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en eua reducen penas por drogas


Estados Unidos aprueba nueva reducción de la disparidad en sentencias por drogas, lo que implica reducciones de penas para reos condenados por venta de crack.
[John Schwartz] El señor Flood, que ha pasado diez años en prisión por delitos relacionados con el crack de cocaína, podrá salir a la calle en 2013. Sin embargo, según las nuevas normas relativas a las sentencias que entraron en vigor el martes, es uno de los más de mil ochocientos reos que podrían quedar en libertad inmediatamente.
Flood, como miles de otros reos, recibió una sentencia mucho más severa -por un delito relacionado con el crack- que si la droga hubiese estado en polvo -una disparidad de la que se dice que es cien veces mayor para el crack que para el polvo.
La hermana de Flood, Susan Cardwell, dijo en una entrevista que Flood debería salir de la cárcel en Ashland, Kentucky, el martes noche, y abordaría un bus nocturno para reunirse con su familia en Virginia. "Me dijo que le enviara treinta dólares para el billete del bus y para comer algo en el trayecto -le enviaré lo que me pida", dijo. "Después de tanto tiempo de estar comiendo comida de la cárcel", agregó, esperaba que la primera parada fuera en uno de esos restaurantes donde puedes comer todo lo que quieras.
En la época en que se aprobó la ley en los años ochenta, el uso de cocaína y los delitos asociados a esta se habían disparado. Marc Mauer, director ejecutivo del Sentencing Project en Washington, dijo que una gran parte de ese auge tenía que ver con las guerras territoriales de entonces. Miles de delincuentes no violentos terminaron con sentencias que habían sido criticadas como extremas, y la disparidad era vista crecientemente como inspirada racialmente.
El Congreso abordó el tema aprobando la Ley de Sentencias Justas [Fair Sentencing Act] de 2010, que redujo la disparidad en las sentencias de dieciocho a uno. En junio, la Comisión de Sentencias de Estados Unidos aprobó la aplicación retrospectiva de las nuevas directrices y la nueva política entró en vigor el lunes esta semana.
En el curso del tiempo, cerca de doce mil reos podrían ver reducidas sus sentencias, que en promedio son de trece años, con un promedio de tres años. Mauer observó que esto todavía dejada penas "substantivas" por esos delitos. "Estos no son delitos menores", dijo.
Michael Nachmanoff, defensor público federal para el Distrito Este de Virginia, dijo que su oficina ha estado peleando durante meses para obtener órdenes judiciales para conseguir la libertad de 75 reos que reúnen todos los requisitos para su libertad inmediata. La nueva normativa, dicen, "ahorrará decenas de millones de dólares, y probablemente permitirá que el buró de prisiones use esas camas para albergar a gente más peligrosa", dijo.
Chris Burke, portavoz del Buró de Prisiones federal, dijo: "Diría que estamos teniendo un día ajetreado". Con más de mil ochocientos reos que pueden salir inmediatamente a la calle, las cárceles han estado controlando los archivos para cerciorarse de que ninguno tenga factores que los compliquen, como sentencias múltiples o cargos pendientes, dijo. En el centro de cómputos de sentencia del buró en Grand Prairie, Tejas, dijo, los empleados trabajaron toda una noche para asegurarse de que los documentos relativos a su liberación fueran todos tramitados a tiempo.
No todo el mundo está contento con el cambio. William Otis, ex fiscal federal y asesor especial de la Casa Blanca durante el primer mandato del presidente George Bush, dijo que debido a que la reincidencia es previsible, las liberaciones conducirán inevitablemente a más delincuencia. "¿Por qué, entonces, cuando oímos los detalles de los supuestos beneficios de las futuras liberaciones, no oímos nada sobre los delitos adicionales que significaran?", dijo.
Otros dicen que las nuevas reglas no reducen lo suficiente la disparidad de sentencias. Douglas A. Berman, experto en sentencias de la facultad de derecho de la Universidad de Ohio, dijo: "La alegría por la nueva reforma debería ser temperada por la realidad de que, cuando mucho, se ha logrado sólo la mitad".
Lawrence Garrison, que pudo restar 36 meses de su sentencia durante una reducción de disparidad previa y fue liberado en 2009, dijo: "Es un gran paso", pero agregó: "La disparidad en las sentencias todavía existe. La disparidad racial todavía existe".
9 de noviembre de 2011
1 de noviembre de 2011
©new york times
cc traducción c. lísperguer

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