tribunales incluyen a vecinos de clase media e incluso de familias afluentes.
La policía ha hecho más de dos mil trescientas detenciones en Londres, Birmingham y Manchester, las tres ciudades más afectadas por los disturbios. Cerca de mil seiscientas de esas detenciones ocurrieron en la capital, y casi mil personas fueron acusadas formalmente, informó Scotland Yard.
Pese a la creciente división entre políticos sobre cómo seguir adelante, tanto Cameron como Miliband tocaron el lunes un tema que ha ganado ímpetu en los últimos días: ese egoísmo y desdén por las normas no son exclusivos de los saqueadores, y también lo exhiben los escalones más altos de la sociedad británica: los banqueros que han despilfarrado miles de millones de dólares mientras buscaban hacer más ganancias, los políticos sorprendidos abusando de sus cuentas de gastos, los periodistas que interceptaron teléfonos.
"Hemos visto algunos de los peores casos de codicia, irresponsabilidad y abusos", dijo Cameron. "La restauración de la responsabilidad nos afecta como país."
22 de agosto de 2011
16 de agosto de 2011
©los angeles times
cc traducción mQh

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