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el boicot contra arizona


Partidarios de la inmigración divididos sobre el boicot contra Arizona.
[Marc Lacey] Phoenix, Estados Unidos. Después de la aprobación de la polémica ley contra inmigrantes en abril de 2010, los músicos suspendieron sus conciertos en Arizona, los turistas cancelaron sus vacaciones allá y los organizadores de congresos ignoraron al estado para preferir otros políticamente menos tóxicos. Pero los mismos activistas que montaron el boicot, afectando en el proceso las arcas del estado, están ahora divididos sobre si continuarlo o no.
Algunos llamaron al boicot a fines del año pasado después de que un juez federal bloqueara los pasajes más contenciosos de la ley de inmigración. Otros se han apartado más recientemente. El Consejo Nacional de La Raza, una organización de defensa de los latinos, anunció la semana pasada que ya no apoyaba el boicot. Sin embargo, otros activistas se mantienen en sus trece, insistiendo en que ese estado, en el futuro previsible, debe ser evitado.
"Desde el principio ha habido confusión en todos los aspectos de este problema", dijo Kristen Jarnagin, portavoz de la Arizona Hotel and Lodging Association, cuyos miembros se sintieron agredidos por el boicot y quieren que termine oficial y completamente. "Estamos felices de saber que para algunos ha terminado. De los otros esperamos que abandonen el boicot con la misma rapidez con que se unieron a él."
Que siga o no el boicot, los estudios muestran una clara reducción en congresos y en la ocupación hotelera en Arizona desde que se declarara el boicot. Además de eso, los activistas muestran con orgullo la carta que importantes hombres de negocios de Arizona, temiendo más protestas, enviaron este año a los legisladores del estado instándoles a no adoptar medidas todavía más duras contra los inmigrantes.
Pero los mensajes contradictorios están creando confusión entre los simpatizantes de la causa.
El cantante Steve Earle, que se unió al boicot el año pasado, anunció un concierto en Tucson en julio, pensando que el boicot había sido levantado. Después de oír las críticas, canceló el concierto, pero expresó su frustración por tener que hacerlo.
Earle dijo en una declaración que quería "investigar más sobre el boicot y sus efectos, porque como alguien que apoya el movimiento por los derechos de los inmigrantes, no estoy convencido de que sea útil seguir apartándonos de las personas progresistas del estado."
Otros artistas han decidido presentarse en Arizona, con o sin boicot.
Los Lobos, que inicialmente respaldaron el boicot y cancelaron sus presentaciones en Arizona el año pasado, ofrecieron un concierto en mayo en Tucson. Para mostrar su oposición a la ley de Arizona, la banda permitió que las organizaciones de defensa de los inmigrantes organizaran la rifa de una guitarra autografiada y repartieran literatura en la entrada. Cuatro organizaciones asistieron al concierto, pero no la Coalición de Derechos Humanos, una organización de defensa de los derechos de los inmigrantes de Arizona, que emitió una declaración diciendo que el concierto "debilitaría el efecto que ha tenido el boicot y las cancelaciones de eventos."
Uno de los primeros funcionarios públicos en retirarse del boicot fue el representante demócrata Raúl M. Grijalva, de Tucson, que debió enfrentarse a las protestas de su electorado por las perspectivas de tener que soportar más penurias económicas.
"Le estoy diciendo a la gente que vuelva a Arizona", dijo Grijalva la semana pasada. "Mi opinión es que la nueva estrategia debe ser invitar a la gente a venir, pero instándoles a que ayuden a cambiar el clima político."
El Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU), un influyente partidario del boicot, terminó en diciembre su apoyo a las sanciones económicas contra Arizona. Pero Sound Strike, una organización de Los Angeles que llamó a los artistas a evitar el estado después de la aprobación en el Senado del proyecto de ley 1070, declaró la semana pasada que el boicot continuaba.
Juan Ramos, pastor de Love International, una importante iglesia bilingüe en el centro de Phoenix, convenció hace poco a una organización nacional de evangélicos de que realizara su congreso en Arizona, argumentando que el boicot, que nunca apoyó, estaba perjudicando a los inmigrantes que pretendía ayudar.
Pero Kat Rodríguez, directora de programas de la Coalición de Derechos Humanos, sigue recomendando que los turistas se mantengan alejados, que los músicos suspendan sus conciertos y que las organizaciones busquen otros lugares donde realizar sus congresos.
"No tenemos interés en boicotear por boicotear", dijo Rodríguez. "No queremos que el estado pretenda continuar como si no hubiese pasado nada. La gente cree que el proyecto 1070 es una noticia del año pasado, pero los inmigrantes en este estado siguen sufriendo."
La ley nunca fue implementada completamente. Un juez federal bloqueó la disposición que exigía que los agentes de policía controlaran la situación de inmigración de las personas que detuvieran por sospechas de haber entrado ilegalmente al país. El estado de Arizona recurrió la decisión ante la Corte Suprema de Estados Unidos. El gobernador Jan Brewer, que ganó tanto un empuje político como desprecio por firmar la ley, ha reprobado a los partidarios del boicot como equivocados, diciendo en una ocasión: "Están perjudicando a la gente que quieren ayudar."
Tal como están las cosas, algunos activistas dicen que el boicot ya terminó, otros sostienen que todavía sigue y muchos adoptan una posición intermedia, llamando a los visitantes a hacer una diferencia si visitan el estado.
"Queremos acciones reales, no simplemente gente que venga a jugar golf en algún congreso o a disfrutar de las vistas en el Grand Canyon o Sedona y pararse frente a los vórtices", dijo Rodríguez.
Muchas de las municipalidades y distritos escolares que se unieron al boicot el año pasado no han cambiado de posición. "Simplemente estamos mirando qué pasa",dijo John Stiles, portavoz del alcalde R. T. Rybak, de Minneapolis, que el año pasado ordenó a los jefes de departamento no visitar Arizona.
Insegura en cuanto a si el boicot continuaba, la Conferencia Nacional de Líderes Hispanos Cristianos, la organización de iglesias evangélicas latinas más grande del país, se comunicó con pastores de Arizona antes de decidir si realizar su congreso en Tucson este mes. Esos pastores se mostraron ansiosos de contar con apoyo moral, dijo el Reverendo Samuel Rodríguez, presidente de la organización.
"Lo que nos convenció de realizar nuestra cumbre en Arizona es que no queremos que la gente se olvide de Arizona", dijo Rodríguez. "No queremos que el tema de la inmigración sea dejado de lado. Queremos recordar a la gente que este estado es un estado que intenta incorporar criterios raciales en su legislación."
Javier González, organizador de Sound Strike, dijo que la organización había estado realizando conciertos en Arizona durante el boicot, pero que se trató de eventos en los que la mayor parte de la recaudación estaba destinada a organizaciones de defensa de los derechos de los inmigrantes.
"Tenemos que ver cuál va a ser el siguiente paso", reconoció González. "Existe una diferencia de opinión. Algunos artistas no quieren volver a tocar nunca más en Arizona. Otros quieren saber cuándo pueden volver a tocar aquí."
La decisión de Lady Gaga de renunciar al boicot, pese a que denunció la ley de inmigración desde el escenario en su concierto en Phoenix el julio de 2010, le significó críticas de algunos activistas. Un concierto anunciado de Manu Chao, un cantante francés de origen español, este mes en Phoenix, está recibiendo elogios debido a que es gratis y apoya a la Red Nacional de Jornaleros y Jornaleras.
Una razón de porqué el boicot ha perdido su efectividad, dicen algunos partidarios de los inmigrantes, es que la ley que pretende hacerle la vida difícil a los inmigrantes ilegales se ha extendido de Arizona a otros estados.
"Ahora que Alabama, Georgia y Carolina del Sur están aprobando leyes similares o todavía peores, el argumento para decirle a la gente que no visite Arizona es discutible", dijo Grijalva, el demócrata de Tucson. "No estoy seguro de que tenga sentido componer una larga lista de estados que deben ser boicoteados."
20 de septiembre de 2011
15 de septiembre de 2011
©new york times
cc traducción c. lísperguer

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