la ciudad y los perros
Nada ni nadie puede justificar la matanza de caninos. Horroroso por donde se mire.
[Francisco Olea] Según la Real Academia Española, el “perro” es “un mamífero doméstico de la familia de los cánidos, de tamaño, forma y pelaje muy diversos, según las razas. Tiene olfato muy fino y es inteligente y muy leal al hombre”.
En días recientes una fuerte y compleja polémica se desplegó ante la querella criminal que la organización Pro-Animal Chile interpuso por el delito de maltrato animal, manejo indebido de fármacos y daños a la propiedad privada contra todos quienes resulten responsables por la masiva eliminación de perros callejeros en la comuna de San Joaquín. Según antecedentes -entregados al Ministerio Público- se investigará si éstos constituyen ilícitos cometidos por funcionarios y así determinar sus responsabilidades.
No es primera vez que la ciudad de Santiago enfrenta una problemática siempre compleja sobre cómo enfrentar “prácticas de control de población animal” y “tenencia responsable de animales”. El año 2006 también se abrió una fuerte pugna con las autoridades sanitarias por el objetivo de sacrificar a los perros que habitaban los alrededores de la emblemática Plaza de La Constitución.
Pero sin lugar a dudas, nada ni nadie puede justificar la matanza de caninos. Horroroso por donde se mire.
Desde tiempos remotos, los perros fueron utilizados para cazar, tirar o jalar, para proteger los campos y las colonias. Los persas, griegos, romanos y los conquistadores españoles usaron a estos ejemplares en distinta facetas de su vida. También contribuyen en diversas esferas que examinaremos brevemente.
Hoy en día, los perros y en general las mascotas, son animales domésticos que comparten su vida con las familias, siendo parte afectiva indiscutible. También la hacen en espacios públicos de plazas, calles, pasajes, condominios y jardines de nuestras ciudades. Como toda mascota, se enfrentan a la humanización y cuidado de sus amos y por otra parte también, al descuido, maltrato y abandono. Los ejemplos abundan.
Varios antecedentes retratan las distintas esferas donde interactúan estos animales. Por ejemplo, según las cifras de Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (2009), mientras un 58,8% recurre a rejas o protecciones en puertas y ventanas, un significativo 41% prefiere los resguardos de un perro, cifras que se han mantenido relativamente estables en las mediciones de los últimos tres años.
También otras cifras son más negativas en su percepción. Según estadísticas del Ministerio de Salud, el año 2009 hubo 35.009 ataques de perros en el país. De ellos, 16 mil se registraron en nuestra Región Metropolitana de Santiago. En este panorama, algunos municipios han aprobado estrictas normativas sobre tenencia de mascotas. Por ejemplo, establecer que las personas que quieran pasear a sus perros por las distintas calles, pasajes o parques podrán hacerlo sólo mediante el uso de collares y correas. También normativas que fijan listas de perros considerados como “razas peligrosas” y ordenan que, en el caso de los perros rotweiler, pitbulls, akitas y aquellos que por sus características morfológicas y raciales tengan la capacidad para causar lesiones graves o mortales, se exigirá el uso de bozal cuando estén en la vía pública.
Afortunadamente en las comunas de Providencia, Vitacura, Las Condes y Ñuñoa, ya existen ordenanzas sobre la tenencia de perros. En el caso de esta última, se abrió un centro de rescate canino. En la ciudad de Valparaíso, se estimaba que existían más de 5 mil perros vagos y serios problemas de control canino. Nuestra comuna de La Reina avanza en algunas medidas y programas de apoyo vía subsidios y en los próximos días debatiremos una ordenanza municipal.
Así el panorama sobre mascotas, su tenencia responsable, protección y derechos está abierto en nuestra ciudad.
Otras esferas de la vida de los perros se han configurado en la salud de las personas y su integración. Por ejemplo, la vida urbana e interacción con los perros lazarillos. El apoyo a conducir a no videntes a desplazarse a sus lugares de estudio o trabajo en medio del tránsito de una gran ciudad, es un apoyo vital a la integración de un ser humano. Es sabido que el perro contribuye de manera esencial a la autonomía de la persona no vidente.
Ventajas Emocionales
También, una contribución proviene de la relación poco conocida de experiencias de terapia con perros. En una encuesta realizada en los EEUU, se observó que las personas mayores de 65 años que poseían un perro sufrían depresión con menor frecuencia que los que no lo tenían. Se concluyó que el perro podría actuar como soporte de las emociones, pasando a ser un ser en quién se puede confiar y a quién se le habla, dándosele así al anciano un apoyo ante la soledad y el aislamiento.
Un punto breve: también la presencia de mascotas es utilizada en mejorar climas laborales. Hoy, la policía y los militares usan perros para buscar drogas, explosivos, rastrear personas desaparecidas, etcétera.
Habiendo intentado dar cuenta -vía titulares- de diversas esferas de vida de estas mascotas, no podemos dejar de mencionar que estas también contribuyen a dinamizar la economía. La relación cuidado y tenencia de mascotas opera como un gran mercado en diversas aristas. Solo por mencionar algunas: locales de compra y venta de mascotas, hospitales y clínicas veterinarias, lugares de hospedaje, actividades de adiestramiento, transporte de animales, alimentación y todo tipo de establecimientos que comercializan con diferentes especies.
Finalmente, la tenencia responsable de mascotas requiere también oportunidades en la ciudad. Avanzar en sanciones contra el maltrato y crueldad con animales, educación obligatoria en el respeto y protección hacia los animales, y la obligación de las autoridades a atacar las causas de la sobrepoblación de animales, realizando un control integral y ético de la sobrepoblación existente, que incluya la esterilización masiva, campañas educativas de tenencia responsable, registro de animales y ordenanza municipales son condiciones esenciales para una tenencia responsable.
La ciudad y su escenografía, la forma y flujos cuenta con esta realidad y con estos nuevos y viejos “actores”.
Repitámoslo, en nuestras urbes también hay vida de perros.
[El autor es concejal de La Reina.]
[Foto viene de Mundo Perros.]
14 de diciembre de 2011
2 de noviembre de 2011
©la nación
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