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de militares a paras


Durante un tiempo las Fuerzas Armadas intentaron impedir que la gente llamara a las autodefensas ilegales por el nombre de "paramilitarismo".
Colombia. Para la institución llamar así a estos grupos era una manera implícita de decir que funcionaban como organización paralela a los militares y por eso rechazaba el mote. La palabra paramilitar, sin embargo, se quedó pegada en el lenguaje de la gente, y adquirió su propio significado.
No es una discusión semántica inocua. Con la desmovilización de los paramilitares entre 2003 y 2006, ha quedado al descubierto que cientos de militares y policías de diferentes grados y bajo distintas motivaciones fueron cómplices activos y pasivos de la barbarie paramilitar. La Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía registraba en agosto de este año cerca de 500 denuncias contra miembros de la fuerza pública por posibles nexos con las autodefensas.
Es un debate difícil de encarar, pues tratándose de soldados y policías que aún hoy siguen dado la vida para proteger la democracia de sus enemigos, la sensibilidad institucional es extrema. No obstante, el país necesita conocer la verdad sobre cómo se dieron esos vasos comunicantes entre fuerza pública y paramilitarismo.
¿Fue una estrategia contrainsurgente de Estado, como argumentan varios estudiosos y defensores de derechos humanos? ¿O más bien, recae la responsabilidad sólo sobre unos cuantos oficiales que, viéndose perdiendo terreno en combate, apelaron al brazo efectivo y terrorista de la autodefensas para frenar a las guerrillas? Quizás ninguna de las dos teorías es del todo válida, y no fue ni política de Estado, pero tampoco un asunto de simples manzanas podridas. Quizás, la verdad está en el medio, con épocas de una colaboración cuasi orgánica entre militares y ‘paras’ en unas regiones, y en otros momentos y otras regiones, casos de miembros corruptos de la fuerza pública que cohonestaron crímenes del paramilitarismo por afinidad ideológica, porque compartían a un mismo enemigo, o simplemente por corrupción, porque buscaron lucrarse de sus negocios ilegales.
Con el ánimo de comenzar a escudriñar este oscuro capítulo de la historia del conflicto colombiano, y aportar información dura y comprobable a su esclarecimiento, VerdadAbierta.com se dio a la tarea de documentar tres historias fundamentales. Una primera que investiga cómo llegaron algunos miembros de la fuerza pública a convertirse en jefes o mandos medios del paramilitarismo. La segunda compara las cifras de aquellos militares y policías denunciados en las versiones de los desmovilizados de Justicia y Paz, con las de los procesados por la Procuraduría y las de los mencionados por víctimas o victimarios en las historias de la propia VerdadAbierta.com. La tercera documenta fallos del contencioso administrativo para resarcir víctimas de agentes del Estado y averigua qué hizo la justicia penal con los responsables de esas violaciones.

 De Militares a ‘Paras’
Verdadabierta.com reconstruye historias de policías y militares activos o retirados que terminaron como jefes y mandos medios de las AUC.
Una poderosa motivación que empujó a varios militares y policías activos hacia grupos paramilitares es paradójica. Recurrían allí como refugio, pues ya empezaban a ser investigados por delitos cometidos con o sin relación a la labor que desempeñaban en la fuerza pública.
Tal es el caso de Armando Alberto Pérez alias ‘Camilo’, ex jefe del Bloque Catatumbo de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en Norte de Santander. Según documentos de la Fiscalía, la justicia abrió investigación contra Pérez, cuando éste era capitán del Ejército en Urrao (Antioquia) porque sospechaba de su complicidad en el asesinato de Ricardo Alonso Quiroz. Fue puesto en prisión militar, y estando allí, lo contactó un hombre de las autodefensas. Con su ayuda escapó en 1998, y se metió a los ‘paras’, a órdenes de Carlos Castaño, con el nombre de guerra de ‘Camilo’. Ya en las AUC, ‘Camilo’ tuvo a su cargo más de 800 hombres como segundo de Salvatore Mancuso y fue responsable directo de la masacre de La Gabarra en 1999, en la que cayeron asesinadas 34 personas, entre muchos otros delitos de lesa humanidad.
Luis Alexander Gutiérrez, alias ‘El Capi’, se unió a los paramilitares en 2001, también porque, siendo comandante de Policía en Tibú, la justicia había empezado a investigarlo por su posible complicidad precisamente en la masacre de La Gabarra.
‘El Capi’ puso las habilidades adquiridas en la Policía luego de especializarse en operaciones antiterroristas urbanas, contraguerrillas, criminalística y explosivos y de recibir curso de Comandos Jungla (unidad élite de la Policía), al servicio de las Auc. Llegó a ser uno de los jefes del Bloque Libertadores del Sur en Nariño y Putumayo. ‘
De igual forma sucedió con Edgar Ignacio Flórez Fierro alias ‘Don Antonio’, quien hasta antes de 2003 era capitán del Ejército con estudios en ciencias militares y armas. Pero fue expulsado de sus filas por haber realizado un operativo como civil para incautar un armamento a un grupo guerrillero, y por omisión en la Masacre de Micoahumado en Bolívar. En muy corto tiempo ‘Don Antonio’ llegó a ser comandante del frente José Pablo Díaz del Bloque Norte de las Auc. En ese cargo lo puso ‘Jorge 40’, con la idea de que ampliara su control militar y de negocios en Atlántico y otras ciudades del Caribe.
Precisamente, ‘Don Antonio’ llegó a las filas paramilitares gracias a un viejo conocido ex militar con quien coincidió en el Cesar y quién pasó por una situación similar. Se trata de David Hernández alias ‘39’, ex jefe del Frente Mártires del Cacique del Valle de Upar del Bloque Norte, quien fue comandante del Batallón Granadero de contraguerrilla en Valledupar hasta 1999, cuando fue acusado (con otros militares) del asesinato del ex asesor de paz de la Gobernación de Antioquia, Alex Lopera. Después de esto, ‘39’ se fugó y se unió a los ‘paras’ como segundo al mando del grupo comandado por ‘Jorge 40’ en Cesar.

Otros Motivos
Sin embargo, no todos los ex militares y policías que terminaron en las filas del grupo armado tenían una investigación judicial. Es el caso de Oscar José Ospino Pacheco. Mejor conocido como ’Tolemaida’, alcanzó el grado de capitán en el Ejército Nacional. Se unió posteriormente al Bloque Norte de las AUC. Allí se convirtió en la mano derecha de ´Jorge 40`, y se desempeñó como comandante del frente Juan Andrés Álvarez con alrededor de 400 hombres bajo su mando. ´Tolemaida` es acusado de masacres, desplazamiento y desaparición forzada por lo que luego de su desmovilización en 2006, huyó a Venezuela donde fue capturado 3 años después. Sin embargo, pese a su historial delictivo en las AUC, no hay evidencia de ninguna investigación en su contra durante su carrera militar que pudiese ser motivo de deserción hacia las autodefensas.
Igual de limpio parecía estar el historial militar del capitán Jairo Andrés Angarita Santos, de la Fuerza Aérea Colombiana, antes de su retiro. Siendo uno de los mejores pilotos de helicóptero de la institución, Angarita pidió la baja a principios de los noventa. Sin embargo, siguió vinculado con la fuerza pública participando con la Policía Nacional y el Ejército en varias operaciones antinarcóticos y contraguerrilla.
Hacia finales de la década, el ’Comandante Andrés’, como se le conoció en la organización armada, se vinculó como piloto de operaciones logísticas y de combate de las AUC. Llegó a ser comandante de los bloques Sinú y San Jorge, del Bloque Córdoba, con 925 hombres armados a su disposición. Hay pocas pistas de por qué se unió al paramilitarismo, pero mientras fue militar no quedó registrada investigación alguna en su contra. Fuentes consultadas por VerdadAbierta.com apuntan a que un narcotraficante que conoció durante una operación militar, lo puso en contacto con las AUC, unos años más adelante, cuando ya se había retirado.
Otros dos casos similares son el de Diego José Martínez Goyeneche, alias ´Daniel Boom` o ´Potecrema` y el de Adolfo Enrique Guevara Cantillo alias ‘101’. Teniente retirado del Ejército, Martínez Goyeneche tomó la decisión de ingresar a las AUC en 1999, donde fue encargado por Carlos Castaño de comandar el bloque Tolima al que se le atribuyen 770 víctimas registradas en el Sistema de Información de Justicia y Paz.
El primero de febrero de 2002, siendo capitán del Ejército, Guevara Cantillo pidió la baja. Poco tiempo después, ya era reconocido con el alias de ´101` o ´Alejandro`, y comandaba el Frente Mártires del Cacique de Upar del Bloque Norte.
Estos hombres acabaron por involucrarse con los grupos paramilitares de una u otra manera, y alcanzaron posiciones de mando y control de estructuras armadas. Sin embargo, es difícil establecer qué sucedió primero y qué sucedió después. ¿Pidió ´Tolemaida` la baja en el Ejército para posteriormente unirse? O por el contrario, ¿tenía ya algún tipo de relación y decidió retirarse para hacer parte de las AUC?
En cualquiera de estos casos es de notar que el entrenamiento militar, pagado con dineros públicos, terminó siendo aprovechado por los paramilitares que, como ya sabe el país, le hicieron un grave daño a millones de colombianos.

Mandos Medios
Algunos de estos ex militares y ex policías no se convirtieron en comandantes de algún frente o bloque paramilitar, pero asumieron roles claves en el emporio paramilitar por cuenta de su experiencia, habilidades y conocimientos aplicados en el campo de batalla.
Así por ejemplo, Manuel Arturo Salom alias ‘JL’, sargento retirado del Ejército, se unió a los ‘paras’ como encargado de dar instrucción militar a tropas del Frente Héroes de Tolová. Su severidad en los entrenamientos y su trato a la tropa lo hizo impopular aún entre los endurecidos miembros de las AUC.
Con posterioridad, ‘JL’ fue reclutador, jefe de finanzas y de logística de la banda de ‘Don Mario’ en Córdoba y Urabá hasta 2008, cuando fue capturado como responsable de los delitos de homicidio, secuestro y concierto para delinquir por la desaparición de 43 personas en Urabá en 1990, hecho conocido como la masacre de Pueblo Bello.
Diego Fernando Fino Rodríguez alias ‘Marlon’, es otro ejemplo. Como capitán del Ejército llegó a ser miembro del Grupo Mecanizado No. 4 Juan del Corral, adscrito a la IV Brigada con sede en Medellín. Junto con ‘39’ y otros hombres, participó y fue procesado por el asesinato de Alex Lópera en marzo de 1999, razón por la cual se fugó de la Brigada y se unió al Bloque Córdoba, y posteriormente al Bloque Catatumbo donde terminó desempeñando labores militares y de logística.
En muchas ocasiones, estos mandos medios sirvieron como puente de enlace para que otros militares se enlistaran con los ‘paras’. Este fue el caso de Jorge Humberto Victoria Oliveros, conocido con el alias de ‘Miguel’, quién se desmovilizó con el frente Héroes de los Llanos y Frente Héroes del Guaviare. De acuerdo expedientes judiciales, a inicios de los años noventa, ‘Miguel’ fue el enlace de la casa Castaño con otros militares activos que terminaron en las filas de los paramilitares.
Sin embargo, no todos estos mandos medios ‘paras’ habían alcanzado alguna posición de mando en la fuerza pública antes de su deserción. José Gregorio Mangones, mejor conocido como ‘Carlos Tijeras’, llegó a ser comandante del frente William Rivas del Bloque Norte de las AUC, no obstante, sólo había sido soldado raso en el Ejército hacia 1987. Pero no había sido un soldado promedio. Antes de unirse a los ‘paras’ fue seleccionado como el mejor soldado del batallón de Infantería Mecanizado No. 5 Córdoba con sede en Santa Marta y enviado al Sinaí como miembro de las fuerzas de paz.
Un caso sonado es el de David Hernández López alias ‘Diego Rivera’ desmovilizado del Bloque Central Bolívar en Nariño. Como testigo protegido en Estados Unidos, ‘Diego Rivera’ fue quien reveló ante la Corte Suprema los videos que muestran al abogado Ramón Ballesteros intentando sobornarlo para que declarara a favor de los ex congresistas santandereanos Luís Alberto Gil y Alfonso Riaño. ‘Diego Rivera’ fue subteniente del Ejército y luego de salir de la fuerza pública, fue jefe político del Bloque Libertadores del Sur del BCB en Nariño.

Los Que No Llegaron a la Desmovilización
Varios militares que llegaron a las filas de las AUC, nunca llegaron a desmovilizarse. Es el caso de Carlos Mauricio García, alias ‘Doble Cero’, quien fue lancero del Ejército y se graduó como abogado de la Universidad de Antioquia. Al retirarse del Ejército en 1988, con el grado de teniente, se fue a las autodefensas de Córdoba y Urabá, en ese entonces bajo el mando de Fidel Castaño. Con la bendición de la casa Castaño, fundó el Bloque Metro de las Autodefensas Unidas de Córdoba y Urabá, que se expandió desde Medellín hacia el oriente y nordeste de Antioquia. Siempre dijo que su objetivo primordial era la lucha contraguerrilla. Su bloque alcanzó a dominar en 45 municipios y según Justicia y Paz, dejó 12.080 víctimas.
Luego de que ‘Don Berna’ le disputara, barrio a barrio, el control de las bandas de Medellín, ‘Doble Cero’ salió derrotado, a refugiarse en la Costa Caribe. Perdió la batalla contra el ala del paramilitarismo más entretejida con el narcotráfico. Fue asesinado en Santa Marta en mayo de 2004, mes y medio después de que cayera, también abaleado, su protector Carlos Castaño
Casos de militares que se unen a grupos armados de extrema derecha, se remontan incluso hasta la década de los ochenta. Así, el mayor Alejandro Álvarez Henao figura en las memorias de Carlos Castaño como fundador de las Accu, y además fue quien reclutó a ‘Doble Cero’ para la causa paramilitar. También, el teniente del Ejército Luís Antonio Meneses, luego conocido como ‘Ariel Otero’, fue uno de los dos jefes principales de las Autodefensas del Magdalena Medio a fines de los 80. Fue asesinado en 1992, después de haber intentado desmovilizar a su grupo.
Otros ejemplos de ex paramilitares asesinados incluyen a ‘39’, quién murió en 2004 luego de un ataque del Ejército; ‘Daniel’, envenenado con cianuro en la cárcel La Picota murió en junio de 2009; el paradero de ‘Camilo’ es incierto pues se dice que está prófugo de la justicia o fue asesinado años atrás luego de su fallida desmovilización.
Así mismo, otros ex militares convertidos en ‘paras’ tampoco participaron de la desmovilización pero por otras razones. Francisco Robles alias ‘Amaury’ estuvo prófugo de la justicia hasta mediados del año pasado. Hasta 1998, ‘Amaury’ había sido el cabo primero Robles, miembro de cuerpo de Fuerzas Especiales del Ejército. Desde que se graduó con honores del curso de suboficiales No. 3, se destacó por su carácter y puntería. Hizo cursos de lancero, de paracaidista, de contraguerrilla, de antiterrorismo urbano, de explorador, siempre en grupos elite. En todos ellos ocupó siempre el primer lugar de su curso.
En 1998, fue acusado de asesinar a dos personas en Bogotá. La justicia militar lo había encarcelado en los calabozos del Batallón de Policía Militar No. 13, también en la capital pero a finales de ese año escapó mientras iba a una cita médica. Posteriormente se unió a los paramilitares como jefe del Frente Sabanas en Bolívar y se convirtió en tercero al mando del Bloque Norte. Nunca se desmovilizó, y después de ser acusado como jefe de las Águilas Negras en el norte del país, fue capturado el 28 de agosto de 2010 por agentes del DAS y del CTI en Astrea, Cesar.
Estos ex militares convertidos en ’paras’ tuvieron un alto valor estratégico para los paramilitares Sus historias representan casos concretos de cómo se crearon en la realidad, estos vasos comunicantes entre fuerza pública y paramilitarismo.
28 de noviembre de 2011
cc verdad abierta   

aguilar a juicio por nexos


Hugo Aguilar a juicio por nexos con paramilitares. La Fiscalía decidió llevar a juicio al ex gobernador de Santander, Hugo Aguilar, acusándolo de nexos con paramilitares del Bloque Central Bolívar.
Colombia. Hugo Aguilar deberá responder por los delitos de concierto para delinquir con paramilitares cuando fue gobernador de Santander.
Aguilar, reconocido por participar en el operativo en el que murió baleado el narcotraficante Pablo Escobar en 2 diciembre 1993, fue acusado por la Fiscalía por concierto para delinquir con paramilitares.
La Fiscalía sostiene que el ex oficial se alió con paras del BCB al mando de Carlos Mario Jiménez alias ’Macaco’ e Iván Roberto Duque alias ’Ernesto Báez’ para las elecciones de 2004 en las que salió electo como gobernador de su natal Santander.
Aguilar fue destituido e inhabilitado por la Procuraduría General de la Nación por 20 años por considerar que se alió con paramilitares. Por este mismo cargo el ex coronel de la Policía fue capturado el pasado 3 de junio y en la actualidad se encuentra detenido en un pabellón de la cárcel La Picota.
Su hijo, Richard Aguilar, fue electo el pasado domingo como gobernador de Santander.

De Héroe a Salpicado por Paramilitarismo
El nombre de Hugo Helioro Aguilar Naranjo genera dos reacciones en Santander. Unos lo recuerdan como el héroe, el policía que el 2 de diciembre de 1993 le dio el tiro de gracia al narcotraficante Pablo Escobar.
Y también como el exgobernador que impulsó el turismo en la región con la creación Parque Nacional del Chicamocha, Panachi. Otros, lo recuerdan como el político que ha sido señalado de haber realizado pactos con paramilitares para resultar elegido gobernador de su departamento en las elecciones de 2003, y que presuntamente le abrió las puertas de la Gobernación a los desmovilizados y como el político que al parecer realizó contratos irregulares con la licorera y el chance del departamento.
Pese a esos señalamientos, su captura el sábado 2 de julio de 2011 fue una sorpresa para otros de no ser porque los noticieros del fin de semana lo mostraron iracundo, gritando mientras agentes del CTI lo conducían hacia el aeropuerto de Palonegro, en Bucaramanga, con rumbo a Bogotá. Aguilar Naranjo, como militar, había sido un estratega para lidiar su rompimiento con Convergencia Ciudadana, el movimiento que lo llevó a la Gobernación de Santander 2003-2007, así como con la sanción que le interpuso la Procuraduría General el 31 de enero de 2011, que lo destituyó e inhabilitó por 20 años para ejercer cargos públicos por sus presuntos nexos con los paramilitares de Santander y Puerto Boyacá.
Y su estrategia hasta el momento había resultado. Para las elecciones al Congreso de 2010, al igual que otros exintegrantes de Convergencia, Aguilar quiso heredarles su poder político a un hijo y a un amigo. Mientras Luis Alberto Gil, su antiguo colega y hoy preso por ‘parapolítica’, postuló a su esposa Doris Vega al Senado y a Didier Tavera, exsecretario de Gobierno de Hugo Aguilar, a la Cámara, solo Tavera logró la curul.
Aguilar, por el contrario, logró hacerse a las dos curules. Su hijo Nerthink Mauricio Aguilar, sin haber sido siquiera edil, llegó al Senado con 49.382 votos, la cuarta votación más alta del PIN (Partido de Integración Nacional) junto a su fórmula Hólger Díaz, quien fue secretario de Desarrollo y Gobernador (e) de Santander durante la administración de Aguilar.
Para las elecciones regionales de 2011, Hugo Aguilar esperaba repetir como Gobernador de Santander. En enero le dijo a Caracol Radio que se iba a postular no por el PIN sino que se reuniría con expresidente Álvaro Uribe para que avalara su candidatura por el Partido de la ‘U’. Tras la sanción de la Procuraduría, sus planes cambiaron y le propuso a otro de sus ocho hijos, esta vez Richard Aguilar de 29 años y también sin carrera política, que se presentara a la contienda. A pesar de la captura de su padre el sábado, el joven aseguró que no retirará su campaña y que por el contrario, inscribirá su candidatura este martes 5 de julio de 2011 ante la Delegación Departamental de la Registraduría.
En declaraciones a los medios de comunicación, Richard Aguilar ha dicho que su campaña no tiene la sombra de su padre. Sin embargo, la recolección de firmas para inscribir su candidatura se titula ‘Santander en serio’, como se llamó el plan de gobierno de su papá, y sus fotos publicitarias son muy similares a las utilizadas por el expolicía durante la campaña de 2003.

El Ascenso y la Caída de un Militar
Quien viaje a Suaita y pregunte por Hugo Heliodoro Aguilar recibirá como respuesta que "es un héroe". Allí nació el 4 de enero de 1952 y la página oficial del municipio lo resalta como "ilustre personaje" por las obras que realizó en este pueblo de la Provincia Comunera cuando fue gobernador.
Aguilar estudió administración de empresas y se especializó en gerencia pública. Su vida militar empezó en 1976 cuando se graduó como subteniente de la Escuela de Cadetes de Policía General Santander. Logró el grado de mayor y su carrera comenzó en ascenso cuando fue nombrado jefe del Bloque de Búsqueda, un grupo especializado de las fuerzas militares que buscaba capturar o matar al narcotraficante Pablo Escobar, jefe del Cartel del Medellín, quien a finales de los ochenta y principios de los noventa había declarado la guerra al Estado, poniendo carrobombas y asesinando a policías y en general todo el que se le interpusiera en su camino.
Hugo Aguilar apareció en diferentes fotos de varios medios de comunicación haciendo el signo de victoria con las manos y en otras al lado del cadáver del capo paisa, atribuyéndose haberle dado el tiro de gracia sobre un techo de un casa en el barrio Laureles en Medellín.
Esa imagen lo catapultó en diciembre de 1993 para lograr más adelante el ascenso a teniente coronel. En 1994 viajó a la Escuela de las Américas del Ejército de los Estados Unidos, donde estudió el Comando Estado Mayor y Problemas Latinoamericanos. Fuentes en Santander le dijeron a VerdadAbierta.com que para esa época y tras la  muerte del capo, Aguilar comenzó a amasar una fortuna producto de la recompensa que recibió como jefe del Bloque de Búsqueda, algo que él ha negado en repetidas oportunidades.
Después de retirarse de la Policía, Aguilar regresó a Santander y empezó a incursionar en lo gremios y en la autoridad ambiental. Fue presidente de la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco, en las provincias de Guanentá y Comuneros, y luego hizo parte de la junta directiva de la Corporación Autónoma Regional Santander, CAS.
En 2001 fue elegido diputado por Santander, donde conoció a Luis Alberto Gil Castillo, un maestro del Sindicato de Educadores que había militado en el movimiento político M-19, tras su reinserción a la vida civil, y lo apoyó en la creación del movimiento Convergencia Ciudadana.
Ambos se propusieron derrotar al tradicional liberalismo de Santander y para ello, acordaron apostarle a las elecciones de Congreso de 2002 y a las regionales de 2003. Convergencia derrotó a los liberales en ambas elecciones.
Tras esa experiencia política, Gil renunció a la Asamblea y llegó al Senado en 2002 junto a los representantes José Manuel Herrera Cely y Jaime Durán Barrera. Para aspirar a la Gobernación Aguilar también renunció a la Asamblea y en 2003 derrotó con 301.288 votos a su contrincante, el liberal Luis Francisco Bohórquez, que obtuvo 274.135 votos.
Para entonces, la popularidad de Convergencia iba en aumento. En 2006, Gil repitió curul en el Senado y consigo llevó a Alfonso Riaño, José Manuel Herrera Cely y Édgar Alfonso Gómez Román a la Cámara. En 2007, querían repetir la fórmula para ganar la Gobernación, pero esta vez  Didier Tavera, ex secretario de Gobierno y candidato de Hugo Aguilar, fue derrotado por el exministro Horacio Serpa.
A partir de 2007, la fama de Aguilar y de Convergencia empezó a venirse al piso. Al exgobernador empezaron a salirle denuncias sobre presuntos malos manejos administrativos relacionados con la adjudicación irregular de contratos en la industria Licorera de Santander y del chance; la construcción de una ostentosa mansión en un lugar exclusivo de la ciudad y de una hacienda similar a su proyecto insignia, el Parque Nacional Chicamocha (Panachi) a la que llaman ‘Panachito’, a lo que ha respondido que éstas han sido retaliaciones de sus enemigos políticos que buscan desprestigiarlo.
También lo señalaron de presuntos pagos de nóminas paralelas entre amigos y familiares de políticos que apoyaron su campaña. Todas, denuncias que no prosperaron.
En medio de esas denuncias, él y varios de sus amigos políticos terminaron enredados en el escándalo de la ‘parapolítica’. Tres congresistas de Santander, Luis Alberto Gil, Alfonso Riaño y José Manuel Herrera Cely, fueron capturados y recluídos en La Picota mientras la Corte Suprema los investiga por presuntos nexos con los paramilitares.
Debido a estas investigaciones, a finales de 2009 Convergencia decidió cambiar de nombre y logo, y para ello se fusionó con otros partidos cuestionados como Colombia Democrática, Colombia Viva, Alianza Democrática Nacional y Apertura Liberal, también salpicados por el escándalo de la parapolítica, y lo decidieron llamar Partido de Integración Nacional, PIN.
Aunque Hugo Aguilar promocionó la candidatura de Nerthink Mauricio Aguilar al Senado por el PIN, fuentes políticas de Santander le dijeron VerdadAbierta.com que el exgobernador se distanció y rompió su amistad con el exsenador Gil. La expectativa del juicio que se adelanta a Gil en la Corte y sobre qué diría el exgobernador en el mismo como testigo terminaron por romper la alianza política.
Pese a que Aguilar logró que se eligiera a su hijo al Senado, la sanción de la Procuraduría por vínculos con paramilitares y ahora con su captura por la investigación que adelanta la Corte Suprema por el mismo caso han precipitado su caida. Ya no podrá acompañar a su hijo Richard Aguilar a realizar correrías por las provincias y menos a hacer reuniones políticas en hoteles exclusivos de Bucaramanga, como la del pasado sábado, cuando la Fiscalía lo capturó tras considerar que tiene suficientes pruebas de sus presuntos vínculos con los paramilitares.
VerdadAbierta.com presenta algunos capítulos en los que el exgobernador ha sido salpicado por sus presuntos nexos con paramilitares.

El Capítulo Alias Jhon
En una versión libre rendida el 1 de marzo de 2010, José Antonio Hernández Villamizar alias ‘Jhon’ aseguró que Hugo Aguilar, entonces mayor de la Policía, participó de una alianza entre el Estado, los Perseguidos por Pablo Escobar (Pepes) y los organismos de inteligencia de Estados Unidos para matar al narcotraficante Pablo Escobar. Contrario a como lo ha registrado la historia, dijo alias ‘Jhon’, al capo no lo mató el Bloque de Búsqueda sino Carlos Castaño.
"Le dio de baja a Pablo Escobar y se lo entregaron muerto sobre el techo de una casa al coronel Aguilar (Hugo Heliodoro), que era el comandante de la Policía de Medellín… Yo le escuché decir de su propia boca a Carlos Castaño, que él lo había matado y se lo entregaron al coronel Aguilar para darle el positivo al Bloque de Búsqueda. El positivo era un convenio que ellos tenían, entre la fuerza pública y los Pepes. El coronel Aguilar apareció en varias reuniones donde habían unas unidades de la Dea. Se planteaba  la posibilidad de ganarle la guerra a Pablo Escobar porque era un enemigo común", dijo alias ‘Jhon’.
El exparamilitar dijo en la misma versión libre que los Castaño intentaron matar a Hugo Aguilar porque presuntamente se llevó parte de la recompensa. "Después de la muerte de Pablo, hicieron una fiesta que duró como tres días. Eso fue en Medellín, en la finca Sopetrán de los Castaño… Después de esto tuvieron diferencias por unas recompensas. Al parecer, la plata no llegó a los destinatarios. El coronel Aguilar se quedó con la plata, era mucha plata, y se planteó la posibilidad de eliminarlo. Yo escuché a Fidel diciendo que el coronel Aguilar se había quedado con una recompensa y que tocaba eliminarlo", contó alias ‘Jhon’ en versión libre.

El Capítulo de la Procuraduría
La sanción emitida por la Procuraduría General contra el coronel (r) Hugo Heliodoro Aguilar Naranjo para ejercer cargos públicos se basa, según el Ministerio Público, en que existen pruebas de que se alió con los paramilitares de Santander y Puerto Boyacá para ser elegido Gobernador de Santander para el período 2004-2007.
Según la Procuraduría, Aguilar Naranjo contó con el apoyo del Bloque Central Bolívar (BCB), a cargo de Carlos Mario Jiménez alias ‘Macaco’, Rodrigo Pérez alias ‘Julián Bolívar’ e Iván Roberto Duque Escobar alias ‘Ernesto Báez’, así como de las Autodefensas de Puerto Boyacá, de Arnubio Triana Mahecha alias ‘Botalón’, para obtener los 301.288 votos que lo llevaron a la Gobernación.
La Procuraduría consideró que Aguilar Naranjo hizo un pacto con ‘Ernesto Báez’, ex jefe político del BCB, y que se vio reflejado en el nombramiento de Bonel Patiño Noreña como Secretario de Educación Departamental.
Al ganar las elecciones, en consideración del Ministerio Público, Aguilar le prometió a ‘Báez’ un puesto en su gabinete. Uno de los testimonios que pesan en contra del ex Gobernador fue precisamente el de Patiño Noreña: "A mí Iván Roberto, alias ’Ernesto Báez’, me dijo: "A nosotros nos van a dar una Secretaría, yo voy a pedir la de Educación para que usted vaya allá", le dijo el Secretario de Educación a la Fiscalía.
La decisión de la Procuraduría se conoce ocho meses después de abrirle pliego de cargos al ex Gobernador. En mayo de 2010, el Ministerio Público señaló que Aguilar Naranjo y otros dos políticos santandereanos promovieron a los paramilitares y por eso habían accedido a cargos públicos. En la investigación, los señalaron también de haber tenido vínculos con Jairo Ignacio Orozco González alias ‘Jairo Tarazá’, jefe político del BCB en Santander, con Álvaro Sepúlveda Quintero alias ‘César’, segundo de alias ‘Botalón’, así como con Ramón Isaza alias ‘El Viejo’, jefe de las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio (Acmm).
Desde 2004, Aguilar además había sido llamado a indagatoria por la Corte por los delitos de concierto para delinquir agravado, constreñimiento al elector y cohecho impropio, después de que varios paramilitares lo salpicaran. Según Juan Fernando Morales Ballesteros y Orlando Murillo Morales, ex paramilitares del BCB, el ex Gobernador asistió a varias reuniones con los jefes paramilitares de ese bloque, entre ellos, alias ‘Julián Bolívar’ y ‘Ernesto Báez’. Por esta misma razón, en la actualidad el ex senador Luis Alberto Gil Quintero y el ex representante Alfonso Riaño son investigados por ‘parapolítica’ por la Corte Suprema.
"El sancionado (Hugo Aguilar) intervino (sic) desde su posición como primer mandatario del departamento de Santander en el desarrollo del proyecto paramilitar, toda vez que al ser impulsada su candidatura por el comandante Iván Roberto Duque, entre otros, dejó incondicionalmente su investidura a disposición de las autodefensas", señaló la Procuraduría.

El Capítulo de Alias Diego Rivera
Las declaraciones de David Hernández López alias ‘Diego Rivera’, exjefe paramilitar del Bloque Central Bolívar, llevaron a la cárcel a Ramón Ballesteros, el abogado de Luis Alberto Gil Castillo. El exparamilitar presentó pruebas ante la Corte en las que Ballesteros supuestamente lo intentó sobornar para que declarara a favor del exsenador santandereano.
Durante la misma audiencia, realizada el 15 de febrero de 2011, alias ‘Diego Rivera’ le dijo a la Corte que los paramilitares del Bloque Central Bolívar se aliaron con políticos de Santander para lograr una objetivo trazado desde 2002 por ‘Ernesto Báez’. "La orden era elegir alcaldes, concejales, gobernadores y congresistas, pensando en la formulación de la Ley 975 (Justicia y Paz) para que los paramilitares se beneficiaran". El testigo agregó que entre los planes del Bloque estuvo elegir a Hugo Aguilar Naranjo como el Presidente de Colombia  para las elecciones de 2010.
El exparamilitar contó que a principios de 2006 alias ‘Julián Bolívar’ lo envió a Bucaramanga, Santander, con dos misiones: la primera, presentarles a los políticos de la región la experiencia de Villa Esperanza, un modelo de proyectos productivos aprobados por el Gobierno para la resocialización de los desmovilizados, que funcionaba en una finca de Copacabana, Antioquia. La segunda, era crear y lanzar Semillas de Paz en Santander, un proyecto productivo similar que ya funcionaba en Cali.
‘Diego Rivera’ dijo que entre enero y junio de 2006 viajó por lo menos cinco veces a Bucaramanga con esa misión y que se hospedó en los hoteles Dann Carlton y Chicamocha. En uno de esos viajes, con una carta firmada por ‘Julián Bolívar’ y con intermediación de alias ‘Alfonso’, dijo que se reunió con Didier Tavera, entonces Secretario de Gobierno Departamental y actual representante por el PIN, para que los ayudara con obras para Semillas de Paz. También le hizo ‘lobby’ a Freddy Anaya, entonces subdirector de la corporación ambiental Cdmb y actual aspirante a la Alcaldía.
El desmovilizado contó que entre sus recorridos, asistió a una reunión en el Hotel Chicamocha, antes de las elecciones de marzo de 2006, y le presentó el proyecto de Semillas de Paz-Santander a Gil, Riaño, Óscar Josué Reyes y Óscar Suárez Mira. Contó que allí también estuvieron alias ‘Tarazá’, exjefe político del Bcb para Santander, y alias ‘Alfonso’, "que me dijo que iba a entregarles a los políticos mil millones de pesos para las elecciones". ‘Diego Rivera’ le dijo a la Corte que no le constaba la entrega de ese dinero, pero que a su regreso a Copacabana alias ‘Macaco’, exjefe militar del Bcb, le pidió que imprimiera los resultados electorales publicados por la Registraduría y que después le comentó: "Menos mal esa platica no se perdió", refiriéndose a las curules ganadas por Convergencia.
Según alias ‘Diego Rivera’ la entrada de los paramilitares a la Gobernación de Santander era puertas abiertas.

El Capítulo del Coronel Prieto
Aunque en el juicio contra Luis Alberto Gil, el coronel Julio César Prieto aseguró "que es un testigo de oídas" porque no le consta que el exsenador haya tenido vínculos con los paramilitares, sí tiene documentado los choques que tuvo con el exgobernador Hugo Aguilar por combatir el paramilitarismo, cuando fue comandante del Batallón Luciano Del’Huyer.
El coronel Prieto contó que cuando asumió el mando de ese batallón el 8 de diciembre de 2003 en "la zona no se movía una hoja sin permiso de los paramilitares". Su misión fue combatirlos y en esta tarea, dijo, la clase política de la región intentó removerlo de su cargo.
El oficial, hoy comandante de la Sexta Brigada del Ejército, contó que dirigió el batallón entre el 8 de diciembre de 2003 y el 8 de diciembre de 2005. Apenas asumió el mando, dijo, los paramilitares le ofrecieron 40 millones de pesos al mes y cinco muertos con fusil (para presentarlos como mal llamados "falsos positivos"), a cambio de que no los persiguiera. Al rehusarse, "los paramilitares empezaron a asesinar a las personas que tildaban cercanas a mí y de colaborarme con información", contó.
"Mi batallón tenía influencia en El Hato, Zapatoca, Betulia, San Vicente de Chucurí, El Carmen, Santa Helena del Opón y una zona del bajo y medio Simacota. En estos municipios delinquían tres frentes paramilitares: El frente Isidro Carreño, de alias ‘Nicolás’; el frente Ramón Danilo, de Alfredo Santamaría Benavides alias ‘El Gordo’, ambos de las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio, y el Wálter Sánchez, de ‘Julián Bolívar’ del Bcb", contó el militar.
Después de incautarles armas, destruirles al menos 10  laboratorios coca y capturar a varios de sus cabecillas, el coronel Prieto contó que en octubre de 2004 la clase política lo citó a un consejo de seguridad en presencia del entonces presidente Álvaro Uribe. "La comunidad presentó disque 70 denuncias en contra mía, acusándome de que yo maltrataba a la población civil señalándola de paramilitar. En realidad buscaban mi traslado. En esa reunión estuvieron Hugo Aguilar, Luis Alberto Gil, Luis José Arenas, Miguel de Jesús Arenas, Carlos Higuera Escalante y Óscar Josué Reyes. Yo interpreto que mis acciones operativas les resultan incómodas", dijo el testigo.
Aunque el coronel Prieto logró mantenerse en el cargo un año más, dijo, asegura que la clase política de la región le insistió al presidente Uribe y al mando militar de la época que lo relevaran.
Después de que la Corte empezó a llamar testigos en los juicios contra los excongresistas de Santander, Gil y Riaño por los procesos por ‘parapolítica’, la situación empeoró para el coronel Prieto.
"Como en la región conocían mi trabajo, y sabían que yo había combatido a los paramilitares, la Corte me llamó a declarar. Eso fue en noviembre de 2007. A los días, Hugo Aguilar y su exjefe de seguridad me llamaron. Luego, Aguilar salió diciendo que todo eso era un montaje mío, entonces lo demandé por injuria y calumnia", dijo el testigo.
Con todos estos testimonios, ahora el coronel (r) Hugo Aguilar afronta un proceso por ‘parapolítica’. Mientras se le juzga, permanecerá recluido en el patio R3 de La Picota, donde están recluidos sus antiguos colegas del movimiento Convergencia Ciudadana.
25 de noviembre de 2011
3 de noviembre de 2011
cc verdad abierta

multinacional lavaba dinero


Las empresas Llanos Oil y Servicios Petroleros del Caribe lavaron para el Bloque Centauros de las Auc ocho millones de dólares, así lo ratificó la Corte Suprema de Justicia. El dinero terminó en manos del Bloque Centauros de las Auc.
Colombia. La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia ratificó que la petrolera holandesa Llanos Oil y la empresa de Servicios Petroleros del Caribe lavaron cerca de ocho millones de dólares, resultado de los negocios de narcotráfico del bloque Centauros, al mando del asesinado jefe paramilitar, Miguel Arroyave.
Según la investigación realizada por agentes del DAS, la banda que lavaba activos para el Bloque Centauros, contactó y posteriormente recibió el apoyo de las empresas Llanos Oil y Servicios Petroleros del Caribe para realizar transferencias, convertir a pesos y meter al mercado colombiano cantidades de dinero provenientes del exterior, producto del narcotráfico.
Según la investigación, la red de lavadores de dinero contó con la colaboración de la multinacional holandesa entre diciembre de 2002 y agosto de 2003, cuando ésta hizo transacciones cercanas a los ocho millones de dólares, sin tener justificación de su procedencia.
Sobre Servicios Petroleros del Caribe, los investigadores del DAS establecieron que, para el mismo periodo, recibió casi 8 mil millones de pesos de los cuales giró unos tres mil millones a diferentes empresas y personas naturales.

Cómo Lavaron el Dinero los Paras
Según comunicaciones telefónicas interceptadas por agentes del DAS a la red de lavadores, se pudo precisar que las Autodefensas lavaban dinero resultado de sus negocios ilegales a través de una organización conformada por denominados ‘brokers’ o agentes financieros, empresas colombianas que justificaban grandes movimientos de capitales en sus cuentas bancarias y una grupos de personas o empresas que se hacían pasar por proveedores para tener justificación de girarles cheques y en algunos casos hacerles trasferencias de dinero.
Cuando estas empresas o personas ya tenían el dinero en sus manos, descontaban su comisión y en algunos casos le entregaban la plata a los paramilitares o de lo contrario compraban costosas propiedades a sus nombres y las vendían para recuperar el dinero de los paras.

La Decisión de la Corte
Asimismo, el Alto Tribunal, ratificó las condenas a 11 años de cárcel contra varios paramilitares del Bloque Centauros al mando de Miguel Arroyave, proferidas el 18 de septiembre del 2009 por el Tribunal Superior de Bogotá que confirmó la decisión del Primer Juzgado Penal Especializado de Circuito de Bogotá que los condenó por el delito de lavado de activos agravado.
Andrés Vélez, asesor de prensa de los paramilitares, involucrado directamente en el lavado fue condenado a una pena de 20 años de prisión, mientras que Carlos Enrique Molano Marina, otro de los enlaces, fue condenado a 178 años de cárcel y a una multa equivalente a 19 mil millones de pesos.

Un Montaje para Favorecer a la Drummond: Rafael García
En la providencia, La Corte resolvió el recurso de casación interpuesto por los hermanos Hendrik y Albert Bilderbeck, máximos socios y directivos de Llanos Oil Exploration, quienes alegaban que los grandes flujos de dinero eran resultado de las actividades relacionadas con el petróleo.
En la defensa de los hermanos Bilderbeck, también se incluyeron las declaraciones de Rafael García, el ex jefe de informática del DAS, (hizo públicos los nexos del agencia de inteligencia con los paramilitares) quien aseguró que por órdenes del gobierno nacional, en ese entonces en cabeza del presidente Álvaro Uribe Vélez, los agentes del DAS intervinieron a la Petrolera Llanos Oil Exploration, con el fin de retirarla de un contrato y entregárselo a la Drummond, motivo por el cual, todo sería un montaje.
Según lo dicho por García, "por orden del entonces director del D.A.S., la que a su vez se derivaba de la Presidencia de la República, había que involucrar a las citadas empresas en actividades ilegales, en orden a favorecer a la Drummond".
Sin embargo, entre las pruebas recogidas durante la investigación, Ecopetrol aseguró que nunca realizó contratos de exploración, explotación o comercialización de petróleo que justificara los movimientos de esos capitales en sus cuentas bancarias, asegura la providencia de la Corte Suprema de Justicia.

Otras Empresas Involucradas
Otras empresas que se encuentran involucradas en el lavado son Transglobal Intertrans S.A. que en abril de 2003 giró mil millones de pesos aproximadamente en títulos de valores de los que era beneficiaran Multivalores S.A. Además, recibió seiscientos cincuenta mil dólares de México, Dubai y Nassau; Intertextil en Cali, quien transfirió a una cuenta en Colombia seiscientos cuarenta mil dólares entre agosto del 2002 y julio del 2003, y luego los transfirió varias empresao ganaderas y agrícolas; Flora Andina Ltda., empresa que está ligada a otras investigación, según lo reconoce la decisión de la Corte.
25 de noviembre de 2011
10 de noviembre de 2011
cc verdad abierta

políticos seguirán presos


Once políticos de Córdoba seguirán presos mientras se investiga si tuvieron o no nexos con ’El Alemán’.
Colombia. Un fiscal de la Unidad Nacional contra el Terrorismo decidió mantener la detención preventiva sin excarcelación, a 11 políticos de Córdoba que al parecer hicieron alianzas con el Bloque Élmer Cárdenas de las autodefensas, de Fredy Rendón Herrera, alias ’El Alemán’ y que es conocido como el Pacto de los ’Marizcos’, un acrónimo que significa Margen Izquierda de Córdoba.
Según la Fiscalía los sindicados y los jefes paramilitares pretendían lograr hegemonía política en esa región.
Los procesados Alfredo Fidalgo Arrieta y Juan Antonio Jabib Flores incurrieron en los delitos de concierto para delinquir agravado y el asesinato de Saúl Pérez Díaz, el primero de agosto de 2003, cuando aspiraba a la alcaldía de Los Córdobas.
La Fiscalía también sindica de concierto para delinquir con los paramilitares a Gerson Valentín Causado Murillo, José Acosta Navarro, Saúl Carreazo Silgado, Óscar Darío Álvarez Domínguez, Mario José Buendía Vásquez, Isaías Enrique Martínez Castro, Noé de Jesús Doria González, Urbano Antonio Viana Madera y Shirley Daisy Eljade Mercado.
Todos los procesados están detenidos en la cárcel La Picota de Bogotá, a excepción de Eljade Mercado por ser madre cabeza de familia.
En el mismo proceso ya fueron asegurados: Aniris Muñoz Vera, José Félix Martínez Bravo, Bonifacio Contreras y Pedro José Martínez Humánez, detenidos por el punible de concierto para delinquir agravado. Los dos últimos también están vinculados por el homicidio de Pérez Díaz.
25 de noviembre de 2011
4 de noviembre de 2011
cc verdad abierta

sí me reuní con cáceres


El ex jefe paramilitar aseguró que se reunió y pactó un acuerdo con Javier Cáceres. También señaló a la hija del ex senador de obtener apoyo paramilitar en su carrera política.
Colombia. Ante los magistrados de la Sala Penal de Corte Suprema de Justicia, el ex paramilitar Uber Banquez Martínez, alias ‘Juancho Dique’, aceptó haberse reunión con el ex senador del partido Cambio Radical, Javier Cáceres Leal y reconoció haber negado el encuentro por presiones contra su familia.
Según la versión de ‘Juancho Dique’, el encuentro se dio en el corregimiento de Ñanguma, en municipio de María La Baja, Bolívar, por solicitud del entonces senador quien le enviaba razones con campesinos.
Dique dice que allí trataron el tema de la desmovilización y las amenazas que constantemente recibían los líderes del polo en la región.
"Me reúno con Cáceres en donde unos señores santandereanos que tienen una tiendita, me habló de Ralito y me sugirió que nosotros contratáramos asesores que eso iba a fracasar…Después se tomó el tema del señor Germán González, candidato a la alcaldía de Turbaco, que era del Polo, no era de nuestra gente. Yo le dije que ese señor había que apartarlo del camino, pero él me pidió que no hiciera nada", contó el desmovilizado.
El ex jefe paramilitar también aseguró que a partir de ese encuentro acordaron no atacar a los líderes del Polo.
"Le dije a Cáceres: no te preocupes le voy a dar la orden a mi gente para que no se metan con los líderes del Polo. Llegamos a un acuerdo con Cáceres y le di la orden a las estructuras que estaban a mi mando, para que no amenacen a los líderes en Bolívar".
La versión del ex paramilitar concuerda con lo relatado por Iván Roberto Duque alias ‘Ernesto Báez’, ex jefe del Bloque Central Bolívar quien en el mismo juicio, dio a conocer los detalles de la reunión en Ñanguma.

La Hija de Cáceres
Durante su declaración, ‘Dique’ aseguró tener pruebas de las intimidaciones que le hizo el ex senador, y que este fue el motivo de haber negado el hecho en más de una oportunidad.
"Y llegan las amenazas y las visitas de Cáceres. Yo me lleno de nervios porque el señor Javier Cáceres con orgullo mandaba a decir: dígale que él sabe que tiene la señora de él y que el manejaba la salud de bolívar", declaró el ex paramilitar.
Así mismo, y en respuesta a las presuntas amenazas que provenientes del ex senador, durante el juicio ‘Dique’ acusó a la hija de Cáceres, Luz Stella Cáceres, diputada de Bolívar, de obtener el apoyo de los paramilitares en sus aspiraciones políticas.
Aunque no fue una acusación formal, el ex paramilitar iracundo aseveró: "Será que le gustaría a Cáceres que yo mencionara a Luz Stella Cáceres y le preguntará de dónde sacó todos esos votos. Votos que para mí son manchados con sangre de la masacre de los Montes de María" .

¿Quién Es Cáceres?
 Javier Cáceres, empezó su carrera política junto al Partido Liberal en Cartagena. En 1998, es por primera vez elegido como Senador de la República y reelegido en el 2002.
 Después de que, según el Piedad Córdoba lo sacara del Partido Liberal, Cáceres se adhiere al Polo Democrático, partido en el que milita hasta el 19 de octubre del 2005, fecha en la que decide renunciar a raíz de los problemas que le trajo acusar a los movimientos insurgentes de los 90 de robarse la plata para la reinserción.
Cáceres llega al senado por tercera vez consecutiva en el 2006, con el partido Cambio Radical. En julio de 2009 llegó a la presidencia del Senado y en 2010 fue de nuevo elegido como Senador de la República.
El ex presidente del congreso se declaró inocente de los cargos por los que es procesado. "Me declaro inocente. Jamás haría algo que pudiera atentar contra mi dignidad y mis principios. Tengo suficientes pruebas para demostrar mi inocencia", declaró Cáceres ante los magistrados de la Corte.
En varias oportunidades el ex parlamentario ha dado a entender que existe un complot en su contra, y que debido a las denuncias que ha hecho a lo largo de su carrera política (Dragacol y sobre la adjudicación del Chance a Enlice López, alias ’La Gata’, entre otras) se ha ganado muchos enemigos, quienes tienen el interés de inculparlo. "Hay muchos intereses de personas que buscan desfavorecerme", señaló Cáceres.
Sobre los testimonios de los desmovilizados que lo salpican, Cáceres aseguró que existen muchas versiones que faltan a la verdad. "Ellos en la cárcel se han inventado varias versiones", dijo el ex congresista.
El 14 de septiembre de 2010, miembros del CTI detuvieron a Cáceres en las instalaciones del congreso tras la decisión de la Corte de llamarlo a indagatoria. El 27 de Abril, se abre formalmente la investigación en su contra. Actualmente se encuentra detenido en la cárcel La Picota.
25 de noviembre de 2011
18 de noviembre de 2011
cc verdad abierta

crímenes del calima en el sur del país


La Fiscalía de Justicia y Paz tiene registrados en sus bases de datos 6.091 delitos que posiblemente fueron cometidos por los paramilitares que delinquieron en el suroccidente colombiano con ese grupo armado ilegal.
<Colombia. Durante la audiencia del incidente de reparación integral de las víctimas del postulado Giancarlo Gutiérrez Suárez, alias ’Pirata’, la Fiscalía 18 de Justicia y Paz presentó un informe por departamento y por año sobre los crímenes que posiblemente cometió el Bloque Calima entre julio de 1999 y diciembre de 2004 .
Una de las misiones de la Fiscalía es confirmar si esos crímenes, denunciados y registrados como de posible autoría de las autodefensas, fueron cometidos por ese grupo armado ilegal u otros con los que compartió territorio durante su existencia.
Los paramilitares de los hermanos Carlos y Vicente Castaño llegaron al departamento del Valle del Cauca procedentes de Urabá en julio de 1999 y se instalaron en las montañas del centro del departamento, concretamente en la zona rural de Tuluá.
El último día de ese mes de julio, cuando los pobladores tulueños del corregimiento La Moralia celebraban las fiestas patronales de la Virgen del Carmen, los paramilitares se tomaron la población y decidieron hacer su primer acto de violencia en la región.
Alias ’El Flaco’, un supuesto miliciano que fue capturado por paramilitares que en ese entonces se presentaban como de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (Accu), señaló a Orlando Urrea y su hija Sandra Patricia, y se convirtieron en las primeras víctimas mortales de ese grupo armado ilegal.
En el mes de agosto los paramilitares también cometieron varias masacres en los municipios de Buga, San Pedro y Tuluá, como parte de su carta de presentación y su anuncio de combatir a la subversión.
Con el paso del tiempo el grupo fue creciendo y su primera expansión se vivió en el año 2000 cuando Éver Veloza García, alias ’HH’, asumió el mando de los paramilitares en el Valle del Cauca y decidió enviarlos hasta Buenaventura y el vecino departamento de Cauca en mayo de ese año.
Con la llegada de alias ’HH’ al suroccidente colombiano y la creación del Bloque Calima, ese grupo armado ilegal también llegó a delinquir en los departamentos de Huila y Quindío, con lo que su estela de violencia y víctimas aumentó.
En medio su guerra el Bloque Calima llegó a tener cinco frentes: Central (ubicado en Tuluá y sus alrededores), Pacífico (ubicado en Buenaventura y algunos municipios costeros de Cauca), Cacique Calarcá (Ubicado en algunos municipios del norte del Valle del Cauca y Quindío), La Buitrera (Ubicado en Palmira y sus alrededores) y Farallones (ubicado en varios municipios de Cauca).
Ante los magistrados, la Fiscalía expuso que en medio de su lucha contra los grupos subversivos, los paramilitares asesinaron "de manera sistemática y selectiva a miembros de la población civil que eran tildados por la organización ilegal de guerrilleros, milicianos, auxiliadores o simpatizantes de la guerrilla, y a otros considerados de la delincuencia común, a quienes no daban posibilidad alguna de defensa".
25 de noviembre de 2011
cc verdad abierta

salvatore mancuso salpica a cáceres


Mancuso aseguró que varios congresistas, condenados por parapolítica, se reunieron con él en representación del ex senador Javier Cáceres. También que ‘Juancho Dique’ le contó de pactos con el político.
Colombia. En teleconferencia desde su centro de reclusión en Estados Unidos, el ex jefe paramilitar, Salvatore Mancuso declaró que, a mediados del 2003, se reunió con un grupo de congresistas, hoy condenados por parapolítica, que fueron en nombre del ex presidente del senado, Javier Cáceres Leal. Mancuso aseguró que la ex congresista Eleonora Pineda le dijo que el encuentro era una idea de Cáceres.
"Haciendo memoria recuerdo que a mediados del 2003 había una indisposición de los políticos de Bolívar porque no los dejaban hacer política…Por esos días, Eleonora me llamó y me dijo que Blel, Cáceres y William Montes la habían contactado por dos razones, la primera porque no estaban dejando hacer campaña al candidato a la gobernación que ellos apoyaban (Libardo Simancas), y la segunda porque ellos (los paramilitares) apoyaban era al candidato Alfonso López Cossio", dijo Mancuso.
Según la versión del ex jefe paramilitar cuando los ex congresistas llegaron a la reunión en la finca El Caramelo en septiembre de 2003, dijeron que venían en nombre de Javier Cáceres.
Mancuso aseguró que recordaba muy bien cuando Pinedo lo contactó para que se reunieran en El Caramelo. "En la llamada inicial Eleonora me dice que Cáceres pide la reunión. Lo recuerdo con exactitud, porque pensé que era importante porque él estaba en el Polo", aseguró el ex paramilitar.
Durante su intervención, el desmovilizado recalcó la importancia que tenía para las Autodefensas aliarse con Cáceres, ya que en ese entonces el ex senador pertenecía al Polo Democrático Alternativo un partido contradictorio a su ideología, y por lo tanto era conveniente que el senador se convirtiera en su amigo durante el proceso de negociación de paz con el gobierno.
"Los acercamientos con Cáceres implicaban para las Auc una punta de entrada al Polo", indicó Mancuso.
Hasta el momento los ex congresistas Vicente Blel, Eleonora Pineda, condenados por sus nexos con el paramilitarismo, negaron que hubieran ido en representación del ex senador Cáceres a la reunión en el Caramelo.

La Reunión en Ñanguma
La versión de Mancuso, reafirma, lo dicho en días pasados por el ex paramilitar Uber Banquez Martínez alias ‘Juancho Dique’.
Durante su declaración antes los magistrados de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, Mancuso aseguró que Dique le contó de una reunión que sostuvo con el ex senador Cáceres.
"Él (Juancho Dique) me dijo que le permitieron la participación a uno de los candidatos a la alcaldía, que incluso pacto con Cáceres el apoyo a ese candidato… Yo recuerdo que Juancho me dijo que era el ex senador el que lo estaba buscando", señaló el ex jefe paramilitar.
Además insistió en que al ex parlamentario se le permitió la participación de su candidato a la gobernación, Libardo Simancas y agregó que ‘Juancho Dique’ le había dicho que hizo pactos democráticos Cáceres para que Simancas llegara a la gobernación.

¿Quién Es Cáceres?
 Javier Cáceres, empezó su carrera política junto al Partido Liberal en Cartagena. En 1998, es por primera vez elegido como Senador de la República y reelegido en el 2002.
 Después de que, según el Piedad Córdoba lo sacara del Partido Liberal, Cáceres se adhiere al Polo Democrático, partido en el que milita hasta el 19 de octubre del 2005, fecha en la que decide renunciar a raíz de los problemas que le trajo acusar a los movimientos insurgentes de los 90 de robarse la plata para la reinserción.
Cáceres llega al senado por tercera vez consecutiva en el 2006, con el partido Cambio Radical. En julio de 2009 llegó a la presidencia del Senado y en 2010 fue de nuevo elegido como Senador de la República.
El ex presidente del congreso se declaró inocente de los cargos por los que es procesado. "Me declaro inocente. Jamás haría algo que pudiera atentar contra mi dignidad y mis principios. Tengo suficientes pruebas para demostrar mi inocencia", declaró Cáceres ante los magistrados de la Corte.
En varias oportunidades el ex parlamentario ha dado a entender que existe un complot en su contra, y que debido a las denuncias que ha hecho a lo largo de su carrera política (Dragacol y sobre la adjudicación del Chance a Enlice López, alias ’La Gata’, entre otras) se ha ganado muchos enemigos, quienes tienen el interés de inculparlo. "Hay muchos intereses de personas que buscan desfavorecerme", señaló Cáceres.
Sobre los testimonios de los desmovilizados que lo salpican, Cáceres aseguró que existen muchas versiones que faltan a la verdad. "Ellos en la cárcel se han inventado varias versiones", dijo el ex congresista.
El 14 de septiembre de 2010, miembros del CTI detuvieron a Cáceres en las instalaciones del congreso tras la decisión de la Corte de llamarlo a indagatoria. El 27 de Abril, se abre formalmente la investigación en su contra. Actualmente se encuentra detenido en la cárcel La Picota.
24 de noviembre de 2011
22 de noviembre de 2011
21 de noviembre de 2011
cc verdad abierta

lo que perdieron los salabarría


El Mundo Nuevo que perdieron los Salabarría. VerdadAbierta.com documenta el despojo de la familia Salabarría y cómo algunas de sus parcelas fueron a parar a manos de un vecino.
Colombia. Cuando un funcionario del Incoder llamó en marzo de 2011 a Maritza Salabarría alcanzó a pensar que su destierro por fin había terminado. Desde el lugar donde ella y 44 familiares se refugiaban, armaron maletas y viajaron hasta Córdoba con la promesa de que en pocos días les entregarían los títulos de dos de los seis predios, que hacían parte de una parcelación llamada Mundo Nuevo en zona rural a tres horas al sur de Montería, que reclaman desde hace veinte años cuando fueron desplazados por los paramilitares. El presidente Juan Manuel Santos anunció que asistiría a la ceremonia.
Pero eso no sucedió. Cuando Maritza y su familia se preparaban para recibir de vuelta sus tierras, les dijeron que la ceremonia había sido cancelada. El gobierno no tenía listos los títulos a nombre de la familia y sin esos papeles no les podían devolver los predios.
Pero además, cuando fueron a ver sus propiedades no las reconocieron. En el lugar donde había cientos de pequeñas parcelas con cultivos de pancoger, como las que cultivaron con su padre, encontraron un extenso campo ganadero que se llama Hacienda El Dominó.
La familia Salabarría tenía allí seis parcelas que sumaban 110 hectáreas, donde pastaban igual número de cabezas de ganado.
Hace unos días Maritza viajó a Bogotá y el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, le prometió que antes de fin de año le restituiría las tierras. El Incoder ya la llamó y le dijo que el viernes 18 de noviembre le entregará, ahora sí, los títulos de dos de las seis parcelas.
VerdadAbierta.com documentó la compleja y sufrida historia de las tierras de los Salabarría.

Tiempo de Cosecha
En la década de los ochenta el antiguo Instituto Colombiano de Reforma Agraria, Incora, hoy Incoder, les dio tierras a 294 campesinos de Córdoba que diez años atrás le habían invadido unos predios al hacendado Martín Vargas en la zona rural de Montería. Vargas cedió esa tierra y en esta el Incora desarrolló la parcelación Mundo Nuevo.
Entre esos campesinos estaban Emiro José Salabarría y su hijo Dagoberto. Y a ellos el Incora les dio las parcelas 60 y 76 a las que llamaron Las Esperanzas. En 1987 el Incora les tituló la parcela (la B1) a Raúl Manuel Salabarría, otro de los hijos, y la 42 a Marcial Antonio Fernández, esposo de Maritza, otra hija de don Emiro.
Los Salabarría prosperaron con sus cultivos de pancoger y su ganado y antes de que terminara la década, don Emiro pudo comprar otra parcela, la 63, a sus compadres Alberto Díaz y Víctor Vidal Moreno. Su hijo Dagoberto también les compró una parcela a sus vecinos Alejandro y Mariano Vega, la 51. Así, la familia Salabarría completó seis parcelas en Mundo Nuevo, y aunque no colindaban entre sí, construyó una casa principal, una tienda y 110 reses, el capital suficiente para darles un buen vivir.

Llegó el Terror
En noviembre de 1991, cuarenta paramilitares llegaron en un camión a Mundo Nuevo y les dijeron a los Salabarría y a los demás beneficiarios del Incora que tenían 20 días para desalojar las tierras. "La primera vez que los vimos, nos insultaron y nos dijeron que si no salíamos nos iba a pasar igualito que a la gente que mataron en Las Tangas", dijo a VerdadAbierta.com, Maritza Salabarría, la hija de don Emiro que hoy está reclamando que les devuelvan sus tierras.
Y para que no les quedara duda de que su amenaza iba en serio, ese mismo día mataron a un hijo del señor Julio Herrera.
La Unidad de Justicia y Paz documentó que, en efecto, para esa época había llegado a Córdoba un grupo paramilitar creado por los hermanos Fidel, Carlos y Vicente Castaño que empezó asesinar a campesinos y líderes agrarios con el pretexto de vengar el asesinato de su padre por parte de las Farc. Les llamaban ‘Los Mochacabezas’ porque desmembraban a sus víctimas. Aterrorizados, miles se desplazaron y abandonaron sus propiedades.
Las Tangas era una de las fincas de los Castaño en Córdoba y fue conocida por ser un centro de entrenamiento de los paramilitares que luego fueron ‘exportados’ al Urabá antioqueño y chocoano, Sur de Bolívar, Catatumbo y al sur del país. Según lo documentó Justicia y Paz, el 14 de enero de 1990 los paramilitares asesinaron en esa finca a 43 personas que con lista en mano habían secuestrado de Pueblo Bello, un corregimiento de Turbo, en Antioquia. Aún 36 cuerpos siguen desaparecidos.
A los 20 días, ‘Los Mochacabezas’ regresaron a Mundo Nuevo pero esta vez, disparando. A las seis de la tarde mientras los campesinos huían entre el monte, los paramilitares quemaron la tienda de Dagoberto, el centro de salud y el colegio. "Quedamos dispersos", cuenta Maritza. "Pensé que a varios de mis familiares los habían matado. Ellos creían lo mismo de mí. Al otro día sacamos lo poco que quedó, tuvimos que dejar el ganado y nos fuimos para Planeta Rica".
Planeta Rica era el municipio más cercano para refugiarse. Desde allí todos los días ella y su esposo Marcial Antonio Fernández se turnaban para dormir entre la maleza y cuidar el ganado que habían dejado en las parcelas. Un día Marcial no volvió. "Eso sucedió como a los quince días que nos sacaron corriendo. Alguien nos dijo que ocho hombres armados habían llegado y se habían llevado a Marcial con el ganado. No volvimos a saber nada de él", contó Maritza.
A pocos días de la desaparición de Marcial, dos hombres motorizados buscaron a los Salabarría en Planeta Rica. "Amenazaron a mi papá y le dijeron que nos querían volver a ver. Salimos huyendo para Belén de Bajirá en Urabá", dijo Maritza.

La Cita con Mancuso
Tratando de rehacer su vida en el Urabá, Maritza montó un negocio de bebidas mientras sus hermanos se dedicaron al cultivo del banano. Allí tuvieron tranquilidad por seis años, pero entonces, volvió la violencia. La Unidad de Justicia y Paz documentó que fue precisamente a mediados de la década de 1990 que la Casa Castaño ordenó la incursión al Urabá, con Hebert Veloza alias ‘H.H.’ y Fredy Rendón alias ‘El Alemán’ y sus bloques Bananero y Élmer Cárdenas, a la cabeza. "Ya había tres grupos armados, había mucho muerto y rumores. Mi papá decidió que regresáramos", recordó Maritza.
Huyendo de las masacres del eje bananero, los Salabarría volvieron por segunda vez a Planeta Rica. Allí los contactó Jesús Ramírez, un socio de una hacienda que colindaba con las parcelas de Mundo Nuevo llamada El Dominó, y les ofreció comprarles sus parcelas. "Nos dijo que llegáramos a un arreglo, que midiéramos la tierra y le vendiéramos. Cuando fuimos mi papá se tiró debajo de un palo de limón y pegó un grito. El señor que envió Ramírez a medir la tierra de los Salabarría le dio tristeza con don Emiro y no fue capaz de cumplir con su tarea. No vendimos", dijo Maritza.
Pasó casi un año, y en 1998, alguien les dijo que las 110 cabezas de ganado que les habían robado de las fincas en 1991 estaban cerca a la quebrada Los Sanandreses. Don Emiro creyó el rumor y en vísperas de la Navidad contrató un carro para que lo llevara hasta allá. Jamás regresó. El conductor le dijo a la familia que las Auc los habían interceptado y se lo habían llevado. Su esposa no aguantó la noticia y ese día murió de un infarto.
Los Salabarría huyeron de Planeta Rica, desplazados por cuarta vez, y por miedo se dispersaron por diferentes pueblos de la Costa Caribe. Siete años después, en 2005 Maritza escuchó que en Santa Fe de Ralito el gobierno adelantaba negociaciones con los paramilitares para su desmovilización y decidió encarar a Salvatore Mancuso, ex jefe paramilitar del Bloque Catatumbo y vocero de las Auc.
"Me le presenté con los títulos de mi papá en una carpeta y le dije que esa tierra era de nosotros, que por qué no nos la devolvía y me contestó que por qué yo había esperando tanto tiempo. Le respondí que teníamos miedo, que ya nos habían matado a varios familiares", recordó Maritza. Luego el ex jefe paramilitar miró una base de datos en su computador, le indicó que efectivamente esa tierra era de Emiro José Salabarría y le dijo que podían regresar.
Mancuso se había desmovilizado en diciembre de 2004, pero según el registro de Justicia y Paz, no alcanzó a confesar en Colombia el despojo en Mundo Nuevo, porque fue extraditado en mayo de 2008 a Estados Unidos por cargos de narcotráfico.

Desilusión
En junio de 2006, alentados por la desmovilización de los paramilitares, los Salabarría retornaron a Mundo Nuevo, pero en menos de 72 horas casi todos salieron de nuevo a diversos pueblos por amenazas. El único que resolvió quedarse cerca, en Planeta Rica, fue Ángel Emiro Salabarría, un hermano de Maritza. Los otros no se dieron por vencidos y, aunque les tomó casi un año, consiguieron el dinero para que Maritza viajara con una hermana a Bogotá para pedir ayuda. La Comisión Nacional de Reparación asumió el caso y lo presentó ante el Ministerio de Agricultura.
Un grupo del gobierno especializado en estudio de tierras encontró que las parcelas que les había titulado a los Salabarría el Incora y las que ellos habían comprado no estaban a su nombre. Ahora figuraban como dueños, los propietarios de la finca vecina de El Dominó. Desde que uno de los socios de esta finca les ofreciera comprárselas, los Salabarría venían denunciando que su vecino había corrido cercas y se había quedado con varias parcelas de Mundo Nuevo.
Mientras el gobierno estudiaba el caso, volvió la tragedia. Hombres armados se llevaron a Ángel Emiro, el hermano que había decidido quedarse en Planeta Rica. "Nos dijeron que lo subieron a una camioneta y desde entonces se encuentra desaparecido", dijo Maritza.
Las amenazas contra los demás siguieron y para protegerlos, el gobierno se comprometió a reubicar a la familia fuera de Córdoba. En agosto de 2007 los Salabarría fueron a vivir en otro predio de la Costa Caribe. El gobierno les dio el título, recursos para comprar herramientas y un subsidio para realizar un proyecto productivo.
Aunque la finca que recibieron del Estado, compensa en parte sus sufrimientos, los Salabarría siguen luchando para que les devuelvan la tierra de Mundo Nuevo que era de su familia y que se las arrebataron a la fuerza.
VerdadAbierta.com, con base en documentos oficiales, confirmó lo que los Salabarría han denunciado: que hubo irregularidades y que algunas de éstas terminaron a nombre de Fabio Andrés Gutiérrez Velásquez, el vecino dueño de la Hacienda El Dominó.

Las Esperanzas
En 1988, Emiro Salabarría le había pedido al Incora que las dos parcelas que le había titulado primero en 1981, la 60 y la 76, y que él llamó Las Esperanzas, se las titulara a su hijo Dagoberto. Pero el Incora tardó tres años en atender su petición y en lugar de titulárselas a Dagoberto, en julio de 1993 le entregó la parcela 60 a Julio Manuel de Hoyos Bracamonte, y la segunda no la readjudicó y fue a dar al Fondo Nacional Agrario, FNA, la bolsa de global predios estatales.
Más tarde, De Hoyos, le vendió la parcela 60, a Fabio Andrés Gutiérrez Velásquez, el dueño de El Dominó.

Las Parcelas 63 y 51
Las parcelas 63 y 51 que don Emiro y su hijo Dagoberto les habían comprado a unos vecinos de manera informal nunca quedaron debidamente registradas la compra ni la venta. Una de esas fincas la quería don Emiro para su hija Damaris que no tenía tierras.
Sin saberlo, pues estaban refugiados en Urabá, en 1994 el Incora le tituló la parcela 63 a Virgelina González de Casas. Dos años después, en 1996, el Instituto de tierras le revocó la parcela a González y en marzo de 1999 se la readjudicó a Jorge David Manchego Velásquez. Lo extraño, según la matrícula, es que antes de que le titularan esa parcela, Manchego ya había ido el 30 de diciembre de 1998 a la Notaría Única de Pueblo Nuevo para venderle esa parcela a Fabio Andrés Gutiérrez Velásquez. Según lo constató el Incoder, Manchego era un trabajador de la Hacienda El Dominó.
Con la parcela 51 lo que sucedió es que nunca quedó registrada la venta que, según Maritza, hicieron los hermanos Vega a Dagoberto Salabarría, sino que hasta 1993 éstos siguieron apareciendo como los dueños. Mientras los Salabarría estaba desplazados, en 1993, el Incora recovó esa parcela a los Vega y se la entregó a Julio Manuel de Hoyos Brocamonte, la misma persona a la que le titularon una parcela de Las Esperanzas. En 1998 Brocamonte le vendió a Fabio Andrés Gutiérrez Velásquez.

Las Parcelas B1 y 42
No le ha sido fácil al Incoder reconstruir qué pasó con la parcela B1 que le dio el Incora a Raúl Salabarría y la 42 que se la titularon al esposo de Maritza, hoy desaparecido, en 1987. En los archivos incompletos del Incoder, figura que el antiguo Incora revocó la adjudicación a Raúl en marzo de 1993 y se la entregó en julio de ese mismo año a otra persona argumentando que Raúl había vendido el ganado que el instituto de tierras le había entregado, junto con la tierra. Pero es extraño que Raúl haya podido vender ese ganado entonces, cuando estaba viviendo desplazado en Urabá y no podía ni asomarse por Mundo Nuevo porque allí mandaban los paramilitares que lo desplazaron.
El caso de la 42, que era de Marcial, esposo de Maritza, es aún más raro. En diciembre de 1988, antes de que los Salabarría salieran huyendo, figura que el Incora se la revocó porque Marcial había vendido el ganado que el instituto de tierras le había entregado. Maritza dice que nunca les avisaron siquiera que les habían revocado ese título y que su marido nunca vendió el ganado. En el archivo del Incoder no dice que haya sido readjudicada a un tercero.

La Batalla Jurídica
En suma, después de seguir el curso de las decisiones del Incora, tres de las parcelas que los Salabarría reclaman están hoy tituladas a un mismo hacendado, dueño de la finca vecina a Mundo Nuevo, Fabio Andrés Gutiérrez. Son éstas la 51, la 60, la 63.
En febrero de 2008 el Incoder comenzó un trámite, conocido como de caducidad contra Gutiérrez, por las parcelas que los Salabarría reclamaban y que figuran hoy a su nombre.
Sobre las dos primeras parcelas, la 51 y la 60, el trámite no prosperó y el Incoder archivó el caso. No obstante, en el caso de la 51, nunca estuvo formalmente a nombre de los Salabarría, aunque si se hiciera un catastro social como el que prevé la Ley de Víctimas, se podría establecer si en efecto, los Salabarría tuvieron la tenencia de esta parcela y la cultivaron. Esto no se ha hecho.
En el caso de la 60, que don Emiro había pedido revocarle el título para que se lo readjudicaran a su hijo, el Incora se la quitó y se la dio a un tercero. Sin embargo, en los archivos de Incoder hoy sí figura la petición de don Emiro que nunca fue atendida por el instituto y VerdadAbierta.com la halló.*
Sobre la parcela 63, después de un largo proceso jurídico que incluyó el recurso de reposición por parte de Gutiérrez, en agosto de 2011, el Incoder confirmó la decisión de quitársela. En la resolución, el Incoder concluyó que Jorge David Manchego fue empleado por muchos años de la Hacienda El Dominó y que Gutiérrez fue "un comprador de mala fe" y que por eso no le reconocerá las mejoras de esa parcela.
Pero otra es la versión de Gutiérrez. Aunque él prefirió no hablar con VerdadAbierta.com, su abogada, María Cecilia de la Ossa, dijo que su apoderado compró las parcelas 51, 60 y 63 de forma legítima y conforme a la Ley. De la Ossa le dijo a VerdadAbierta.com que, como lo estipula la Reforma Agraria, Julio Manuel de Hoyos Brocamonte le pidió permiso al antiguo Incora para poder vender las parcelas 51 y 60 y que así se lo autorizó el director regional de la época.
En el caso del predio 63, explicó, Jorge David Manchego solicitó el mismo permiso y como el Incora no le respondió en tres meses lo favoreció el silencio administrativo. Es decir, que pudo vender. Como el Incoder falló en contra de Gutiérrez en este caso, la abogada dijo que presentará una demanda ante el Tribunal Contencioso Administrativo. "El Incoder no tiene la razón", señaló.

Nuevas Esperanzas
"Los funcionarios del Incoder en su gran mayoría no estaban preparados para resolver problemas de despojo de predios y su restitución… Las cosas han tenido que cambiar. Ahora las decisiones administrativas para restablecer los derechos de víctimas deben fundamentarse en el bloque de constitucionalidad y leyes de justicia transicional, como la Ley de Víctimas", explicó Javier Mendoza, consultor en restitución y saneamiento de la propiedad rural.
Juan Manuel Ospina, gerente del Incoder, explicó que existe la voluntad política para comenzar esta restitución y calificó el caso de los Salabarría como emblemático. Según el gerente, éste despejó el camino para hacer el estudio completo de títulos de los antiguos parceleros beneficiarios de Mundo Nuevo. "Esto puede garantizar muchas mejores condiciones de seguridad para el retorno de las familias. Pero es importante que apenas suceda la restitución, las instituciones del Estado no desaparezcan. Debe haber una articulación del Estado", dijo Ospina.
Ese es el temor de los Salabarría. El Incoder se comprometió a entregarles el 18 de noviembre el título de la parcela 63, que le fue revocada a Gutiérrez, y de la parcela 76, que aguardaba en el Fondo Nacional Agrario. También desempolvó el caso de las parcelas 51 y 60 y estudia si éstas se pueden recuperar vía Ley de Víctimas.
"Tenemos miedo. Necesitamos garantías, con solo decirle que hasta un batallón para que nos cuide. Y si eso no se puede, que nos indemnicen por tanto sufrimiento", dijo Maritza Salabarría.
Después de que le devuelvan las dos parcelas a los Salabarría, el reto del Incoder, como lo anunció Ospina, será verificar si la familia también tiene derechos sobre por lo menos otras dos parcelas más, de las seis que reclaman. Y, luego, también tendrá que analizar sin otras parcelas las 294 de Mundo Nuevo se convirtieron en otras fichas de El Dominó.
[*VerdadAbierta.com con asesoría de la Fundación para la Libertad de Prensa, Flip, solicitó al Incoder las resoluciones de adjudicación, revocatorias y readjudicación de predios de beneficiaros de Reforma Agraria entre 1996 y 2006 en varios departamentos de Colombia, entre ellos, Córdoba. Tras un fallo de tutela a favor, el Incoder respondió en 2011 un oficio en el que relacionó las adjudicaciones que realizó el antiguo Incora en la parcelación Mundo Nuevo, entre ellas, las parcelas de los Salabarría.]
24 de noviembre de 2011
15 de noviembre de 2011
cc verdad abierta