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cámara desautoriza guerra de obama


Pero no lo privará de fondos. Legisladores rehúsan otorgar al presidente Obama atribuciones para realizar acciones militares en Libia, pero no le privan de fondos para el conflicto.
[Kathleen Hennessey] Washington, Estados Unidos. La Cámara de Representantes rehusó tanto endorsar como restringir la intervención de Estados Unidos en Libia, entregando el viernes un poco claro mensaje que subrayó las profundas divisiones sobre el tema.
Por un margen abrumador los legisladores se negaron a aprobar la intervención estadounidense en la campaña de bombardeos aéreos de la OTAN contra el país norteafricano en una votación que fue una poco habitual reprimenda bipartidaria de la política exterior de un presidente durante un conflicto militar en curso.
Sin embargo, minutos después un esfuerzo dirigido por los republicanos para tratar de reducir los fondos para la intervención de Estados Unidos también fracasó. Una mayoría de demócratas y un grupo de republicanos rechazó la moción de cortar totalmente los fondos para financiar las actividades de combate, sorprendiendo a los líderes del GOP, que adaptaron el proyecto a último minuto para satisfacer a todo el mundo.
Ambas medidas eran principalmente simbólicas. No se esperaba que la primera moción, que habría autorizado la intervención estadounidense, sobreviviera en una Cámara controlada por los republicanos, donde los conservadores en materias fiscales y los novatos del ‘tea party’ han expresado un creciente escepticismo en cuanto a estirar demasiado las fuerzas armadas.
La segunda moción -el corte de los fondos- prácticamente no tenía ninguna posibilidad de ser aprobada en el Senado, y mucho menos de contar con la firma presidencial.
Los líderes del GOP interpretaron la moción como un intento de poner trabas al presidente, que prefirió no buscar la autorización que exige la Ley de Poderes de Guerra de 1973 para la intervención en la campaña militar de la OTAN.
"Si el presidente cree que los bombardeos con misiles y las operaciones con aviones no tripulados en Libia son fundamentales, es su responsabilidad explicarlas al pueblo estadounidense y pedir la autorización del Congreso", declaró el vocero de la Cámara de Representantes, el republicano de Ohio John A. Boehner antes de la votación.
La Casa Blanca y sus aliados sostienen que la Ley de Poderes de Guerra no se aplica en este caso porque Estados Unidos está actuando como parte de la OTAN y su intervención no está cubierta por la definición jurídica de "hostilidades."
Los republicanos programaron dos votaciones para expresar el descontento del Congreso a medida que el apoyo a la intervención disminuye tanto en Estados Unidos como en algunos países de la OTAN que participan en la campaña contra Libia.
Los líderes de la campaña militar -Gran Bretaña y Francia- insisten en que están preparados para continuar la campaña el tiempo que sea necesario. Sin embargo, esta semana Italia llamó al cese al menos temporal de las hostilidades para permitir el ingreso de ayuda humanitaria. El ministro de Relaciones Exteriores de Italia, Franco Frattini, dijo también que la alianza debería entregar más información sobre el resultado de su campaña de bombardeos aéreos, especialmente en lo que se refiere a los errores que causan bajas civiles.
En Washington, los legisladores votaron 295 contra 123 contra la moción que autorizaba la intervención de Estados Unidos, con setenta demócratas uniéndose a los que votaron contra la aprobación del Congreso.
El corte de fondos fue rechazado por 238 contra 180 votos. Su aprobación habría suspendido los fondos de la misión hasta que fueran aprobados por el Congreso. Se introdujeron algunas excepciones para una breve lista de actividades no hostiles.
Las excepciones contribuyeron al rechazo de la moción.
"Yo no podría haberla apoyado porque no va demasiado lejos. Los fondos para la intervención del presidente en Libia deben ser suspendidos completamente", dijo la republicana  Michele Bachmann, de Minnesota.
La confusión en el Congreso sobre cómo ejercer sus poderes en temas relativos a la guerra no es nueva, dijo Taylor Reveley, director del Centro Miller de la Universidad de Virginia y experto en poderes de guerra.
Reveley observó que en 1999, una Cámara de Representantes controlada por los republicanos emitió un mensaje igualmente confuso cuando se le pidió que autorizara el uso de fuerzas militares estadounidenses en Kosovo. La Cámara se negó a autorizar la misión, pero luego no quiso adoptar otras medidas para restringir las tropas terrestres.
"El Congreso a menudo se encuentra a sí mismo en el punto álgido del momento tratando de definir qué sería lo correcto en términos militares, mientras que al mismo tiempo tiene que decidir quién decide qué y cuándo", dijo. "El resultado puede ser confuso."
[Henry Chu en Londres contribuyó a este reportaje.]
28 de junio de 2011
24 de junio de 2011
©los angeles times
cc traducción mQh

matón gringo amenaza a venezuela


Alto funcionario de Estado asegura que EEUU no descarta ninguna opción en sanciones contra Venezuela.
Estados Unidos. Estados Unidos sigue vigilando a Venezuela y "ninguna opción está fuera de la mesa" en cuanto a sanciones contra el gobierno de Hugo Chávez por su relación con Irán, dijo un alto funcionario del departamento de Estado este viernes.
"Ninguna opción está fuera de la mesa y el departamento continuará estudiando cualquier acción adicional que pueda ser necesaria en el futuro", señaló Kevin Whitaker, de la oficina para América Latina del departamento de Estado, durante una audiencia en el Congreso.
"El departamento instó con fuerza a Venezuela a tomar el camino de la cooperación y la responsabilidad en vez de seguir aislándose, y lo seguiremos haciendo", dijo Whitaker, que fue ministro consejero en la embajada estadounidense en Caracas de 2005 a 2007.
Estados Unidos impuso sanciones a la petrolera estatal venezolana PDVSA el 24 de mayo por sus relaciones comerciales con Irán, lo que a su juicio contraviene las sanciones internacionales decididas contra los iraníes por su programa nuclear.
"En vez de cumplir con sus obligaciones internacionales" Venezuela "ha elegido tener cercanas relaciones con Irán y Siria", dijo el coordinador de contraterrorismo del Departamento de Estado, Daniel Benjamin, en la audiencia convocada por los republicanos para discutir nuevas sanciones contra Venezuela.
El jefe de la subcomisión para América Latina de la Cámara de Representantes, el republicano Connie Mack (Florida), impulsa la designación de Venezuela como ‘Estado patrocinador del terrorismo’, un título que Estados Unidos le otorga a Cuba, Irán, Sudán y Siria.
Al Departamento le preocupan los nexos de Venezuela con Irán, su apoyo a la guerrilla colombiana marxista FARC, su "débil cooperación" en contraterrorismo y su "demostrable falta de cumplimiento de sus obligaciones internacionales antidrogas", dijo Benjamin.
Benjamin se mostró reacio a la posibilidad de que Estados Unidos añada a Venezuela en la lista de patrocinadores del terrorismo. Eso podría ser usado políticamente por Chávez "como un ataque contra su gobierno", señaló.
Además de actuar contra PDVSA, Estados Unidos ha sancionado a la compañía militar Cavim y a un banco por sus nexos con Irán, a dos funcionarios y un ex funcionario del gobierno de Chávez por cooperar con FARC y a dos personas más por enviar recursos al Hezbolá libanés, resumieron los funcionarios.
24 de junio de 2011
©radio bíobío

publican documentos sobre vietnam


El gobierno desclasifica los archivos cuarenta años después de la filtración de una parte. Los documentos señalan que los presidentes norteamericanos manipularon la información para estirar el desarrollo del conflicto bélico. Y ponen en evidencia el doble discurso de los funcionarios.
Estados Unidos. Cuarenta años después de que se publicara una parte de los archivos sobre la guerra de Vietnam (1964-1975) en The New York Times, el gobierno de Estados Unidos ayer desclasificó 7 mil páginas, exceptuando 11 palabras que siguen tachadas y permanecerán desconocidas para el público. Los documentos, disponibles para su consulta en el Archivo Nacional en College Park. señalan que los presidentes norteamericanos manipularon la información para estirar el desarrollo del conflicto bélico.
Bajo el título oficial "Relaciones Estados Unidos-Vietnam, 1945-1967: Un estudio preparado por el Departamento de Defensa", los papeles del Pentágono fueron encargados en 1967 por el entonces secretario de Defensa Robert McNamara. Esos documentos muestran, según el diario The Washington Post, cómo "los líderes estadounidenses decían públicamente una cosa acerca del conflicto, pero a puertas cerradas pensaban algo completamente distinto". Incluso el USA Today describió la difusión de esa información como un "acto final de una saga que cambió hace cuatro décadas a la presidencia, la prensa y todo el aparato de gobierno".
Los documentos se hicieron públicos el 13 de junio de 1971, cuando el empleado del "think-tank" estadounidense Rand Corporation, David Ellberger, accedió a los archivos, hizo copias de los mismos y se las entregó finalmente a los medios. Una de las hipótesis del comportamiento de Ellberger es que habría actuado impulsado por su experiencia durante los dos años en los que fue empleado de la embajada estadounidense en Vietnam. En ese entonces tomó contacto con grupos de activistas por la paz y, finalmente, tuvo la idea de publicarlos para sacar la verdad a la luz sobre la guerra y las verdaderas motivaciones del conflicto.
Aquella revelación había desatado un escándalo con amplias repercusiones. Mientras el gobierno de Richard Nixon intentaba limitar los daños provocados por la filtración de aquellos documentos, bloqueando la difusión de esos expedientes y el rebote que pudieran provocar, otros medios se sumaron a la difusión iniciada por The New York Times. Sin embargo, al final venció el derecho a la libertad de información y el Tribunal Supremo permitió en una sentencia la publicación de ese extracto. "Es un ejercicio traicionero escribir historia, en especial cuando se entrelaza con el acontecer actual y en particular cuando un suceso actual es Vietnam", escribió Leslie H. Gelb. Por pedido del secretario de Defensa, Robert S. McNamara, para que se efectuara un estudio "enciclopédico y objetivo" de la participación de Estados Unidos en Vietnam desde la Segunda Guerra Mundial hasta 1967, un equipo formado por unos 36 analistas estudiaron detenidamente, y con "diligencia de hormiga", una colección valiosa de documentos del Pentágono, la CIA y el Departamento de Estado.
Ese trabajo desnudó una serie de artimañas compartidas por los gobiernos de Lyndon Johnson, John Kennedy y otros presidentes que utilizaban un doble discurso. Por un lado, incrementaban la intensidad del conflicto y, por el otro, le decían a la sociedad norteamericana que Estados Unidos no deseaba ampliar la guerra. El documento fue preparado casi al finalizar el gobierno de Johnson por el Departamento de Defensa y analistas privados, y constituye, tal vez, lo que puede considerarse como el antecedente de las filtraciones que llegaron a su climax con la difusión y publicación de Wikileaks.
Las 7 mil páginas desclasificadas, incluyendo 2384 desconocidas, comenzaron a ser difundidas en forma simultánea, desde el mediodía de ayer, por las bibliotecas presidenciales Lyndon B. Johnson, en Austin, Texas, y Richard M. Nixon, en Yorba Linda, California. También por las bibliotecas John F. Kennedy, en Boston, Massachusetts, y la de Archivos Nacionales, ubicada en Collage Park, Maryland. De acuerdo con un comunicado de la Biblioteca Presidencial Lyndon B. Johnson, los documentos serán colocados en su totalidad en la red. Los papeles del Pentágono pueden consultarse en archives.gov/resarch/pentagonpapers.
14 de junio de 2011
©página 12

murió lawrence s. eagleburger


Ex secretario de Estado.
Murió Lawrence S. Eagleburger, el agudo y empedernido fumador en cadena que seducía a republicanos y demócratas por igual, resolvió difíciles misiones durante la Primera Guerra del Golfo Pérsico y ascendió hasta convertirse en secretario de Estado hacia el fin del período del presidente George H.W. Bush. Tenía 80 años.
Eagleburger falleció el sábado, en Charlottesville, Virginia, después de una breve enfermedad, contó a la Associated Press una portavoz de la familia, que no entregó otros detalles.
Eagleburger encabezó el Departamento de Estado durante cerca de cinco meses. Se convirtió en secretario de Estado interino en agosto de 1992 después de que James A. Baker III se apartara para dirigir la campaña de reelección del presidente Bush. Juró el 8 de diciembre y fue miembro del gabinete durante las seis últimas semanas de la presidencia de Bush.
Antes de su nombramiento como secretario de Estado, Eagleburger sirvió en el gobierno de Nixon como asistente ejecutivo del secretario de Estado Henry A. Kissinger, como embajador del presidente Carter ante Yugoslavia y como subsecretario de Estado durante el primer mandato del presidente Reagan.
"En mi opinión es Kissinger, sin sus verrugas. Kissinger con un compás moral más claro", dijo entonces el senador Joseph R. Biden (demócrata de Delaware) al National Journal en 1992.
"Lawrence Eagleburger dedicó su vida a la seguridad de nuestro país y al fortalecimiento de nuestros lazos con aliados y socios", dijo el presidente Obama en una declaración. "Ayudó a nuestro país a navegar durante los cruciales días de la caída del Muro de Berlín y del fin de la Guerra Fría".
El pragmático funcionario, que sufrió incontables problemas de salud durante su carrera, era conocido por supervisar delicadas misiones diplomáticas. Uno de sus momentos más memorables se produjo cuando en 1991, como subsecretario de Estado después de que se apresurara a Tel Aviv después de que Iraq lanzara un ataque con misiles scud contra Isral durante la Primera Guerra del Golfo Pérsico.
Con su bastón en medio de los escombros, cuidando su rodilla mala, su presencia fue saludada por cerca de cien vecinos que gritaron "¡Bien hecho!" Eagleburger logró convencer a los israelíes de que no se vengaran directamente, ya que podría romper la frágil coalición árabe-estadounidense contra Saddam Hussein.
"Conozco a los israelíes... Necesitan que alguien que conozcan se preocupe por ellos’, dijo.
Eagleburger también tuvo que defender la política previa a la Guerra del Golfo del primer mandato de Bush, que cultivaba la amistad con Hussein después de la guerra Irán-Iraq. Esa política fomentaba las relaciones económicas para facilitar los intereses estadounidenses, incluyendo el acceso al petróleo y alejando a los soviéticos. Dijo al Congreso: "Valía la pena intentarlo".
Según muchas interpretaciones, el corpulento Eagleburger no era el secretario de Estado más probable.
"La imagen común de un secretario de Estado norteamericano es la de un Dean Acheson, Cyrus Vance, James Baker -un abogado WASP amable, delgado y urbano, que probablemente remó en Yale o Princeton. Pero Lawrence Eagleburger, el nuevo ministro interino, se parece al muñeco de Michelin, pero con bastón", escribió en 1992 la revista Time.

Eagleburger nació en Milwaukee el 1 de agosto de 1930, en el seno de una familia republicana. Pero su enfado con las payasadas anticomunistas del senador por Wisconsin, Joseph McCarthy, lo alejaron de la política.
Contó al Washington Post que pudo no haber entrado a la diplomacia si un día, aburrido, cuando era estudiante en la Universidad de Wisconsin, no hubiera visto un letrero sobre un test del servicio diplomático, que aprobó.
Después de entrar al cuerpo diplomático en 1957, viajó a Honduras, Cuba y Yugoslavia y más tarde fue nombrado asistente especial de Dean Acheson, asesor del presidente Johnson. Después de que Richard Nixon fuera elegido presidente, Eagleburger ayudó a Kissinger a crear el Consejo de Seguridad Nacional.
Eagleburger dejó el servicio diplomático en 1984 para convertirse en presidente de la consultora privada de Kissinger, Kissinger Associates, contando al Washington Post que estaba descontento porque, desde Vietnam, los presidentes no eran capaces de sostener una política exterior consistente. Dijo que los años setenta destruyeron la credibilidad de la "elite de la política exterior", que dijo que definía los parámetros del debate sobre la política exterior.
Se reía de la sugerencia de que algún día dirigiría el Departamento de Estado.
"Nadie me lo pedirá", dijo al Washington Post en 1984. "Pero si lo hicieran, tendría que pensarlo."
Cuando Eagleburger volvió al Departamento de Estado en 1989, trabajó como subdirector de Baker y fue descrito como el hombre, entre bastidores, que lograba que se hicieran las cosas.
El irónico humor de Eagleburger lo convirtió en un favorito del Capitolio. Después del derrumbe del comunismo en Europa, le dijo a una multitud que el mundo algún día sentiría nostalgia de la Guerra Fría, porque en un mundo bipolar era más fácil de entender dónde estaban los países.
Una vez, interrogado sobre cómo planeaba dirigir el Departamento de Estado en 1992 después de la partida de Baker, dijo: "Mal."
Hablaba de por qué había bautizado a sus tres hijos con el primer nombre de Lawrence, obligándolos a identificarse profesionalmente con el segundo nombre -Scott, Andrew y Jason. "Fue el ego", explicó al Washington Post. "En segundo lugar, quería fastidiar a la Seguridad Social."
Eagleburger estuvo casado con Marlene Ann Heinemann, que murió el año pasado. Un matrimonio anterior terminó en divorcio.
5 de junio de 2011
©los angeles times
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hilaria dirige saqueo de fondos libios


Señora Clinton quiere apropiarse de fondos internacionales del estado libio para financiar la resistencia armada de tribus hostiles al gobierno central.
[Mary Beth Sheridan] Roma, Italia. El gobierno de Obama pretende utilizar algunos de los billones de dólares depositados en activos congelados pertenecientes al estado libio y a su presidente Moamar Gadafi para [según declaraciones oficiales] proporcionar ayuda humanitaria y de otro tipo a uno de los bandos del actual conflicto civil, declaró el jueves la secretario de Estado Hillary Rodham Clinton.
La decisión, anunciada en una reunión de alto nivel aquí convocada para discutir cómo apuntalar en Libia a los desaliñados rebeldes, parece ser la primera vez que un país trata de hacerse con una parte de los inmensos depósitos libios bloqueados por las sanciones de Naciones Unidas en febrero pasado.
Clinton, hablando con líderes de la OTAN y de países árabes, dijo que el gobierno de Obama pedirá la aprobación del Congreso para asignar los activos congelados -una medida legal normal según la legislación estadounidense. No explicitó la cantidad de dinero implicada, ni si sería asignada a los rebeldes que combaten contra Gadafi o a organizaciones humanitarias internacionales.
Los rebeldes han suplicado a países extranjeros que les transfieran el dinero, argumentando que no tienen medios para crear un gobierno y un ejército que pueda hacer frente a las fuerzas armadas libias.
"Instamos a todos nuestros socios a unirse para aumentar la presión sobre Gadafi, limitar sus opciones y de otros en su entorno y proporcionar apoyo a la oposición, que lo necesita urgentemente", dijo Clinton en una reunión a puertas cerradas, de acuerdo a una transcripción proporcionada por su personal.
La campaña de bombardeos de la OTAN de casi siete semanas ha reforzado a los rebeldes, permitiéndoles mantenerse en el este de Libia y en Misurata, una ciudad al oeste del país, y resistir el poder de fuego superior del ejército libio. Pero con las dos partes cada vez más empantanadas en un empate, Estados Unidos y sus aliados están tratando de encontrar nuevos modos de debilitar a Gadafi, que lleva 41 años en el poder.
Los líderes rebeldes dicen que necesitan de dos mil a tres mil millones de dólares para mantener a flote la economía de las zonas que controlan: para comprar gasolina, para pagar los salarios de un abultado contingente de funcionarios del gobierno provisional y para comprar alimentos. Funcionarios estadounidenses han puesto en duda esas cifras.
Sin embargo, Clinton y altos funcionarios europeos y árabes están ansiosos de encontrar nuevos fondos o algún otro mecanismo que permita que los rebeldes reciban préstamos desde el extranjero, reciban donaciones y pagos por el petróleo que puedan vender.
"Hay una iniciativa, urgente, para satisfacer las peticiones del TNC [alto mando rebelde]", dijo Clinton a los periodistas, refiriéndose al Consejo Nacional de Transición.
Pero pidió paciencia. Mientras pareciera que el Congreso podría liberar algunos de los activos libios -en total en Estados Unidos algo más de treinta mil millones de dólares-, todavía no está claro cuándo tiempo tomaría legislar sobre la medida.
También se espera de la reunión en Roma que cree un fondo, administrado en conjunto por la coalición occidental y el gobierno rebelde, para recibir donaciones de gobiernos extranjeros para pagar a las tropas.
Los rebeldes habían esperado que los gobiernos extranjeros simplemente les entregaran los activos en el extranjero pertenecientes a Gadafi y al estado libio. Pero varios países europeos expresaron preocupación debido a que esa decisión sería ilegal en Europa. Ahora los rebeldes esperan obtener préstamos en el extranjero, utilizando como activos bloqueados como garantía.
Clinton llamó a otros países a seguir el ejemplo de Estados Unidos, que proporcionó ayuda no letal a los rebeldes. El gobierno de Obama enviará cerca de veinticinco millones de dólares en equipos de existencias militares estadounidenses: botas, tiendas de campaña, blindaje personal y cosas parecidas. Se espera que lleguen a Bengazi, la capital rebelde de facto, "en los próximos días", dijo Clinton.
Diplomáticos dicen que la reunión de altos funcionarios de la OTAN y de países árabes del jueves, así como de miembros del gobierno rebelde, es importante no sólo para sostener la campaña en Libia sino además para enviar un mensaje de unidad de que Gadafi debe abdicar.
"Si legitimáramos que Gadafi parta al país en dos, ¿qué mensaje le estaríamos enviando a Assad y Saleh?", dijo un diplomático occidental, refiriéndose a los gobernantes de Siria y Yemen, que han tratado de aplastar las protestas contra el gobierno en sus propios países. "Tenemos que mostrarles que esa represión brutal no será tolerada".
La alianza entre países árabes y occidentales está intentando aumentar la presión sobre Gadafi de tres maneras: militarmente, mediante el bombardeo de instalaciones de control y comando en la capital libia; económicamente, a través de una intensificación de las sanciones; y políticamente, apoyando la formación de una estructura gubernamental en la zona ocupada por los rebeldes.
El primer ministro británico David Cameron dijo el martes que su gobierno estaba buscando modos de reforzar las sanciones contra las ventas de petróleo de estado libio, "para asegurarse de que el gobierno recupere la cordura y se de cuenta de que no deben aterrorizar a su propia gente".
Las ventas de petróleo en los últimos años han constituido el 95% de los beneficios de exportación y el 75% de los ingresos del estado.
Los rebeldes han exportado una pequeña cantidad de petróleo, pero no han sido capaces de extraer petróleo de los campos petrolíferos que controlan debido a los daños causados en las instalaciones por la guerra y a la amenaza de ataques.
[ Joby Warrick contribuyó a este reportaje.]
6 de mayo de 2011
5 de mayo de 2011
©washington post
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los abusos de guantánamo


759 informes secretos destapan las vejaciones de Guantánamo. Los documentos revelan que el principal propósito de la prisión era "explotar" toda la información de los reclusos a pesar de la reconocida inocencia de muchos de ellos. El 60% fue conducido a la base militar sin ser una amenaza "probable".
[Mónica Ceberio Belaza, Luis Doncel, José María Irujo, Francisco Peregil] Guantánamo creó un sistema policial y penal sin garantías en el que solo importaban dos cuestiones: cuánta información se obtendría de los presos, aunque fueran inocentes, y si podían ser peligrosos en el futuro. Ancianos con demencia senil, adolescentes, enfermos psiquiátricos graves y maestros de escuela o granjeros sin ningún vínculo con la yihad fueron conducidos al presidio y mezclados con verdaderos terroristas como los responsables del 11-S. EL PAÍS ha tenido acceso, junto con otros medios internacionales y a través de Wikileaks, a las fichas militares secretas de 759 de los 779 presos que han pasado por la prisión, de los cuales unos 170 siguen recluidos. Las tripas de la cárcel quedan recogidas en 4.759 folios firmados por los más altos mandos de la Fuerza Conjunta de la base y dirigidas al Comando Sur del Departamento de Defensa en Miami. La radiografía de una prisión creada por George W. Bush en 2002 al margen de las leyes nacionales e internacionales llega en un mal momento para el presidente, Barack Obama. Cerrar el penal fue su primera promesa tras asumir el cargo en enero de 2009. El anuncio, hace un mes, de que reanudaría los juicios en las comisiones militares fue el reconocimiento de su fracaso.
Los informes, fechados entre 2002 y 2009, que en la mayoría de los casos tienen como finalidad recomendar si el preso debe continuar en el penal, ser liberado o trasladado a otro país, documentan por primera vez cómo valoraba EE UU a cada uno de los internos y lo que sabían de ellos. Revelan un sistema basado en delaciones de otros internos, sin normas claras, basado en sospechas y conjeturas, que no necesita pruebas para mantener a una persona encarcelada largo tiempo -más de nueve años en 143 casos- y que establece tres niveles de riesgo que se definen con apenas una frase. El más alto solo implica que la persona "probablemente" supone "una amenaza para EE UU, sus intereses y aliados"; el medio, que "quizá" lo suponga; y el bajo, nivel en el que aparecen catalogados presos que han estado ocho y nueve años en la prisión, que es "improbable" que sea un riesgo para el país.
Hay casos, según revelan los informes secretos, en los que ni siquiera el Gobierno de EE UU sabe los motivos por los que alguien fue trasladado a Guantánamo, y otros en los que ha concluido que el detenido no suponía riesgo alguno o este era bajo: un anciano de 89 años con demencia senil y depresión que vivía en un complejo residencial en el que apareció un teléfono por satélite; un padre que iba a buscar a su hijo al frente talibán; un mercader que viajaba sin documentación; un hombre que hacía autostop para comprar medicinas.
EE UU determinó que 83 presos no suponían ningún riesgo para la seguridad de la nación, y de otros 77 se reconoce que es "improbable" que sean una amenaza para el país o sus aliados. El 20% de los presos fue conducido al penal de forma arbitraria según las propias valoraciones de los militares estadounidenses. Si a ese dato se añade el de aquellos que solo "quizá pudieran entrañar un peligro, 274 en total, se concluye que EE UU no ha creído seriamente en la culpabilidad o amenaza de casi el 60% de sus prisioneros. Se encarcelaba a los presos fundamentalmente para "explotarlos", según su propia terminología; por si sabían algo que pudiera ser útil.
Guantánamo es una cárcel, pero la prioridad no es imponer sanciones por delitos cometidos. Solo siete presos han sido juzgados y condenados hasta el momento: seis en las comisiones militares de la base y uno en un tribunal civil de Nueva York. Lo que se pretende fundamentalmente, según muestran los informes, es obtener información a través de los interrogatorios. Uno de los dos parámetros que se maneja para decidir si se puede liberar o no a un preso es precisamente su "valor de inteligencia", según la terminología empleada en las fichas secretas.
La prisión funciona como una inmensa comisaría de policía sin límite de estancia. Las fichas secretas muestran a unos reclusos tratados como presuntos culpables que deben demostrar no solo su inocencia sino su falta de conocimiento sobre Al Qaeda y los talibanes para obtener la libertad. El único delito que las autoridades adjudican a algunos de ellos ha sido tener un primo, amigo o hermano relacionado con la yihad; o vivir en un pueblo en el que ha habido ataques importantes de los talibanes; o viajar por rutas usadas por los terroristas y, por lo tanto, conocerlas bien.
A pesar de su empeño en obtener información en la lucha contra el terrorismo, nueve años y tres meses después de la apertura de Guantánamo los informes secretos revelan que solo el 22% de los presos ha presentado un nivel de interés alto para los servicios de inteligencia de EE UU. En el 78% restante, el valor informativo de los presos era medio o bajo, según reconocen los propios militares.
Los detenidos vieron las caras de muchos interrogadores: militares, agentes de la CIA y policías de sus propios países que desfilaron en secreto por sus celdas, entre ellos españoles, y les tomaron declaración esposados y encadenados por una argolla al suelo. La declaración más relajada fue la que prestaron sentados frente al polígrafo. La actividad en los campos de entrenamiento terrorista en Afganistán, los experimentos con explosivos, armas químicas o biológicas, el trato y cercanía a Osama Bin Laden, Ayman Al Zahawiri o el mulá Mohamed Omar eran objetivos prioritarios.
Los expedientes no especifican qué métodos se usan para obtener la información en el penal. La palabra tortura apenas aparece en los casi ochocientos documentos. Sin embargo, lo que sí aparece son las delaciones que la mayoría de ellos arrojan sobre sus antiguos compañeros de lucha y que se suman por cientos. En cada expediente suele haber un apartado bajo el epígrafe "Razones para continuar la detención". Si el propio recluso no admite haber jurado lealtad a Bin Laden o haber luchado contra Estados Unidos en las montañas de Tora Bora, son sus propios compañeros quienes aparecen con nombres y apellidos delatándole o identificándole. La lista de delatores va desde la jerarquía más alta a la más baja de los extremistas. De uno de los presos se dice: "Es una de nuestras más valiosas fuente de información y continúa proveyendo información valiosa sobre inteligencia". Otro aparece citado en numerosos informes porque declaró: "Ninguno de los que estábamos en Tora Bora somos inocentes". Su genérica declaración se utiliza como argumento para mantener detenidos a numerosos reclusos.
Pero en ningún momento se informa de en qué circunstancias los presos han admitido su supuesta culpa o incriminado a otros. A veces, un preso declara sufrir tortura, pero el propio redactor del informe se encarga de afirmar que esa declaración no tiene ninguna credibilidad. A algunos, sin embargo, no había manera de arrancarles información. "Estoy preparado para estar en Guantánamo 100 años si es necesario, pero no revelaré información", espetó el kuwaití Khalid Abdullah Mishal al Mutairi a sus interrogadores.
A pesar de que los documentos son extremadamente protocolarios, por debajo del lenguaje administrativo se vislumbran informaciones que aportan un retrato de las condiciones de vida en el presidio. Cuando se habla de la conducta del detenido, por un lado se registran las infracciones disciplinarias y por otro las agresiones. Cualquier incidente se hace constar sin apenas detalles: "Inapropiado uso de los fluidos corporales, comunicaciones desautorizadas, daño sobre las propiedades del Gobierno, incitar y participar en disturbios de masa, intento de ataques, ataques, palabras y gestos provocativos, posesión de comida y contrabando de objetos que no son armas..."
Todo se contabiliza y registra. Pero tan solo se aporta información concreta sobre el último incidente disciplinario. Y es ahí, precisamente, en ese pasaje fugaz de apenas un renglón, donde aparecen destellos de la dura vida en Guantánamo: la mayoría de los presos han lanzado orina y heces a los vigilantes. Nunca se especifica cuál es el castigo que sufren por esas acciones ni en qué contexto se perpetraron. Otros reclusos han sido expedientados por cubrir la ventilación de su celda con papel higiénico, devolver un libro a la biblioteca subrayado o con marcas, rechazar la comida o negarse a salir de la ducha.
Las fichas ofrecen además una breve biografía de casi todos los hombres que han pasado por las celdas de Guantánamo. La gama de motivos que les llevaron a participar en la yihad o a tener vínculos con redes islamistas es muy variada: abarca desde el saudí que se comprometió con la causa tras ver un vídeo donde se mostraban las tropelías que los rusos cometieron contra los musulmanes en Chechenia pasando por el francés que viajó a Afganistán para continuar sus estudios del Islam y vivir en un Estado puramente islámico hasta el saudí que, deseoso de encontrar una esposa, entró en un campo de entrenamiento con la esperanza de adelgazar. "En el verano de 2001, un hombre sugirió al detenido viajar a Afganistán para cumplir con sus obligaciones religiosas durante dos meses. El régimen de entrenamiento físico le brindaría también la oportunidad de perder peso", asegura la ficha de Abdul Rahman Mohammed Hussain Khowlan.
Los informes son textos fríos, de prosa funcionarial. Apenas se detienen en cuestiones personales como los intentos de suicidio, el estado de salud o las huelgas de hambre y, en el caso del rosario de presos con enfermedades psiquiátricas, uno de los rostros más ocultos y retorcidos de Guantánamo, se limitan a constatar si, a pesar de su trastorno (acompañado muchas veces de múltiples intentos de quitarse la vida), puede ser útil seguir haciéndoles preguntas.
Al afgano Kudai Dat, diagnosticado de esquizofrenia, trataron infructuosamente de hacerle un interrogatorio final a pesar de que había sido hospitalizado con síntomas agudos de psicosis. Cuando mejoró lo llevaron ante el polígrafo, provocando de nuevo alucinaciones en el enfermo, según un informe del equipo de "salud del comportamiento" de la prisión. Su pronóstico a largo plazo era "pobre". A pesar de la ficha médica, la autoridad militar decía que fingía los ataques de nervios y se recomendó mantenerlo en la base. Pasó cuatro años encerrado. Tres presos se han suicidado en el penal.
De la documentación no solo se extraen conclusiones sobre la motivación que llevó a tantos hombres a Kabul, Kandahar o a las montañas de Tora Bora. También es posible dibujar un perfil con los puntos en común de la mayoría. Da igual que tuvieran nacionalidad de algún país europeo, argelina, yemení o filipina.
Antes de entrar en la prisión estadounidense, muchos viajaron constantemente a través del mundo árabe-musulmán. Abundan los relatos de hombres que cruzan la frontera de Pakistán a Afganistán a pie o que se citan con otros activistas en una mezquita de la ciudad paquistaní de Lahore. Las fichas explican también cómo los islamistas se apoyan entre sí a través de una red de puntos de encuentro -seis de los siete franceses detenidos pasaron por una casa de huéspedes, a la que denominan "de los argelinos", en la ciudad afgana de Jalalabad-, del dinero que les proporcionan miembros de la red -los documentos mencionan que muchos detenidos son arrestados con 10.000 dólares, la cantidad típica que Al Qaeda entrega a sus activistas-, o de organizaciones de caridad como Al Wafa que, según las autoridades de EE UU, contribuyen a financiar las actividades terroristas.
Pero en muchas ocasiones el hecho de viajar por la zona se convierte en una actitud sospechosa que envía sin más al penal a decenas de personas. En una nota de apenas dos páginas se relata el paso de Imad Achab Kanouni por Alemania, Albania, Pakistán y Afganistán. En el apartado de razones para justificar su estancia en Guantánamo, se le acusa de no haber podido explicar las condiciones de su viaje a Afganistán. No hay ni una sola prueba que le incrimine. A pesar de ello, el general Geoffrey Miller -responsable también de la prisión iraquí de Abu Ghraib- recomienda su permanencia en la prisión.
Los informes también afectan a España; a Hamed Abderramán, el denominado talibán ceutí, condenado por la Audiencia Nacional y luego absuelto por el Tribunal Supremo al inhabilitar las pruebas obtenidas sin ninguna garantía por policías españoles en el penal; y a Lachen Ikasrrien, un marroquí residente en España que corrió la misma suerte judicial que Hamed y que se negó durante cinco años de presidio a reconocer vínculos con Al Qaeda.
Los tres presos acogidos por España en 2010, un palestino, un yemení y un afgano son una pequeña muestra de las patologías del penal. Uno es un enfermo mental con problemas graves al que mantuvieron durante años encarcelado y sometido a interrogatorios; otro, que estuvo a las órdenes de Bin Laden en Tora Bora, se prestó a colaborar con EE UU; y al tercero, contra el que no llegó a haber nunca pruebas fehacientes, lo califican de problemático. Es, sin embargo, el único que por el momento ha logrado hacer una vida relativamente normal en nuestro país.
EL PAÍS continuará desarrollando las cuestiones más destacadas de los informes secretos del Departamento de Defensa sobre Guantánamo.
25 de abril de 2011
©el país

guantánamo al descubierto


Nuevas revelaciones sobre el campo de concentración y torturas norteamericano en Bahía Guantánamo.
[Andy Worthington] Estados Unidos. En la nueva revelación de documentos clasificados de Estados Unidos, Wikileaks saca a luz la verdad del evidente ícono de la Administración de Bush y su "Guerra contra el terror" -- la prisión en la bahía de Guantánamo, Cuba, que abrió sus puertas el 11 de enero de 2002 y que hoy permanece aún abierta, en la Administración del Presidente Obama, a pesar de las fallidas promesas de cerrar tan criticado lugar en el primer año de su gobierno.
En miles de páginas de documentos que abarcan desde el año 2002 al 2008, nunca antes vistos por los medios y el público en general, los casos de la mayoría de los prisioneros detenidos en Guantánamo - 758 de un total de 779 - son descritos en detalle en los memorandos que Fuerza de Tarea Conjunta en la Bahía de Guantánamo ( JTF-GTMO por sus siglas en inglés) enviara al Comado Sur de los Estados Unidos, en Miami, Florida.
Estos memorandos, que contienen las recomendaciones de la JTF-GTMO sobre circunstancias como si los prisioneros en cuestión debían continuar detenidos o podían ser liberados (más bien transferidos hacia sus países de origen o a otros gobiernos) aportan cuantiosa y crucial información, nunca antes revelada al público, por ejemplo, evaluaciones de la salud de los prisioneros y en el caso de la mayoría de los 171 prisioneros que aún permanecen detenidos, aportan fotografías (que en su mayoría salen a la luz por primera vez).
Los documentos también aportan información de los 201 prisioneros que salieron de Guantánamo entre 2002 y 2004, la cual, a diferencia de la información de los demás prisioneros (resúmenes de la evidencia y transcripciones de los tribunales, que se harían públicos como resultado de la solicitud judicial interpuesta por distintas agrupaciones de periodistas en 2006), nunca antes se ha hecho pública.
La mayoría de los documentos revelan deplorables niveles de incompetencia bastante familiares para los expertos que han estudiado a la prisión de Guantánamo con detenimiento. Allí, hombres inocentes están detenidos por error (o como consecuencia de las jugosas recompensas ofrecidas por Estados Unidos a los aliados a cambio de sospechosos que pudieran pertenecer a al-Qaeda o a los talibanes). También permanecen allí numerosos soldados de rango militar insignificante, reclutados forzosamente por los talibanes en Afganistán y Pakistán.
Más allá de los casos que no se conocían con anterioridad, los documentos también sacan a luz las historias de otros 397 prisioneros que salieron de Guantánamo desde septiembre de 2004 hasta el día de hoy y de siete hombres que murieron en prisión.
Los memos aparecen firmados por el Comandante de Guantánamo y califican a los prisioneros en cuestión como de bajo, mediano o alto riesgo. Aunque dicha clasificación no es concluyente sobre si un prisionero debía ser trasladado hacia otra ubicación, ya que las decisiones de traslado se tomaban en un nivel de comando más alto, representan no solo las opiniones de la JTF-GTMO sino también de la Fuerza de Tarea de Investigación Criminal, creada por el Departamento de Defensa para conducir las interrogaciones de la "Guerra contra el Terror" y también de los BSCTs, los equipos científicos de comportamiento humano conformados por psicólogos, que tenían la última palabra para determinar el abuso al que los prisioneros eran sometidos al ser interrogados.
Es crucial mencionar que los documentos también aportan información detallada de la inteligencia usada para justificar la detención de los prisioneros. Para muchos lectores esta será la sección más fascinante de los documentos, ya que ofrece una visión extraordinaria de la labor de inteligencia de los Estados Unidos, pero hay que advertir que aunque muchos de los documentos claman y prometen prueba de la asociación de los prisioneros con al-Qaeda u otras organizaciones terroristas, se requiere extrema cautela al analizarlos.
Los documentos aportan las aseveraciones de testigos - en la mayoría de casos, de los mismos compañeros de prisión - cuyas declaraciones son poco confiables, o bien por haber sido obtenidas por medio de métodos de tortura u otras formas de coerción (algunas veces no en la propia Guantánamo, sino que en diversas prisiones secretas manejadas por la CIA) o porque aportan testimonios falsos para tratar de asegurar un mejor tratamiento en Guantánamo.
Aparecen de forma regular en todos los documentos una serie de testigos cuyas palabras deben considerarse "poco fiables", incluyen los siguientes detenidos de "alto valor" o prisioneros fantasmas.
Por favor note que el ISN y el número entre paréntesis que sigue los nombres de los prisioneros se refiere a la abreviatura del Número Serial de Reclusión por medio del cual los prisioneros son identificados mientras se encuentran en custodia de las autoridades de los Estados Unidos en conflictos armados.
Abu Zubaydah (ISN 10016), el supuesto detenido de "alto valor" secuestrado en Pakistán en marzo de 2002, quien pasó cuatro años y medio detenido en prisiones secretas de la CIA, incluyendo facilidades ubicadas en Tailandia y Polonia. Abu Zubaydah fue sometido a la técnica de tortura conocida como "submarino" ("waterboarding" en inglés), una forma controlada de asfixia por ahogamiento, en 83 distintas ocasiones mientras se encontraba bajo la custodia de la CIA en agosto de 2002. Abu Zubaydah fue trasladado a Guantánamo junto con otros 13 detenidos de "alto valor" en septiembre de 2006.
A Ibn al-Shaykh al-Libi (ISN 212), el emir de un campo de entrenamiento militar del cual Abu Zubaydahera el portero, y quien, a pesar de que su campo de entrenamiento fuera cerrado por los talibanes en el año 2000, al rechazar que éste fuera tomado por al-Qaeda, lo describen los documentos como un comandante militar de Osama bin Laden en Tora Bora.
Inmediatamente después de su captura en diciembre de 2001, al-Libi fue entregado por la CIA a Egypto, donde, luego de ser sometido a tortura, confesó falsamente que efectivos de al-Qaeda habían sostenido reuniones y discusiones con Saddam Hussein para obtener armas químicas y armas biológicas. Aunque Al-Libi se retractó de dicha mentira, fue esa información falsa la que usara la Administración Bush para justificar la invasión a Irak en marzo de 2003. Al-Libi nunca fue enviado a Guantánamo, aunque en algún momento, probablemente en 2006, la CIA lo envió de vuelta Libia, donde fue encarcelado y donde murió, a causa de un aparente suicidio, en mayo de 2009.
Sharqawi Abdu Ali al-Hajj (ISN 1457), un ciudadano yemení, también conocido como Riyadh ‘el Facilitador’, quien fue capturado en una redada domiciliaria en Pakistán, en febrero de 2002, y lo describen como "un facilitador de al-Qaeda". Después de su captura fue transferido a una prisión para tortura que el Estado de Jordania opera para la CIA, donde permaneció cerca de dos años, para luego permanecer detenido en facilidades estadounidenses en Afganistán. Lo enviaron hacia Guantánamo en septiembre de 2004.
Sanad Yislam al-Kazimi (ISN 1453), un yemení, quien fue secuestrado en los Emiratos Árabes Unidos en enero de 2003 y después retenido en tres distintas prisiones secretas, que incluyen la ‘Prisión Oscura’ cerca de Kabul y otra prisión dentro de las facilidades de la Base Aérea de Bagram. En febrero de 2010, el juez Henry H. Kennedy Jr. de la Corte Distrital de Washington D.C. concedió la petición de habeas corpus del prisionero yemení Uthman Abdul Rahim Mohammed Uthman, en gran parte por su rechazo a aceptar el testimonio ofrecido por Sharqawi al-Hajj o Sanad al-Kazimi. El Juez se expresó así: "La Corte no fallará basándose en los testimonios de Hajj or Kazimi porque existe evidencia irrefutable que consta en autos, que en el momento en el que declararon, al ser interrogados, ambos hombres habían sido torturados".
Otros incluyen a Ahmed Khalfan Ghailani (ISN 10012) y Walid bin Attash (ISN 10014), dos de los detenidos de "alto valor" transferidos a Guantánamo en septiembre de 2006, después de haber permanecido cautivos en prisiones secretas de la CIA.
25 de abril de 2011
24 de abril de 2011
©wikileaks
©traducción wikileaks

por qué torturan al soldado manning


Estados Unidos debe explicar condiciones de reclusión del soldado Bradley Manning. Confinado sin motivo en una celda de castigo, lo obligan a dormir desnudo.
Estados Unidos. El gobierno de Estados Unidos debería explicar las razones exactas que hay detrás del trato extremadamente restrictivo y posiblemente punitivo y degradante que el soldado raso Bradley Manning denuncia haber recibido mientras se encontraba detenido en un calabozo de la Base Quantico del Cuerpo de Marines en Virginia, declaró Human Rights Watch.
Manning, 23, es un ex analista de inteligencia del ejército acusado de filtrar cientos de miles de páginas de documentos del gobierno de Estados Unidos a WikiLeaks, una organización periodística. Manning fue acusado originalmente de transferir datos confidenciales a su ordenador, pero a principios de mes le imputaron veintidós cargos más. Se espera que la audiencia por el ‘Artículo 22’, el procedimiento militar previo a una acusación, se realice en las próximas semanas.
Desde su llegada a Quantico en julio de 2010, Manning fue sometido a un régimen de confinamiento extremo y bajo la condición de POI, ‘Prevención de Lesiones’, una categoría de clasificación de los detenidos que presentan riesgos de lesiones autoinferidas. Manning y su abogado han rechazado esta decisión de recluirlo en una celda de alta seguridad y bajo la categoría POI como una decisión impropia e irregular, especialmente a la luz de las repetidas recomendaciones de profesionales de salud mental del ejército de que no sea clasificado como POI. Manning también acusa que se lo retiene en una celda de aislamiento y que no se le permite hacer ejercicios en ella.
A partir del 2 de marzo de 2001 reforzaron el procedimiento de control de suicidios y Manning fue obligado a desnudarse durante la noche. A la mañana siguiente, Manning dice que fue obligado a pararse desnudo en la puerta de su celda, con las manos a los costados, durante varios minutos antes de que le devolvieran su ropa interior. Luego le entregaron una ‘bata’, que es difícil de romper, y le prohibieron llevar calzoncillos en la noche, una práctica común para detenidos con tendencias suicidas. Durante el día puede llevar su ropa habitual. Las autoridades de la prisión tienen la responsabilidad de proteger la vida y bienestar de los detenidos, incluyendo la adopción de medidas apropiadas para prevenir suicidios o lesiones autoinflingidas.
De acuerdo al reglamento que regula la operación de los calabozos emitido por el secretario de la Armada, cuando un oficial médico considera que un detenido ya no representa un riesgo de suicidio, este debería ser devuelto a recintos apropiados. De acuerdo a un denuncia presentada por Manning los profesionales de la salud mental del ejército han recomendado en dieciséis ocasiones que sea retirado de la clasificación POI. Aunque la queja de Manning fue hecha pública por su abogado, el comandante de la base no ha ofrecido ninguna respuesta formal a sus acusaciones. Si para proteger su intimidad Manning acepta publicar información médica o de salud mental que de otro modo es confidencial, el gobierno debería hacer públicos sus motivos para mantenerlo como POI.
El caso de Manning ha atraído considerable atención debido a su presunta conexión con Julian Assange, el fundador de WikiLeaks, que publicó materiales confidenciales que se supone le entregó Manning. Los nuevos cargos presentados contra Manning, que pueden ser castigados con la pena de muerte, incluyen ayudar al enemigo, aunque Manning supuestamente entregó esos documentos a WikiLeaks, que no es un agente de ningún gobierno ni un grupo armado en guerra con Estados Unidos. La prohibición de llevar ropa interior se implementó el mismo día en que se presentaron los nuevos cargos.
30 de marzo de 2011
16 de marzo de 2011
©hrw
cc traducción mQh